Capítulo CATORCE.

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La muerte de los padres de Armando Mendoza trajo problemas con algunos de sus mejores aliados, jamás esperaron que su propio hijo se cobrará con sus vidas.

Lo estuvieron buscando pero no lo encontraban por ningún lado, todo eso se lo dijo Beatriz, quien se había trasladado a Bogotá por órdenes de Armando y mantenerlo al tanto de todo.

Mientras eso ocurría, Mario se encontraba en su habitación demasiado tranquilo para ser realistas, después de que jalo del gatillo de un arma no volvió a pensar ni sentir lo mismo, le dio...satisfacción haberlo hecho, se había sentido...libre de alguna manera y nadie le podía quitar eso.

En todo ese proceso estuvo Patricia quien estaba con mirada triste pues admiraba a los señores Mendoza a pesar de todo lo que hicieron con sus jefes.

--- Paty, quita esa cara, solo haces que me sienta mal de haber asesinado a la madre de Armando --- le dijo dejando de lado el libro que tenía en las manos.

--- Lo siento mi señora, me deje llevar por las emociones, no volverá a pasar, se lo prometo --- dijo limpiando su cara y acomodo su ropa rápidamente.

Mario suspiro pesado y se levantó de la cama en ese momento, tomo de la mano a Patricia y ambos salieron de la habitación para ir al primer piso.

Patricia no dijo nada en todo el recorrido y se dejó llevar por su señora fuera de la casa donde estaba un enorme jardín.

--- ¿Qué hacemos aquí mi señora? --- pregunto una vez estuvieron solos.

--- Quiero que te desahogues Patricia --- está estaba confundida ---, odio verte tan mal, esa es la razón por la que te traje aquí, seré el esposo de un narco pero no soy un desgraciado, no del todo con quién no lo merece --- le dijo mirando a la nada.

--- Señora --- estaba sorprendida de la actitud del mayor.

--- Quiero que grites, llores, corras, lo que sea, pero libera todo lo que traigas dentro, no dejes que eso se apodere de ti, no es sano para nadie vivir con recuerdos horribles --- retrocedió mientras agarraba su vientre ---, hazlo, desahogate Patricia --- dijo y Patricia sintió sus lágrimas correr y dejo salir todas sus emociones.

Mario entro a la casa para dejarla sola, se acomodo en el sofá pero el patín de su hija lo hizo respingar del dolor.

--- Auch, hija no me patees tan fuerte --- acaricio su panza y se sentó en el sofá casi de inmediato.

--- Mi señora, ¿Necesita algo? --- se le acercó una de las empleadas a Mario pero se notaba nerviosa y eso llamo la atención de Mario y una alarma se activo de inmediato en su cabeza.

--- Llama al señor, necesito hablar con él urgentemente --- fue lo primero que se le ocurrió.

--- C...Como ordene mi señora --- dijo y se alejo rápidamente.

En ese momento apareció Nicolás y miro a Mario expectante, conocía su mirada y sabía que quería decirle algo.

--- La empleada que estaba conmigo, se ve rara, hazla hablar y después deshazte de ella --- ordenó rápidamente a lo que Nicolás acato rápido y se fue por el camino que siguió la joven.

Suspiro pesado y minutos después escucho gritos desesperados y con ellos un disparo, ya nada le sorprendía a Mario, estos meses le sirvieron para acoplarse a su nueva vida, lo malo es que su hija también viviría lo mismo y no deseaba eso.

Pronto escucho pasos que se dirigían a el y supo quién era por la loción que se acercaba, era Armando.

--- Armando --- lo miro con una sonrisa y este le correspondió de la misma manera.

--- Nicolás me dijo que una de las empleadas se veía rara, tenías razón, me comentó que logro sacarle para quien estaba trabajando, le quito todo y después de humillarla la asesino --- lo dijo como si nada.

--- Si, escuché sus súplicas inútiles y el disparo --- miro la mesita del centro con detenimiento ---, ¿Quién era el involucrado? --- pregunto viendo a los ojos.

--- Michel Doiniel --- aquello sorprendió a Mario, ¿Lo decía enserio?

--- Bromeas, ¿Cierto? --- Armando negó y no supo cómo reaccionar ---, ¿Crees que haya sido por la muerte de tus padres? --- le pregunto de inmediato.

--- Lo más seguro es que si, pero también tengo mis propias teorías --- se quedó callado un momento ---, ¿Notaste extraña a la empleada? --- aquella pregunta desconcertó a Mario y se quedó pensando un poco sobre eso.

--- Ya que lo preguntas, si, ella estaba casi pegada a mi como chicle aunque estuviera Patricia a mi lado, ella también se sintió incómoda con ella a un lado de ambos --- le contó lo que sabía.

--- Eso lo confirma --- Mario no comprendió lo que quiso decir con eso.

--- ¿De qué hablas Armando? --- ladeo la cabeza extrañado.

--- Lo que dijo ella es que le habían mandado para saber acerca de ti, todo lo que te gustará y odiaras, no había fallado hasta ahora que se delató por sus nervios --- eso tenía sentido, por suerte no dijo nada y Patricia tampoco cometió ninguna imprudencia debido a que no confiaba en ella.

--- Ahora lo comprendo todo, que bueno que ni Patricia ni yo no cometimos ninguna imprudencia --- suspiro aliviado pero le llegó otra duda ---, pero, ¿Qué pasará ahora con su alianza? --- eso le preocupo un poco.

--- Nada, no disolvere nuestra alianza mientras no se pase de la línea o de lo contrario no dudaré en usar la fuerza --- lo dijo seriamente y Mario le creyó.

--- Armando, no creo que sea idiota como para delatarse a si mismo y pasar los límites permitidos y si lo hace, estaremos preparados para todo --- le dijo tomando su mano mientras le daba un beso en los labios.

Armando abrazo a Mario y así se quedaron un buen rato, todo eso fue visto tanto por Patricia como por Nicolás pero no sé atrevieron a interrumpir el bello momento.

Si que ambos detonaban un amor puro y sincero, ese amor iba a perdurar por mucho, mucho tiempo más.

24/03/2022

Mi Lindo Narco [ArMario]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora