Red Room. [SANZU HARUCHIYO x OC]

Pista 13. What It Cost.

°°Quieres tomar y romper mi corazón
Ahora se mi lugar, se exactamente lo que eres...
Cómo el villano que no podría ser.
Yo no lo necesitaba, me necesitaba.
No pudiste cambiar, mira lo que costó°°

★

Di el último disparo y encendí mi cigarrillo, me sentía de mal humor y estresado, quería volver pronto y acurrucarme en el pecho de Pochi.—Buen trabajo, jefe.-el chico que era mi asistente me extendió una lista, aún quedaban muchos por eliminar.

La gente que era de Shion, estaba dispersa entre Kanto y Nagano, se movían como las ratas escurridizas que eran y eso me frustraba, no me gustaban las cosas molestas. ¿Qué estaría preguntándole Mikey? Bueno, el no me preocupaba, más bien eran los demás mosquitos alrededor.

Pude notar la clase de ojos que posaban los Haitani y el propio Koko en ella, aunque, ella dijo que se quedaría conmigo, eso significaba que no tenía de que preocuparme, las cosas irían bien si ella no establecía vínculos con nadie en Bonten. Pues el único vínculo que necesitaba, era yo, nadie más.

Noté también que Yuuki intentó decirme algo antes de ser interrumpidos por mi asistente, ¿Estaría ligado con el maletín que le di? Eran materiales de la mejor calidad, me había asegurado de ello, y los ojos brillantes y sonrojo que tenía con el desayuno, se grabaron bien en mis retinas, en verdad era bastante simple y fácil de complacer.

Sonreí sin darme cuenta, miré de reojo y el chico pelinegro desvió su mirada nervioso, tenía que ser más cuidadoso.—Manda gente a Nagano, es dónde más concentración de pandillas hay últimamente. Iré a informarle a Mikey que encontramos un clandestino y avisaré a Kokonoi, para que compre el lote.-el chico se apresuró y subí a mi motocicleta, cuándo iba solo era fácil moverme así, además me recordaba a los viejos tiempos.

«Tal vez debería subirla...» sonreí ante la idea de su cuerpo contra el mío, al llegar a casa, miré a Ran contra su auto, en cuánto me vió, sonrió malicioso, traía algo entre manos.—¿No debías estar en Minato?.-pregunté y el asintió.—Terminé mis asuntos pronto y volví a casa, resulta que el ambiente se vuelve cada vez más familiar...¿No lo notas?.-preguntó y fingí no escucharlo.

—¿Fuiste a molestarla?.-pregunté fingiendo una sonrisa, el me devolvió una aún más falsa.—Puede ser, puede que no...además no quisiera interrumpir tan enternecedor reencuentro.-me detuve y lo miré de reojo.—¿No lo sabías? Uy...finge que no lo escuchaste de mí, iré a reportarle al jefe, ¡Hoy te toca hacer la cena, no lo olvides!.-gritó escaleras arriba.

¿Reencuentro? Debió consumir algo de mi mercancía, aún así, algo se apretó duramente en mi pecho. En la habitación, no estaba.—¿Por qué me desobedeces, Pochi?.-pregunté apretando los puños, escuché voces pasando la sala, en la cocina.—¿Estará aún con Mikey?.-