4. Paz

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Argentina:                  Tiago

Lit me llamo y me dijo que fuera a la casa de la mamá de Lin a las 7 osea dentro de 2 horas.

-Vieja hoy iré a la casa de Lin-
-Claro hijo-

Mi hermana de metiche hablo.

-Puedo ir con vos?-
-No nena-
-Anda boludos-
-No, y no sigas jodiendo-
-Anda!!!!- me suplico-

Para que no siguiera molestando le dije a la fuerza que si.

Fui un rato a mi habitación para escuchar musica, tenía un tema escrito pero aún no lo puedo sacar ya que mi vieja me lo pidió.

Aeropuerto de Argentina:.          Lincy

Eran las 5:30 de la tarde y estaba en el aeropuerto de Argentina, al fin llegué.

Le hable a mi vieja y está contesto.

-Hola-contestaron desde la otra linea-
-Vieja hola, ammm ya estoy aquí-
-Cariño eso es magnífico¿Quieres que valla por vos?-
-Eh no vieja yo voy para allá-
-Esta bien corazón, aquí te espero-

Cortamos la llamada y salí de el aeropuerto, pare un taxi, le di la dirección a la que quería que me llevara y este asintió y empezó a conducir.

Mientras iba en el camino hacia casa, vi las partes de Argentina.

Sus barrios, sus canchas, su gente y por fin sentí que estaba en casa.

Tardamos 30 minutos en llegar y volví a ver mi casa, aquella color carmesí con 2 ventanas al frente y una puerta color café.

El patio con algunos juguetes y la terraza con las sillas donde solía sentarme con los chicos a charlar.

No pude evitar soltar una que otra lágrima, estaba frente a mi casa, frente a muchos recuerdos, tantos buenos como malos.

Aquella en la que pase mi infancia y aquella en la que cree recuerdos con los chicos.

El taxi ya se había ido y yo solo me quedé parada frente a la casa, no podía dar un paso ya que está tratando de ver detalladamente cada detalle de esta, cada grieta, cada descolorida y cada rayón de mi hermana, si así pisando Argentina me sentí en casa, ahora más que nunca se que lo estoy.

Camine con maletas en mano hacia la puerta y con el corazón en la mano toque la puerta.

Toc toc!!

Pasaron segundos para que la puerta se abriera y dejará ver a la mujer que me dio la vida.

-Vieja- dije en tono suave-
-Mi hija- dijo también con un tono suave-

Me abrazo y en este sentí mucha paz, sentí lo que no sentía hace meses.

-Te estábamos esperando- dijo una voz muy linda-
-Nina, mi niña- dije abrazandola-

Ella me lo regreso con un amor que me hacía falta sentir, amo a estas dos mujeres que me han dado la fuerza para seguir adelante.

Finalmente sentí esa paz recorrer cada centimetro de mi cuerpo, cada fibra de mi ser, mi alma rota se volvió a unir y mi ánimo volvió a ser el mismo en tan solo cuestión de segundos.

Mi representadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora