Red Room. [SANZU HARUCHIYO x OC]

Pista 25. Artificial Suicide.

°°Odias la forma
en la que tienes que verte.
Una cara desconocida
en la pantalla negra,
¿Puedes escucharme a través
del ruido blanco?
Repite solo las frases que te obligaron a leer,
"Si quiero ser genial,
no quiero ser yo." °°

★

Verla dormir, me tranquilizaba más de lo que podía pensar, ¿Por qué algo tan perfecto me seguía eligiendo a pesar de mis errores?. Acaricié su mejilla una vez más, sus pecas me parecían lindas, si tuviéramos hijos, ¿Tendrían sus detalles?

Me detuve abruptamente, yo no podía...mejor dicho, no quería tener hijos.—Pochi...-susurré pegando mi rostro a su cuello, tenía marcas de la noche anterior. Habían pasado ya dos semanas desde el incidente de Año Nuevo, ella fingía estar bien fuera de la habitación, pero conmigo....lloraba incluso estando dormida.

La sensación de perderla me atosigaba, me perseguía constantemente. Besé un poco más su clavícula y la escuché suspirar, mi cuerpo reaccionaba al suyo tan rápido que mi entrepierna comenzó a molestar, acaricié uno de sus pechos, era tan suave y esponjoso que no me cansaba de ellos, pellizqué suavemente sus pezones y soltó un suspiro más agudo, removiéndose fue abriendo los ojos.

El rubor avanzó desde la base de su cuello hasta sus orejas y mejillas, incluso su frente se tenía de rojo.—P-Pero...-la callé con un beso, su cálido aliento chocó con el mío y apreté su nuca, su lengua seguía a la mía tan bien que no quería parar. Me separé y le sonreí, su respiración era rápida, sus delgados brazos se enredaron en mi cuello y sonrió.

Esa maldita sonrisa que me daba era el mundo entero para mí, me deshice de su ropa interior y de un solo movimiento entré en ella, tan cálida y suave, sentí como apretaba mi miembro, hundí el rostro en su cuello y removió su cadera un poco.—¿Tanto quieres que me mueva?.-pregunté en su oído, soltó un gemido.—Por favor, Haruchiyo...-gruñí levemente y comencé a embestirla como si no hubiera un mañana.

Sus gemidos eran música para mí, sonidos que solo yo podía provocarle.—Más...más rápido...-sus uñas se enterraron en mi piel, jalé de sus piernas y las coloqué sobre mis hombros, sentí que tocaba algo con la punta de mi miembro en su interior, contrajo un poco la nariz, pero aunque le doliera, ella no diría nada, parecía...disfrutarlo.

Besé su pierna y comencé a moverme aún más rápido, me apretaba y retorcía su interior húmedo, podía volverme adicto a la sensación.—Voy a correrme...-susurró con la boca entre abierta, acerqué mi pulgar y ella lo lamió y succionó, me volvía loco la forma en como se volvía así en la cama.

Vacié todo en su interior mientras la veía arquear la espalda un poco por el orgasmo que llegaba a ella, me quedé unos instantes así, analizando su rostro, su frente brillaba un poco por el sudor, mi cabello se pegaba en mis mejillas.—Vayamos a bañarnos....creo que es momento de hablarte de mí.-