Capítulo TRECE.

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Después de que los padres de Armando se enteraron que tenía de pareja a un hombre y que esté estaba esperando un hijo no lo podían dejar pasar, el estatus que tenían debía ser protegido y eso los llevo a intentar deshacerse del castaño pero no sé dieron cuenta que su jugada ya había sido tomada en cuenta por la pareja, no eran estúpidos como los mayores pensaban.

--- Déjalos entrar, no les des razones para sospechar que sabemos algo --- le dijo a Wilson, quien cuidaba la puerta de la mansión.

--- Si señor, no se preocupe por eso --- dijo y se retiró después.

Armando abrazo a Mario y este se sentó en su regazo para darle un beso que le cortó el aire por unos segundos.

--- WOW, Mario, ¿Y ese beso por que fue? --- lo abrazo de la cintura sin dejar de verlo.

--- Por qué hacemos un muy buen trabajo y hoy nos desharemos para siempre de tus padres --- acaricio su pecho con coquetería que no paso desapercibida por el azabache pero solo pudo sonreír.

--- ¿Seguro que quieres ser parte de esto? --- acaricio su mejilla y Mario cerro los ojos ante el tacto ---, no quiero obligarte a nada y lo sabes --- se notaba un poco preocupado.

--- Armando --- lo miro con seriedad ---, cuando accedí a quedarme contigo a pesar de que me trajiste a la fuerza me prometí a mi mismo que te apoyaría en todo lo que pudiera y eso es lo que estoy haciendo, así que no me vengas ahora con tus sentimentalismos de "no quiero obligarte a nada", porque estoy metido en esto desde que llegué a tu vida y te aguantas --- Armando se sorprendió de sus palabras pero después le sonrió, Mario había dejado de ser el tímido castaño que conoció hace 5 meses y eso le agradaba mucho.

--- Bien, ya que lo dices de esa manera, lo entiendo y te amo por ello, ahora se que no necesitas que te cuide, PERO siempre estaré detrás de ti aunque no quieras --- rió con algo de burla y fue contagiada al castaño.

En ese momento se escuchó que la puerta fue abierta y supieron que ya era hora de acabar con eso de una buena vez.

Esperaron en la sala, ninguno se alejo del otro, solo se miraron con amor y complicidad al mismo tiempo, cuando se dieron un beso fue cuando se escuchó que alguien le quitaba el seguro a un arma.

Mario sonrió burlón y se acomodo en el regazo de Armando sin mirar atrás, no todavía.

--- Padre, ¿Qué mierda crees que haces? --- le pregunto Armando con el ceño fruncido.

--- Armando, aléjate de ese hombre y deja que sea yo quien acabe con ese oportunista --- aquello le provocó una risa a Mario que no paso desapercibida por ninguno de la sala.

--- ¿Me acaba de llamar oportunista, señor Mendoza? --- fue cuando giro el cuerpo y puso sus manos en su vientre para distraerlo un poco ---, no soy oportunista si fue su hijo quien me escogió para estar con él, deje de ser incoherente señor y piense bien lo que dice si no quiere que me burle de sus palabras absurdas --- le dijo de manera sería.

--- No son absurdas, ahora aléjate de nuestro hijo AHORA --- eso lo dijo la mujer con un arma en la manos de igual manera que el hombre.

--- Vaya, veo que ya sabe usar un arma después de tanto años de odiarlas, la felicito --- aplaudió con burla y puso nerviosa a la mujer.

--- ¡YA CÁLLATE! --- lo grito Roberto Mendoza pero antes de que accionara el arma muchas más armas se hicieron presentes dejándolos congelados a los dos adultos.

--- Padre, Roberto, ¿Enserio creíste que no sabría nada de tu estúpido y pésimo plan? --- soltó una carcajada que contagio a Mario de igual manera.

--- Mi amor, tus padres te subestiman por mucho --- le dijo sin dejar de ver a los maduros.

--- Si, me percate de eso, ahora comprendo porque querían dejarle este puesto a Daniel sin ser su hijo de sangre --- aquello dejo perplejo a Mario, eso no lo sabía hasta ahora.

--- ¿Enserio iban a hacer eso tus propios padres?, Que miserables son --- lo dijo lanzándoles una mirada fría.

--- Bajen las armas señores Mendoza, saben que no tienen muchas posibilidades de ganar --- eso lo dijo Nicolás secamente.

