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𝑆𝑎𝑏𝑎𝑑𝑜, 𝑁𝑜𝑣𝑖𝑒𝑚𝑏𝑟𝑒 15...

JungKook tenía el desagradable hábito de robar la cuenta y pagar por su comida antes de que Jimin tuviera la oportunidad. Esta vez se pelearon por ello mientras varias mesas cercanas los miraban intentar quitarle la cuenta al otro. JungKook rio, hasta que finalmente renunció a su agarre con un profundo suspiro y levantó las manos en alto.

—Bien, bien. Tienes la oportunidad esta vez, bebé.

Jimin sintiéndose ligeramente triunfante, buscó su cartera para sacar su tarjeta. Hizo una pausa y frunció el ceño.

—Por supuesto.—dijo el pelinegro claramente conteniendo su diversión.—Olvidaste tu cartera en el apartamento.

Suspirando, Jimin le lanzó la cuenta.—Eres un dolor en el culo, vámonos.

JungKook deslizó la tarjeta en la ranura en la parte superior y dejó la libreta a un lado para que su camarera la recogiera. Después de un momento, señaló:

—YoonGi ha estado tranquilo.

Era un tema que había evitado, pero Jimin sabía que tenía que ser abordado con el tiempo.

—No he hablado con él desde la noche del jueves.—lo cual, en varios aspectos, no era mucho tiempo...pero lo era para YoonGi. Tal vez algo que le había dicho, desencadenó su silencio. Quería preocuparse por ello, pero por otro lado, la tranquilidad era agradable.

—Pensé un poco....—JungKook daba vueltas a su popote en el resto de su bebida.—T-tal vez....podrías quedarte esta noche en mi apartamento. Puesto que...ya sabes, ya no lo has visitado.

No habían dormido juntos desde el viaje a la casa de los padres de JungKook. Al menos que una o dos siestas contarán. Pero la idea sonaba más que atractiva. Jimin cerró los ojos y su boca mostró una amplia sonrisa.

—Podemos hacerlo.

Afuera, olía a lluvia. JungKook le tomó la mano, algo a lo que no estaba todavía acostumbrado pero era agradable. Esto que tenía con el era agradable. Ellos, juntos, capaces de relajarse y disfrutar de su mutua compañía. No podía acostumbrarse a la idea de amar a alguien y que alguien lo amara. Sin condiciones. JungKook no pedía nada de el aparte de su tiempo y atención.

A Jimin le gustaba esto. Pero YoonGi asechaba en la parte posterior de su cabeza, con una amenaza constante de tirar todo por la borda.

HUSHED; KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora