El bonito muchacho lloraba a todo pulmón mientras sentía cómo su nívea y virgen piel iba siendo tortuosamenteprofanada por el largo cuchillo.
-Shh -colocó su índice sobre los labios del chico, mandando a que guardara silencio- lamento no poder darte algún anestésico, pero necesito que la carne esté libre de químicos para mi princesa.
Él rió, y el muchacho de cabellos plateados exhaló un último aliento
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Buenas noticias, amor.
Heeseung llegó al jardín trasero, donde el menor gustaba de pasar sus tardes.
Jungwon lo miró a los ojos, invitándolo silenciosamente a proseguir.
-He encontrado la carne que me has pedido hace días -informó- sólo debo ir por ella.
-¿De verdad? -cuestionó en un murmuro, como ya había acostumbrado.
-Por supuesto -asintió- sólo necesito ir por ella.
-De acuerdo.
Heeseung volvió a asentir.
-¿Qué te pareces si preparas un postre para la cena?
Jungwon le sostuvo la mirada.
-Bien.
Terminó por contestar, robando de los carnosos labios de lee una sonrisa de satisfacción.
-Excelente, corazón -se acercó al rostro del menor- entonces no pierdo más al tiempo, iré en busca de tu carne -besó la mejilla del azabache- sólo lo mejor para ti, mi princesa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El joven Japonés tenía la mirada perdida y los ojos vidriosos.
Había llorado toda la noche y lo que llevaba del día luego de haber recibido aquella llamada.
-Ni-ki
Escuchó como lo llamaron.
Levantó vista y se enfocó en su hermano mayor, quien lo miraba con pena.
-Me han entregado el cuerpo -mordió su labio inferior, dudoso- los resultados de la autopsia y el modus operandi indican que fue una víctima más de--
-Yeonjun hyung -lo interrumpió- prométeme algo.
El mayor lo miró.
-¿Qué sucede?
-Prométeme que, cuando lo atrapen, me dejarás matar al hijo de puta.
-Ni-ki...
-Yeonjun, voy a matar a ése maldito bastardo, con o sin tu ayuda.
El policía vio a su hermano menor levantarse del sofá y abandonar la sala de la comandancia.
-¿Cómo se lo tomó?
El mayor de los hermanos levantó la mirada y la centró en su compañero.
-Su prometido fue secuestrado y asesinado, todo en menos de dos días, ¿cómo crees que se lo tomó?
Beomgyu suspiro.
-Lo lamento.
-No, lo lamento yo -yeonjun bajó la mirada- esto ha sido muy chocante para mí; para toda mi familia, de hecho.
El mayor se sentó a su lado y coló una mano en su hombro.
-Ésto es difícil para todos; una víctima más y nosotros ni siquiera nos acercamos a un posible sospechoso.
Fue el turno de Yeonjun de suspirar.
-Estoy cansado -se puso de pie- iré a casa y luego al departamento de Ni-ki, iniciaré los trámites para poder dar una digna sepultura a mi cuñado.
Choi se puso de pie igual y asintió.
-Si necesitas algo, no dudes en llamarme.
-Lo haré, gracias. Hasta luego, jefe.
Por otro lado.
Ni-ki salía de la estación de policía con más lágrimas abandonando sus ojos.
Pero alguien lo detuvo.
-¿Nishimura Riki?
El aludido miró a aquel hombre que lo llamaba.
-¿Qué quiere?
-Vengo aquí por lo que le pasó a tu prometido.
Ni-ki lo miró, ahora furioso.
-¿Qué mierda quieres? Yo--
-Vengo aquí porque a Kim Sunoo le ocurrió lo mismo que a mi novio, Park Sunghoon. Ambos fueron asesinados por el mismo bastardo.
