𝐒𝐚𝐛𝐨𝐫 𝐚 𝐭𝐢 | Tener el negocio de tus sueños no era algo fácil.
Yeonjun adoraba la gastronomía, deleitar a las personas con su comida siempre fué de sus cosas favoritas. Levantar su propio restaurante no fué tan difícil como hacerlo reconocid...
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Era tarde ya y todo el equipo había partido a su casa con el estómago satisfecho y el paladar en el paraíso puro al probar la exquisitez de sabores.
Kai se había ofrecido a ayudarlos a limpiar y ordenar de nuevo el restaurante pero ninguno de los dos se lo aceptó, lo mandaron directamente a casa y se despidieron de él con un cariñoso "hasta mañana".
Por otro lado, Taehyun y Soobin no solo se ofrecieron sino que dejaron en claro que no aceptarían un no ni una queja por respuesta así que ahí estaban, Beomgyu y Taehyun arreglando la parte del comedor y Soobin y Yeonjun limpiando la cocina.
— Lo siento si te dimos trabajo extra, deberías estar descansando en tu casa ahora — Soobin le dijo mientras fregaba los platos.
— Nada de eso, a todos les gustó la comida y no podría estar más feliz después de verlos chuparse los dedos — una sonrisa ladina apareció en su rostro, totalmente satisfecho consigo mismo.
— Ya te he dicho que tu comida es la mejor, no sé por qué aún dudas.
¿Por qué se escuchaba más bonito si venía de Soobin?
Yeonjun sintió sus mejillas rojas mientras terminaba de guardar algunos recipientes y utensilios. Estar con Soobin era muy cómodo y lo llenaba de energía a pesar de sentirse casado después de un ajetreado día.
— Me recuerdas a Tiana.
— ¿Eh? — Yeonjun volteó a verlo, observando como Soobin se secaba las manos después de terminar con su labor.
— Que me recuerdas a Tiana, ya sabes, de la princesa y el sapo.
Yeonjun se rió despacito, pensando en algún rincón de su mente que no le molestaría besar a un sapo si este se convertía en el apuesto príncipe que tenía enfrente.
— ¿Por qué te recuerdo a Tiana? — cruzó los brazos, divertido con la conversación.
— Por tu amor a la cocina, por todo lo que has luchado para llegar hasta aquí — Soobin se acercó y acarició suavemente el cabello azabache — es admirable todo tu trabajo y tu esfuerzo, sé que Beomgyu también se merece el crédito pero me es inevitable no pensar solo en tí cuando la palabra superación se me viene a la mente — tomó las manos más pequeñas, enterneciendose con la diferencia de tamaños — eres como ella, no descansando hasta lograr lo que te propones. Te conozco hace poco pero puedo decir que ya estoy muy orgulloso de tí.
Yeonjun sentía las lágrimas acumularse en sus ojos, eso era lo único que necesitaba oír para recargar sus energías y seguir luchando como hasta ahora. Soobin era muy bueno para él y por ningún motivo lo iba a dejar ir.
— Muchas gracias, Soobin, yo realmente no sé que decir — apretó las manos del rubio, intentando transmitirle lo cálido que su pecho se sentía por sus palabras tan bonitas.
— Solo di que me permites ser tu príncipe Naveen.
Yeonjun lo miró incrédulo, con los ojos abiertos y los labios separados.