Los mayores dudaban hacerlo pero se dieron cuenta de que estaban rodeados, no tuvieron de otra más que acceder y bajaron las armas pero Mario noto que estaban buscando algo entre sus ropas.

Estaba preparado para todo y cuando estos se levantaron y antes de que dispararán, Mario acciono el arma que tenía en sus manos dándoles en el brazo.

Estos gritaron de dolor y soltaron las armas que habían sacado antes y se dejaron caer en el piso.

--- Todo lo que ustedes tenían planeado ya lo tenía previsto --- está vez se puso de pie Armando, dejando a Mario en el sofá viendo divertido la situación.

--- ¿Cómo es eso posible?, Es ilógico que todo eso lo supieras --- Armando rió y negó con la cabeza.

--- Padre, ¿Acaso olvidaste que tengo ojos y oídos en todos lados? ¿Cómo crees que me enteré de todo? Aquí es donde te digo lo que siempre me dijiste tu: nunca confíes en nadie ni aunque sea de tu mayor confianza --- se puso de pie y le quito sus armas, al igual que a su madre.

--- N...No, nadie es capaz de desafiarme --- lo dijo enojado y ofuscado por la información.

--- ¿Tu lo crees? --- chasqueo los dedos y apareció una persona que era muy querida por los Mendoza ---, ¿Les digo yo o les dices tú...Maria Beatriz? --- aquel nombre tenso a los mayores y no podian creerlo, simplemente era imposible.

--- ¿Por qué Maria Beatriz?, ¿Por qué nos haces esto? --- eso lo dijo la señora Margarita impactada.

--- Lo hice...lo hice para vengarme, solo vengue la muerte de mi hermano --- estaba muy enojada, los mayores jamás la vieron así, siempre fue muy enérgica.

--- La muerte de Daniel se me hizo muy extraña, así que investigue más sobre eso y me enteré que Julián Valencia le iba a dar a su mayor su mayor tesoro y eso es un gran imperio, iban a estar sobre nosotros y eso a ti no te gusto padre, ahora comprendo porque me dejaste estar con Daniel cuando me involucre con el, era una manera de mantenerlo alejado de las cosas de su padre y cuando cometió un error no perdiste el tiempo y me dejaste martirizarlo para que al final Olarte, TU infiltrado lo asesinara y hacerme quedar como el peor de los mafiosos pero admito que me hiciste un favor, ahora todos me tienen miedo, mucho más de lo que alguna vez te tuvieron a ti, parece que el estafador resultó estafado, eso lo supo Marcela y María Beatriz pero fue la menor quien quiso colaborar conmigo para vengar a su hermano, ahora ya no tienes escapatoria, ¿Algo que quieras decir antes de que acabe con tu patética existencia? --- lo dijo con sorna que hasta a Mario le dio un poco de miedo y labia a la vez.

--- Aunque me maten, no podrán deshacer el imperio que he forjado --- lo dijo muy convencido de si mismo.

--- ¿Eso piensas Roberto?, Que mal estás --- eso lo dijo Maria Beatriz seriamente ---, ¿Acaso olvidaste que tu imperio se forjó gracias a mi padre y mi madre? No seas un maldito egoísta abusivo, el imperio es de las familias Valencia y Mendoza, y para cerrar con broche de oro, Armando, Marcela y yo hablamos y decidimos junto con el voto decisivo de Mario que TU quedarías fuera de este imperio y eso incluye a Margarita, ambos dejaron de ser del gran imperio que forjo mi padre junto contigo --- aquella revelación dejo acabado a Roberto Mendoza y a Margarita de alguna manera.

--- ¡MALDITOS! --- Margarita tomo un arma pero antes de dispararle a Armando una bala atravesó el pecho de la mujer y cayó al piso casi desangrándose.

Los dos menores miraron atrás pero jamás esperaron ver a Mario con el arma en la mano.

--- Dejen de parlotear y terminen de una vez con todo esto --- eso lo dijo Mario irritado por la cantaleta.

Al final fue Maria Beatriz quien termino con la vida de Roberto, quien antes de morir abrazaba a su esposa fallecida, ambos murieron juntos y fue cuando supieron que el amor que se tenían era verdadero y puro pero ya era demasiado tarde para remediarlo.

21/03/2022

Feliz inicio de la Primavera 🎊

Mi Lindo Narco [ArMario]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora