Cuarto platillo

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Yeonjun ya no estaba tan seguro de esto

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Yeonjun ya no estaba tan seguro de esto.

Ya se había creado un perfil nuevo, dejando abandonado los otros ocho anteriores. El remordimiento ya no era tal que no lo deja dormir por las noches al saber que era el causante de muchas desilusiones pues la sonrisa y sonidos de satisfacción de las chicas hacían que todo sentimiento negativo se disperse cual arena en el viento.

Sus dedos se encontraban en el teclado de su computadora pero sin poder presionar ninguna de ellas aún, eran las nueve de la noche o quizá las diez, no dudaría que llevaba una hora ahí sentado mientras decidía si abortar la misión o prevalecer. No era una conversación normal como había tenido con otras chicas, esta era diferente, era con un hombre.

Un hombre llamado Choi Soobin.

Logró hacer match con él en poco tiempo, lo que le sorprendió un poco pues esta vez usó alguno de sus verdaderos gustos en su información aunque claramente cambió su nombre y su aspecto, robando una foto de alguna persona al azar que le apareció en Internet.

Sentía sus manos sudar.

Estaba a nada de abandonar todo e intentar seguir con su negocio con los pocos clientes que ya tenía pero justo cuando quiso dejarlo todo un "hola" apareció en la pantalla de su computadora. Yeonjun escribió un hola de regreso, sin saber qué más hacer pues era la primera vez que hacía este tipo de cosas.

Yeonjun llegó a la conclusión de que si citaba a un chico este le haría el favor de llevar a sus próximas citas a su restaurante y ya no tendría que seguir haciendo este malévolo trabajo, su plan era encontrar a un chico bisexual pues él se puso a sí mismo como hombre, no sabría cómo actuar si se pone un perfil de mujer. Siendo el sujeto bisexual tendría la variedad de invitar a los dos géneros haciendo que poco a poco se vaya expandiendo más y más el nombre de su pequeño restaurante.

Facilísimo ¿verdad?

Pues no, no era fácil. Jamás se puso etiquetas, él se concideraba heterosexual pero jamás se puso a pensar en ello con profundidad, nunca había tenido una novia y no recuerda haber sentido atracción alguna hacia una chica, sus planes de montar su propio restaurante venían desde que era muy pequeño por lo que era lo único que su mente pensó hasta el día de hoy.

Pero volviendo al presente.

Yeonjun debía admitir que el chico era agradable, él se esmeraba en hacer todo la conversación soltando preguntas al azar que desencadenaba otras preguntas haciendo que la plática se plorongara y nunca muriera, era lindo. Sin embargo, su cerebro estuvo atento todo el tiempo para poder meter a su restaurante por si la invitación a una cita se hacía presente.

Cabe destacar que con este chico se dejó llevar más que con las otras mujeres con las que habló, fué extrañamente fácil olvidar por ratos su principal propósito de no ser por la ansiada pregunta desde que comenzó la platica.

Taste to you • SoojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora