Capítulo 7

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— ¿Qué haces aquí, Hoseok? — le sorprendió encontrarse a su hermano en la puerta de su departamento.

— Quería hablar contigo.

— ¿Y no pudiste hablar conmigo durante la fiesta? Estoy agotado.

Había vuelto de casa de sus padres hacía un par de horas. Y por alguna razón que no entendía, no había podido dejar de pensar en Jimin. Los delicados boxers azules que aún descansaban en el bolsillo de su pantalón, no lo habían ayudado.

— Digamos que te fuiste demasiado temprano y además tampoco es algo que quisiera hablar allí con tanta gente presente.

— Pasa — dijo haciéndose a un lado.

Hoseok se dirigió al salón después de coger una cerveza de la cocina y se dejó caer en el sofá junto a Jungkook, apoyando los pies sobre la mesa del salón tal como lo hacía su hermano.

— Estuvo bien la fiesta — comentó Hoseok con despreocupación — Hye Sun estaba bastante contenta.

— Sí, pero no sé por qué se preocupa tanto siempre. Sus fiestas son un éxito.

— Digamos que estaba un poco preocupada por la reacción de Seung al ver a Jimin.

Jungkook se estremeció en su lugar.

— Finalmente no lo vio.

— Es verdad. ¿Qué crees que hubiese sucedido? ¿Cómo habría reaccionado Seung?

— No lo sé — suspiró — Realmente en esa relación creo que hay muchas cosas que nosotros no entendemos.

— ¿Por qué lo dices?

— No sé. Es algo así como un pálpito. Me parece que Jimin no es nada de lo que Seung quiere creer.

— ¿Cómo es eso?

— No lo sé. Me parece que él nos engaña, o al menos es lo que pretende. Me parece que no es lo que todos piensan.

— ¿Y tú?

— ¿Yo qué?

— ¿Tú qué piensas de Jimin?

Se dejó caer contra el respaldo del sofá antes de darle un trago a su cerveza pensativo.

— No lo sé, Hoseok. Estoy hecho un lío. — confesó bajando los pies de la mesa y apoyando los codos sobre sus rodillas y la cabeza en sus manos.

— Algo sucedió hoy, ¿verdad? Algo sucedió para que Jimin se marchara de la manera que se marchó.

— Sí, pero no sé exactamente qué fue.

— Cuéntame.

— No lo sé. Lo dejé con Seokjin y luego se había ido. Estoy seguro que Seokjin le dijo algo.

— ¿Qué cosa pudo decirle?

— No lo sé — se llevó las manos al pelo alborotándolo. — Es mi culpa, Hoseok, pierdo el control con Jimin.

— Explícate.

— Lo abordé en el estudio de Jae Hoon.

— ¿Qué quieres decir? — indagó Hoseok extrañado.

Metió la mano en su bolsillo y sacó los boxers de Jimin.

— ¿Qué es eso? — preguntó Hoseok y estiró la mano para coger la prenda.

Jungkook volvió a guardarlos antes de que Hoseok pudiera tocarlos.

— La ropa interior de Jimin.

— ¿Qué dices? — los ojos de Hoseok se volvieron enormes. — ¿Le quitaste la ropa interior a Jimin?

Un príncipe rebeldeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora