CAPÍTULO 21

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OCTUBRE 2020
AINA

Estábamos sentadas en el sofá. Cele me miraba estupefacta mientras le contaba todo lo que había sucedido la noche anterior. Había perdido la virginidad y mi mejor amiga tenía que ser la primera en saberlo.

Ella con Vinnie había hecho cosas pero no habían llegado al acto sexual. Me explicó que aunque tuviese confianza con él quería estar segura cien por cien para que no le pasase lo mismo que con su ex.

– Él no es como Hugo tía. Estoy segura de que no te va a dejar. Se le ve muy volcado en la relación. - dije pasandole la mano por la espalda.

– Yo tampoco lo creo. Pero cuando la situación requiere más, me invade el miedo. Se lo he explicado y me entiende, dice que no tiene prisa y va a esperar hasta que esté segura.

– Es un amor de persona. Tómate el tiempo que necesites, lo bueno tarda en llegar – sonreí y le guiñé un ojo.

Iba a responder cuando sonó su móvil.

– Hablando del rey de Roma – sonreí al ver en su pantalla el nombre de Vinnie.

– No puede vivir sin mi. No hace ni dos horas que nos ha dejado aquí – dijo echándose a reír.

– Que creída – puse los ojos en blanco – Anda, cógelo. Voy mientras a mi habitación a empezar el trabajo que tenemos para la semana que viene.

– De acuerdo, ahora seguimos hablando – se fue hacia su habitación todavía con la llamada entrante.

Me puse a buscar información en mi ordenador para el dichoso trabajo. No me disgustaba tener que hablar sobre la nutrición, pero me daba bastante pereza. Hice un esquema para organizar los puntos que iba a tratar y al rato entró Cele.

– He encontrado un montón de cosas. - dije de espaldas a ella cerrando las páginas de Google. - He pensado que tu puedes hacer la parte de...

– Aina – me interrumpió. La miré y fruncí el ceño. Su semblante estaba muy serio, no era normal que se pusiera así después de una conversación con Vinnie.

– ¿Pasa algo? - pregunté preocupada. Se sentó en la cama y la imité poniéndome a su lado.

– Los abuelos de Nils y Vinnie han tenido un accidente de coche. - no nos habían contando gran cosa sobre su situación familiar, pero por lo poco que sabía podía decir que sus abuelos eran de lo más importante que tenían.

– ¿Les ha pasado algo?

– Han muerto. Hace dos hora. - dijo en voz baja. Me llevé las manos a la cabeza y respiré profundamente.

– ¿Sabes algo más?

– Están de camino a Milán. Los han avisado justo al dejarnos en casa y han cogido un vuelo de inmediato. - explicó agachando la cabeza. - Eran las única familia que les quedaba. Ya sabes que la relación con su madre es casi nula. Solo se tienen entre ellos. No podemos dejarlos solos ahora.

– Claro que no podemos. Tenemos que hacer lo posible por ayudarlos. - dije cogiendo mi móvil para mandarle un mensaje a Nils.

– No creo que podamos hacer nada hasta que vuelvan.

– ¿Y te ha dicho cuando vuelven?

– No. No sé cuanto tiempo tendrán que estar allí. Me imagino que tendrán que resolver algún papeleo o no sé. - dijo masajeandose las sienes. - No sé que se hace en esos casos.

– Está bien. - dije sin intentar perder la paciencia. Yo tampoco sabía que se hacía en esos casos, no había pasado por nada parecido. Solo sabía que tenía que darle mi apoyo a Nils de alguna manera.

– Voy a darme una ducha, luego hablamos – dijo saliendo de mi habitación.

Cerré el ordenador y me senté en la cama con la cabeza entre las manos. Me sentía mal por él, debía ser muy duro perder a alguien importante. Le escribí un mensaje diciéndole que tenía mi apoyo, pero no le llegó. No quise mandar ninguno más, tampoco quería agobiarlo. Esperaría a que viniese para demostrarle que juntos podía superarlo mejor.

NOVIEMBRE 2020
NILS

Estaba destrozado.

Después de tres semanas aún no me creía que había perdido a las dos personas mas importantes de mi vida para siempre.
Todavía resonaban las palabras en mi cabeza.

"Choque frontal con otro vehículo en la autopista. Muerte en el acto."

Me estaba volviendo loco. Había tenido incluso algún ataque de ansiedad, pero gracias a mi hermano seguía en pie. Él también estaba bastante afectado, pero estaba contando con el apoyo de Cele incluso desde la lejanía. El día del accidente, vi un mensaje de Aina preocupada, mostrándome su apoyo, pero no pude contestarle. No tenía fuerzas para dar explicaciones ni para hablar con nadie.

Con ella me había sentido increíblemente bien, incluso había apostado por nosotros. Pero después de eso, no me veía capaz de dar el cien por cien de mi. Ella se merecía a alguien que estuviese a su altura y con sus mismas ganas. No quería hundirla conmigo ni arrastrarla al agujero oscuro en el que me encontraba en ese momento. Había seguido mandándome mensajes a diario.

Era realmente buena, aún sin contestarle, en ninguno me pedía ninguna explicación y simplemente me decía que podía contar con ella cuando estuviese preparado. Mi mayor miedo era tenerla para después perderla. Todas las personas que había querido en mi vida acababan desapareciendo. Primero fue mi padre. Con los años mi madre, que era como si no estuviera, y por último mis abuelos. Solo me quedaba Vinnie. No quería querer a otra persona porque sabía que finalmente se iba a acabar alejando de mí. Y no podía volver a sentirme de esa manera.

Me dolió muchísimo tomar la decisión de alejarme de ella, pero pensé que era lo mejor para los dos.

***

Estábamos llegando a casa después de tres largas semanas arreglando algunas cosas que mis abuelos habían dejado pendientes. Vinnie iba a mi lado, escribiendo con rapidez en su móvil.

– Aina te manda besos. - dijo mirándome. Agarré el volante con mas fuerza y no contesté. A parte de mandarme mensajes a mí, le escribía a mi hermano para ayudarlo y de paso mandarme recuerdos. - Sabes que tienes que darle alguna explicación, ¿no?

– Si. Mañana iré a su piso - contesté friamente. Lo menos que podía hacer era dar la cara y dejarle claro la situación en la que estabamos.

– No entiendo porque no aceptas su apoyo. Estoy seguro que con ella lo vas a superar mejor. No sabes lo bien que viene tener a alguien que te quiera y te ayude.

– No necesito ayuda de nadie. Además, ¿de qué me sirve su ayuda? ¿Para que luego me abandone como todos? - grité perdiendo la paciencia.

– No se porque dices eso. Aina no te va a abandonar, no se si te has dado cuenta pero esa chica realmente te quiere. - dijo sin alterarse.

– Vinnie, nada dura para siempre. Ni nada ni nadie.

– Te estás equivocando. Que papá y los abuelos nos hayan dejado no significa que lo vayan a hacer los demás. Deberías darte una oportunidad a ti mismo y confiar tanto en ti como en ella. – no contesté y bajó su vista al móvil. - Espero que cuando te des cuenta no sea demasiado tarde.

Tenía miedo. Mucho miedo. No sabía si mi hermano tenía razón o no. El amor que estaba sintiendo por Aina era fuerte, pero el miedo le ganaba. Y para mi, el miedo era mas fuerte que cualquier otro sentimiento. Y más si estaban relacionados entre si.

Miedo a amar. Ese era el pensamiento instalado en mi.

TENTACIÓN [+18]  [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora