Primer platillo

274 44 19
                                    

El sentimiento de iniciar algo y esperar una bomba de felicidad y éxito en ello no tenía precio, lo desastroso y doloroso de eso mismo era que al final no llegaba a ser como se lo imaginaban

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sentimiento de iniciar algo y esperar una bomba de felicidad y éxito en ello no tenía precio, lo desastroso y doloroso de eso mismo era que al final no llegaba a ser como se lo imaginaban.

Cuando alguien, una pequeña persona, inauguraba sus sueños de una manera pequeña pensaba que tal vez lograría crecer rápidamente y que sería fácil, comenzaba a imaginar su nombre siendo pronunciada por las personas, ser reconocido y adorado por la civilización. Ciertamente dolía cómo la mierda cuando ni los vecinos sabían su nombre.

Yeonjun vestía una simple camiseta de mangas largas, abotonada por completo, unos pantalones negros le hacían juego junto con unos converse del mismo color. Su mano sostenía un trapo húmedo que era frotando sutilmente sobre la madera de una redonda y pequeña mesa. Suspiró aliviado y a la vez desepcionado de acabar con la limpieza matutina, no eran más que cinco mesas que tenía que limpiar.

— Buenos días, Hyung — se escuchó una suave voz junto con el tintineo de una campanita, indicando que alguien había ingresado al lugar.

— Buenas noches, Beomgyu — bromeó escurriendo el trapo, probocando que chorros caigan en una cubeta pequeña — hace quince minutos que abrimos e incluso te desperté temprano ¿qué excusa me tienes?

Beomgyu sonrió, dejando su mochila en la pequeña cocina del diminuto restaurante. Tanto el comedor como la cocina eran separadas solamente por una delgada pared.

— Hyung~ no hay necesidad de llegar tan temprano, nunca viene nadie a estas horas — dijo tratando de justificarse a su vez que trataba de bromear pero su voz se escuchó triste y desanimada.

— ¿Qué tal si hoy viene un grupo grande de gente? ¡no puedo atenderlos yo solo! debes venir temprano Gyu, deberías venir incluso conmigo — vació el contenido de la cubeta en un lavamanos, el agua encontrándose casi cristalina ante la poca suciedad de las mesas.

Y claro, si nadie comía en estas no había justificación para que se encuentren sucias.

Beomgyu suspiró. Yeonjun quería mucho este sueño, lo quería más que él mismo y no se sentía con las fuerzas de decirle "Hyung, no hemos tenido ningún cliente desde que abrimos". Yeonjun era muy positivo, logrando encontrar el lado bueno y soluciones a tormentas sin fin, eso era muy admirable de él pero sin duda algo triste también, Yeonjun no se rendía si no conseguía algo y eso llevaba a su desgaste físico y emocional, diciendo que estaría bien cuando consiga sus metas.

Y no mal entiendan, Beomgyu ama también este inalcanzable sueño, solo que él es más apegado a la realidad, es más consiente de que como algo puede salir bien puede salir mal. Él, a diferencia de Yeonjun, se prometió no ilucionarse de más, que si lo conseguía estaría igual de satisfecho tanto como si no lo hacía, él sabe que hizo todo lo que estuvo en sus manos.

Conocer a Yeonjun fué de mucha ayuda para Beomgyu, él fué el pilar de cada noche en vela y cada que regresaba a casa con solo unas monedas. Yeonjun era más que su mejor amigo, era como su hermano.

Taste to you • SoojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora