Pista 4. Hedonist.

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°°Soy la serpiente aquí para tentarte con fruta prohibida.
Me encanta tu mirada cuándo te estoy tentando.
Esta es la parte de mí que rogaste te dejará ver.
Esa parte de mi que haría cualquier cosa
para conseguir lo que necesito.
Tú pusiste el arma en la cabeza,
todo lo que hice fue tirar el gatillo.°°

°°

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Parecía un pequeño ratón confundido, a punto de ser devorado por una serpiente, la sola idea de quebrar ese semblante inexpresivo, me hacía erizar la piel.

—No hay forma de volver atrás, ¿Lo entiendes?.-sonreí falsamente girando la llave en mis manos.—No debiste venir conmigo.-susurré mientras sus ojos se abrían completamente, de par en par, aterrados, comprendiendo la gravedad del asunto.

*Flashback*

Ahora que lo pensaba, ¿Estaba loco en verdad? Me moví por puro instinto al verla. La vi salir del apartamento de Hakkai, no me gustaba verla de esa manera, sonrojada y un poco alegre.

De nueva cuenta, la seguí por puro instinto, ¿Qué me movía a frecuentarla? Tal vez si era una obsesión como la llamaron Koko y Kakucho, pero también si lo era, quería averiguar el porqué.

Porque solo recordaba su rostro, porque me importaba tanto verla.—Tengo que irme, empezará pronto...-susurré mirando mi reloj, había comprado entradas a la galería de Natsumi Fujiwara, una destacable artista.—Adelante, la exposición comenzará en media hora, pero la tienda está abierta.-

Miré alrededor, la tienda era un pequeño cuarto por separado, pero me detuve al verla ahí, ¿De nuevo tenía que soportar esa incomodidad que ella me generaba al verla. «Tómala.» esa voz en mi cabeza repetía constantemente aquello.

Y si, ¿Podía intentarlo? Si ella me seguía, me encargaría de ponerle fin a ese episodio de obsesión, últimamente no me dejaba dormir, ningún tipo de estupefaciente me calmaba esos nervios.

La puerta secundaria de la tienda, daba a un costado del jardín trasero, pasé cerca de su vista periférica, una vez afuera, encendí el cigarrillo, mi celular vibró.—Hola cariño~...-la odiosa voz de Ran sonó del otro lado de la línea, suspiré y sonreí un poco.

—Hola, cielo~...¿Ya me extrañas?.-pregunté y recibí risas.—¿Dónde estás, Sanzu?.-no me gustaba que esos dos siempre quisieran meterse en mis asuntos.—No te importa, Ran, volveré en un par de días.-preferí colgar antes de seguir cayendo en su trampa, después de todo, solo así sabían jugar esos dos.

Cuándo miré, ella está ahí, tecleando en su teléfono. «Detente...» mi mente me pedía eso, pero mi cuerpo simplemente no obedecía, avanzaba en su dirección, había decidido no verla más, cuatro años eran más que suficientes.

Red Room. [SANZU HARUCHIYO x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora