Masoquista:

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Hace frío, hay humedad, todo se siente como una pesadilla hasta ver una extraña luz roja que parecía el mismísimo inframundo.

Mente de Akko:
¿Me morí?? ¿Estoy en el infierno??!!

Akko siente unos extraños roces de acero en sus muñecas, esto le da un escalofrío, ocasionando que su piel se erize. Luego, abre lentamente sus ojos, dándose cuenta de que está en una habitación que nunca antes había visto, con fuertes luces rojas, unos cuadros de la época victoriana, velas, y por supuesto, ella está inmóvil en la cama ya que dos grandes cadenas se encuentran rodeando sus muñecas.

Mente de Akko:
Estoy sudando muchísimo...

Ella mira su cuerpo y nota que está semidesnuda, con una ropa interior negra de encaje.

En eso, llega Diana a la habitación.
-Hola, Akko, veo que ya despertaste.
-Tu de nuevo! (insinúa enojada) Dejame irme! Me estás humillando y no me parece divertido!
-¿A no?!

Esta se dirige imponentemente hacia Akko hasta tocarle la entrepierna y sentir la humedad.
-Pues tu vagina me dice otra cosa, preciosa.

Akko se enoja ya que Diana la tocó, y dice:
-Esta va a ser la última vez que me tocas!
-Jajaja, lo dudo... ahora, por favor, compórtate como una chica obediente y quédate quieta, ¿sí? (declara mientras destapa una botella de alcohol)
-¿Qué vas a hacer con eso?
-Esto.

Diana exparse alcohol en el pecho semidesnudo de Akko.
-¿Qué haces? Detente!

Pero la rubia le lame los pechos junto con el alcohol mientras Akko gime levemente.
-Ah, ah, Diana, ¿tú no tendrías que estar junto con las demás?
-No preciosa, quiero quedarme contigo, para saborear cada parte de tu hermoso cuerpo.

Mente de Akko:
Ugh, ¿por qué no puedo detenerla? Si no fuera porque estoy encadenada creo que me defendería, pero... sufrí acoso por mi novio durante muchos meses, y... creo que esto me está empezando a gustar.

-Ahhhhh! Diana! Tócame más!

La rubia sonríe al escuchar estas palabras, y entonces le rompe el brasier para así empezar a morderle los pechos y los pezones.
-AHHHH! Diana, me duele! Ahhhh!
-Eres mía, Akko... (afirma mientras muerde y besa esa zona)

Luego, le baja la ropa interior con su mano derecha y le acaricia la entrepierna, cosa que hace gemir más a la castaña.
-¿Cúal es tu número favorito? Akko.
-El dos.

En eso, Diana le mete cuatro dedos sin previo aviso, ocasionando que Akko gritase.
-Sácalos! Por favor, sácalos!
-Pero... si me dijiste que tu número favorito era el dos, entonces te metí dos dedos, preciosa. Cuál es el problema¿?
-Te dije dos y metiste cuatro dedos aghhh.
-Oh, ya veo, pues nunca se me dieron bien las matemáticas, mala mía. (dice con una maliciosa sonrisa)

A Akko le salen lágrimas de sus ojos por el dolor que siente al sentir tantos dedos juntos allí, y Diana los empieza a mover a gran velocidad mientras Akko gime del dolor y placer mientras se moja aún más.

La rubia sonríe al sentir sus dedos tan mojados, y los saca ferozmente de allí dentro, haciendo que la castaña grite levemente.
-Vamos a probarlo, Akko.

Ella lame sus dedos, los cuales contienen el líquido, y Akko se avergüenza por la situación en la que se encuentra.
-Mmm, esto está tan rico! Ahora ya sé lo que sentía Andrew al estar contigo jajaj!

En eso, Diana toma fuertemente las piernas de Akko y trata de abrirlas para poder saborearle la entrepierna.
-No! Por favor, te lo suplico! (dice Akko llorando)
-Vas a abrir esas malditas piernas!
-BASTA! AUXILIO!

Tras esto, Diana le pega un puñetazo a Akko en la cara, ocasionándole un moretón cerca del ojo. Entonces, la castaña deja de adquirir fuerza para cerrar las piernas, y su compañera ejerce el control, procediendo a lamerle su parte.

Ella saborea cada lugar de la entrepierna con su lengua, sintiendo absolutamente todo mojado y escuchando a Akko gemir desesperada.
-¿Te gusta esto? Preciosa.

La castaña asciente con la cabeza mientras Diana sonríe maliciosamente y procede en meterle la lengua. Tras esto, Akko aumenta el nivel de rapidéz de sus gemidos y aprieta fuertemente las sábanas con sus manos.
-D-Diana AHH AHHHH que rico!

Esto hace sonreír nuevamente a la rubia, quien a su vez le acaricia los pechos a Akko.

De repente, Diana, a propósito, le muerde los labios menores a la nueva haciendo que esta gritase de forma aguda y que le pegue un rodillazo en la cara... lo del rodillazo no estaba en los planes.
-¿A caso quieres matarme? (pregunta Diana dejando de lamerle la entrepierna y tapándose la mejilla)

La castaña la mira con ojos entrellorozos, deseando que la deje libre, pero... una parte dentro de Akko quiere sentirse completamente erótica y dominada.

Entonces, ella niega con la cabeza tras la pregunta de Diana, y esta solo le pega una trompada en la cara con la que Akko reacciona llorando de forma leve sin mostrar oposición.
-Ahora la mejor parte, hermosa...

La rubia se quita toda su ropa, y de debajo de la cama saca un dildo, ella se lo coloca y Akko queda muy preocupada y nerviosa sabiendo que su compañera la va a penetrar con eso.
-D-Diana, espera! Te lo ruego, por favor, déjame ir.
-¿Por qué? Si te gusta que te violen. (declara con una risa burlona)




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