capitulo 17

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El viaje de regreso a New York fue incómodo, entre Valentina, Gonzalo e Ian observándome. Él cree que debe cuidarse de Ian, pero su verdadera amenaza es Gonzalo.                                                   

Sergio me acompañó hasta mi apartamento, Valentina y macarena decidieron dejarnos otro día libre en la empresa, por lo que acordamos en relajarnos viendo películas. Es un alivio no presenciar la tensión que genera dos de los tres hombres importantes de mi vida.

— ¡Hogar dulce hogar! —canturreo alegre. Estoy agotada después de tremendo viaje—. ¿Por dónde empezamos nuestro día de relajación?

— ¿No deberíamos desempacar? —Sergio siempre arruinando mis ilusiones. Me pregunto, ¿va a regresar al club para ver a Ariana? Puede que la respuesta sea que sí—. Ve a cambiarte, en lo que selecciono la película y trata de no demorarte demasiado, ¿sí?

—Está bien. ¿Pero no te vas a cambiar de ropa? —La habitación de invitados, tiene equipado algunas de las pertenencias de Sergio. Decidimos hacerlo en ambas casas, cuando fuera nuestro día relax o simplemente cuando él quisiera dormir aquí—. Debemos esperar a Annie, no tardará en llegar.

Desde que somos amigas no hemos tenido una reunión de los mejores amigos, ella también debe ser incluida en nuestro plan, pues forma parte de nuestra amistad, incluyendo a su novio.

—Claro. Pero está vez me toca escoger la película —comentó Sergio.

Por supuesto, ¿encargas la comida? —cuestione. Espero que diga que lo hará, porque me siento muy cansada como para hablar con alguien en este momento.

—Eso ni lo dudes Juli. ¿Pizza, comida china o pasta? —pregunta. Es por eso que le quiero tanto, porque me conoce como yo a él, ambos nos gusta alimentarnos bien—. ¿Te he puesto en un dilema?

Se ríe. La ocasión pasada le hice lo mismo, pero ambos sabemos lo que voy a pedir. Le devuelvo la sonrisa, junto con mi mirada divertida, Sergio arquea una ceja, quiere saber qué es lo que decidí y con gusto lo hare.

— ¿Por qué limitarse a pedir una simple cosa, cuando podemos encargar todas? —No era una pregunta como tal, más bien era como una afirmación de algo que ya estaba decidido. No me gusta complicarme tanto a la hora de elegir una comida.

— ¡Todas! Eres una comelona de lo peor, nena y para colmo yo tengo que sacrificar mí escultural cuerpo, para ayudarte —bromea.

— ¡Oh por favor! ¡Si te comiste toda la comida de la semana pasada! —contraataque. Por eso en esta ocasión debemos pedir un gran abastecimiento de comida, porque viene Macarena y Annie.

— ¡Me ofendes! —Hace un gesto de indignación. Prácticamente me echó a reír después de su tan terrible actuación y él me secunda, me encanta los días de amigos aquí nos dejamos de ser gente responsable para convertirnos en adolescentes—. Anda a cambiarte, yo encargo de todo.

Es un amor de amigo. Le agradezco a Dios de mandarlo a mi vida, después de cortar lazos con los di Gío. Perder a Ian me destrozó mucho. Me alejo en dirección a mi habitación, le oigo hablar para pedir nuestra comida.

— ¡No te olvides de pedir los postres! —Le grito.

— ¡Eres insufrible! —contesta. Niega con la cabeza. Yo sé que me ama, pero nunca lo dirá.

— ¡Yo también te amo! —respondo, antes de meterme en la habitación.

Lo primero en desaparecer son los malditos tacones que ya me habían cansado. Mientras decido que voy a ponerme, tomo el teléfono de Ian. Le voy a invitar a que venga, también quiero recuperar el tiempo perdido, no importa si a Valentina no le guste que sea su amiga.

SEDUCIDAS POR LA NOCHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora