Día 13: Incapaz de sentir

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¿Sabes a lo que me refiero? Cuando te impiden hacer algo porque causaría graves problemas, pero la curiosidad no te deja en paz. Es poco ético, un claro ejemplo de indecencia; y aun así, el deseo aumenta precipitadamente. Quieres descubrirlo, quieres intentarlo, solo para conocer lo que tantas personas te han dicho que no hagas. Te lo preguntas, muchas interrogantes golpean tu cabeza... ¿Cómo se sentirá? ¿Qué me causará? Y cuando por fin lo experimentas no puedes escapar de ello, porque te gusta demasiado, porque no quieres abandonar dicha sensación... ¿Qué será? ¡Lo tengo! Profanar: una acción detestable y encantadora. Profanemos lo que nuestros corazones pidan, dejemos salir nuestros más oscuros deseos.


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El sol ya casi se oculta. El día fue bastante movido.

No comprendo lo que sucedió hace algunas horas, así que retrocederé el tiempo para analizar los acontecimientos.

¿Qué fue lo más sorprendente de hoy?

La mañana fue agitada, el momento impactante del día.

Nadir entró en el cuarto, muy angustiado y preocupado; por supuesto, yo también estaba angustiado por el maltrato de anoche, pero él demostraba sus emociones de una forma tan dramática y exagerada que cautivaría a quien fuera.

"¿Ella te tocó?", "Se supone que yo debería ser el único". Decía con frustración y enojo.

Para nada le gustó que Nessa me hubiera golpeado, o tal vez, pensó que las marcas que posaban en mi cuerpo significaban otra cosa. Su vista parecía nublarse, sus manos inquietas e inseguras, y la poca cordura que tenía se esfumó en un giro dramático de los hechos.

"¿Por qué dejaste que lo hiciera?", "Ahora será mi turno". Expresó con una mirada traicionera y perspicaz.

Lo siguiente que recuerdo fue que Nadir se encontraba encima de mí. Sus manos empezaron a tocar lugares que... se supone... no deberían ser tocados sin consentimiento. Inició desde arriba, y poco a poco bajaba, ansioso e impaciente.

"Primero me golpean y luego abusan de mí". Pensé en ese momento, con poca energía y un tanto somnoliento.

A pesar de ello, la vida es capaz de mostrarme su lado más amable.

Toby se lanzó en mi defensa mordiendo al sujeto... ¡Claro que me asusté! La preocupación por mi fiel amigo se intensificaba... ¿Nadir lo reprendería? Menos mal no fue así, de hecho, fue ese mordisco el que hizo reaccionar al hombre. 

"No puede ser", "Soy igual al anciano", "No quería hacerlo". Palabras que salieron de su boca, las cuales no comprendí en su momento.

Se marchó, dejándome con Toby. La puerta siguió abierta, pero las cadenas se quedaron.

Horas sin dormir, sin comer y sin drogas. Un duro golpe para mi organismo.

Aquí acaba la retrospectiva, ahora que analicé la situación puedo llegar a una conclusión: necesito huir.

No quiero desanimarme, siempre hay algo bueno que sacar de un tormento ¿Qué sería en esta ocasión? Pues... sigo vivo.

Y no solo eso, ya que mi tierno acompañante aún tiene disponible alimento y agua. 

Si el perrito está feliz, yo estoy feliz.

¿Ahora qué seguirá? No lo sé, pero me estoy hartando.


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Finalmente anocheció, y se escuchan algunos ruidos provenientes del piso inferior. Eso me hace entender que Nessa acaba de llegar.

La Mansión de los Deseos LuctuososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora