CAPÍTULO 24

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DICIEMBRE 2020
NILS

Nochevieja.

No tenía ganas de nada. Ni de celebrar, ni de ver a mis amigos, ni de comer... solo me apetecía dormir todo el día. Me aliviaba saber que iba a ver a Aina.

Aunque hubiese pasado todo este tiempo de ella, en el fondo agradecía que siguiese preocupándose por mi.

Me sentía realmente mal por haberle dicho todas esas mentiras aquel día en su casa. No le dije la verdad porque seguramente no me hubiese entendido, así que preferí inventar una excusa de mierda. Admiraba su forma de ser y su paciencia. Yo también hubiese hecho lo mismo por ella si hubiese sido al revés, pero me dolía demasiado no poder darle lo que necesitaba.

Seguir alejado de ella se estaba convirtiendo en un sufrimiento cada vez mayor. Verla sonreír y acercarse a mí sin importarle nada hacía que quisiese refugiarme en ella para toda la vida. Pero era complicado. Seguía teniendo miedo de que pudiese perderla en un futuro y si eso pasaba no iba a salir adelante con facilidad.

Me estaba vistiendo cuanto tocaron a la puerta de mi habitación.

– Pasa – grité.

– Me alegro de que hayas decidido cenar con nosotros – dijo Vinnie acercándose a mi.

– Después de que me hayáis estado obligando durante dos semanas, no me queda otra ¿no? - hablé mientras me ajustaba la camisa en el espejo del baño.

– Necesitas despejarte. Sé que es difícil, a mi también me está costando. Pero si no estamos juntos va a ser peor. - dijo mirándome por el espejo. - Es hora de que empieces a hacer tu vida de nuevo. Eres joven, no puedes quedarte aquí para siempre.

– Ya.

– Quiero que volvamos a ser los de antes. Hacer planes, hablar...

– Nuestra relación no ha cambiado – dije frunciendo del ceño.

– Indirectamente sí. A mi me afecta verte así y no es lo mismo cuando quedamos todos y no estás tú.

– Bueno ya voy a estar hoy.

– No quiero que sea solo hoy. Espero que esta noche sea un nuevo principio para ti. - me puso una mano en el hombro. - Ya verás que alegría se llevan los demás cuando te vean abajo.

– Ve a vestirte anda. - me giré hacia él. - Gracias.

– Nosotros siempre nos vamos a tener, hermano – dijo dándome un abrazo. Se lo devolví con la misma fuerza y luego lo empuje riéndome. - Me haces ponerme sentimental, imbécil – dijo riéndose también. - Ahora nos vemos.

Salió de mi habitación y me quedé sentado en la cama un momento.

Mi hermano también había estado apoyándome mas que nadie. Daba gracias a la vida por tenerlo, sin él no habría podido seguir. Me tomé enserio sus palabras, es verdad que habíamos intercambiado mucho menos este tiempo. A partir de esa noche iba a intentar estar a su lado como antes. Entre los dos sería más fácil superar los malos momentos.

***

Tocaron al timbre y abrió Vinnie. Yo me quedé al lado de la chimenea que habíamos encendido para caldear la casa.

Las primeras en llegar fueron Cele y Aina. Siempre tan puntuales.

Cele llevaba un vestido plateado con brillo que le llegaba por los muslos. Estaba guapísima, mi hermano no se había equivocado fijándose en ella.

Pero Aina... Ella parecía que venía de otro mundo.

Llevaba un vestido negro largo con una apertura a cada uno de los lados que iba desde su cadera hasta su tobillo. La parte de arriba le hacía un escote perfecto, sujetado por dos tirantes finos. Le quedaba espectacular. Llevaba unos tacones rojos de infarto. Casi había crecido dos cabezas más. Llevaba el pelo suelto con ondas muy naturales que le caían por la espalda. Sus ojos estaban pintados con sombras oscuras, dándole intensidad a su mirada. Sus pómulos bien marcados y sus labios rojos y perfilados.

TENTACIÓN [+18]  [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora