Valentina Carvajal
La mirada de mí mujer cambia radicalmente. Ahora es fría y distante. No puedo saber que va a tramar. Juliana siempre me sorprende y cuando creo que va a ser algo, siempre hace exactamente lo contrario, pero en está ocasión esa mirada me da un indicio que yo voy a recibir su castigo.
Dejo de besarla y ella resopla de frustración. He intentado ganarme su confianza y sé que la poseo, sin embargo voy a hacer todo por ganarme su corazón. Se dice que el corazón siempre es último en poseerse. Cielo, yo prometo que voy a lograrlo, así sea lo último que haga. Cualquier mujer desea que su pareja sea la que del primer paso, pero Juliana, desea que no lo dé. Es como si ella está huyendo de algo que padeció en otro momento de su vida.
— ¿Qué sucede, Valentina? —pregunta desconcertada.
Quiero decirle lo que he visto en su mirada, pero algo me dice que va a negarlo todo, por lo cual, lo único que me queda responder es una mentira.
—Recordé que tengo una junta muy importante mañana —contesto mientras tomo mi bóxer para ponérmelo.
Juliana me va a cortar los huevos por hacer esto, pero es un riesgo que debo tomar. Ella no siempre puede salirse con la suya, debe aprender que yo también puedo jugar si lo deseo. Voy a iniciar una dominante seducción entre ella y yo y que gane quien sea la mejor.
— ¿En serio, Señora Carvajal? —Puedo sentir como ella va perdiendo los estribos.
Juliana no es de esas mujeres que les gusta perder ante los demás y yo no estoy dispuesta a ceder. Juliana busca en el suelo su ropa. Una vez que la encuentra se comienza a vestir—. ¡Gracias por nada, idiota!
Sale de la habitación dando un fuerte portazo. Me duele hacerle eso, pero no puedo dejar que ella me tenga en sus manos. Si vamos a tener una relación, ambas debemos necesitarnos y no solo una parte de la pareja. Termino de cambiarme y salgo del cuarto. Veo a los amigos de mi mujer platicando cómodamente. Al parecer ninguno de ellos se percata de nuestra discusión. Me acerco a ellos para despedirme.
— ¿Fuiste muy dura con ella? —pregunta Ariana. Es una chica muy curiosa, pero no tiene miedo de hablar. Me cae bien, al igual que su hermana.
—Pues...
Dejo la frase a medias pues una pareja me distrae con su baile. Ellos parecen que están teniendo sexo con ropa. La mujer se da la vuelta y puedo reconocerla de inmediato. Es ella...es mi chica. Ver eso, me provoca ir a romper la cara del tipo que la está manoseando, pero sobre todo lo que siento es dolor y decepción. Juliana me ve y comienza a menear las caderas sobre él, le sostengo la mirada. Si cree que voy a ir por ella, ya verá que se equivoca. Me giro para despedirme de la pareja.
—Ari, ¿te puedo pedir un favor? —Es momento de llevar un plan que vengo pensando durante unos cuantos días atrás.
—Claro. ¿De qué se trata? —pregunta con mucho interés.
—Sergio, ¿ me la puedo llevar por unos minutos?
—No, ella es mía —dice serio. No sé si está bromeando o de verdad es que piensa que quiero algo con ella.
Arqueo una ceja y él comienza a reírse. Ahora sé que bromea. Ariana me acompaña al donde hay unas mesas desocupadas y tomamos asiento.
— ¿Y bien? —Ella tan directa.
—Mira, necesito que me ayudes con un plan que tengo en la mente…—le explico todo lo que quiero hacer. Ariana contiene la risa por lo que estoy diciendo, pero sé que ella va a ayudar y más porque Juliana no le cae tan bien.
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SEDUCIDAS POR LA NOCHE
FanfictionJuliana Valdez es una mujer fuerte, dominante, fría e independiente, su vida está dividida entre su trabajo y su pasatiempo favorito... ser una domme un club para prácticas BDSM llamado Burlesque. Ella no busca una relación permanente, pero eso se...