— Hola, papá — saludó en un susurro.
El hombre lo observó impasible para mirar luego a Jungkook que entró detrás del chico.
— ¿Cómo estás? — preguntó acercándose a él
Seung no respondió sino que solamente cerró los ojos en asentimiento.
Se sentó en la silla junto a su cama después de acercarse a él y dejar un beso tímido en su frente.
Se estremeció ante la frialdad que reflejaban tanto el rostro como la mirada de su padre.
Jungkook notó la tensión que había en el ambiente y se preocupó también por la pena que sin dudas asaltaba a su novio.
— Jungkook dice que estás mucho mejor — sonrió Jimin buscando una respuesta de su padre.
No la obtuvo. Seung simplemente lo observó. Primero a el y luego al chico de pie junto a su hijo.
— ¿Cómo te encuentras hoy, Seung? — preguntó Jungkook intentando aligerar el ambiente. — Jimin estaba muy preocupado por ti, pero le he asegurado que estás bien.
— Tuve mucho miedo cuando te accidentaste — explicó Jimin. — He estado aquí desde entonces. He venido a verte cada día.
— Ya te lo he dicho, ¿verdad, Seung? — comentó Jungkook esperando una reacción por parte del hombre. — Te he dicho que Jimin ha estado aquí cada día, ¿lo recuerdas?
Jimin observó a su padre ansioso, pero sólo le vio observarlos impasible.
— Quería estar aquí cuando despertaras — reveló nervioso. — Pero tenía algunos temas importantes que no podía dejar, y sabía que tú estabas bien cuidado. Jungkook me contaba cada día cómo ibas evolucionando. Me ha dicho que has estado trabajando mucho.
El fisioterapeuta de Seung entró en ese momento y lamentó tener que llevarle a la sala de fisioterapia para seguir trabajando con sus piernas.
La sesión duraba un par de horas por lo que les aconsejó volver más tarde o al día siguiente.
Jimin se despidió de su padre que no hizo ningún amago de reconocimiento.
Los ojos de Jimin se llenaron de lágrimas cuando el enfermero se llevó a su padre en una silla de ruedas.
Jungkook, de pie detrás de el, reconoció con facilidad su malestar y lo rodeó con sus brazos.
— Lo siento, cariño. Se ve que hoy no tenía un buen día.
— Sabes que no es eso — sollozó apenado. — No me dijo ni una sola palabra.
— Le cuesta mucho hablar, Jimin — aseguró Jungkook intentando consolarlo.
— No intentes consolarme mintiéndome, Jungkook — espetó separándose de él. — No soy un niño y no soy tonto. Sé que es por mí. No le hace ninguna gracia que yo esté aquí. No sé si le he molestado, pero es evidente que no le ha ilusionado verme.
— No es así, cariño — dijo intentando acercarse a el — Es sólo que le cuesta comunicarse y evidentemente, tú y él siempre habéis tenido dificultades para comunicaros.
— ¿Habla contigo? — preguntó incomodándolo. — Dímelo, Jungkook, ¿habla contigo? ¿te dirige la palabra a ti o te ignora como a mí?
— No te ignora.
— ¡Contéstame, demonios! — gritó cuando el llanto lo invadió. — ¿Te habla a ti?
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Un príncipe rebelde
FanfictionEl último escándalo del heredero. Esa última portada sería el comienzo de su historia de amor. ¿Qué iba a hacer Jungkook con un niño problemático y caprichoso? ¿Qué iba a hacer Jimin con ese chico serio, arrogante y autoritario? Drogas, alcohol...