Creo que... me gustas.

Capitulo 4

Masky

La misión que me asignaron fue acabar con un chico esta vez, no tenía porque ser tan difícil o algo tan complejo, toda la información que me dieron fue precisa y la verdad parecía estar muy fácil desde el principio; solo clavar el cuchillo y ya.

No fue así como sucedió.

– ¡¿Quien demonios eres?! ¡Llamaré a la policía! - gritaba furioso aquel chico, con un bate en sus manos

Yo por otro lado me cubría y trataba de evitar un nuevo golpe, por suerte aún estaba de pie, dando batalla.

Ese chico había despertado y al verme reaccionó muy mal, por lo que comenzó a atacar me, tan solo me dio un golpe con el bate, pero este era de esos que son de metal; son muy pesados y dolorosos.

– ¡¡Largo de aquí!! - dio un golpe más con el bate, el cual esquivé por suerte.

"Eso estuvo muy cerca... uno centímetros más y estoy acabado."

Retrocedí hasta chocar contra la pared de su habitación, me agaché cuando intentó golpearme por lo que después me apresuré a lanzarme contra él cuando soltó el golpe; no le di tiempo de reponerse.

– ¡Suéltame! -gritó dando golpes con su codo, dio uno tan fuerte que me hizo soltarlo.

Si me daba de nuevo con el bate sería mi fin, no podría acabarlo y posiblemente me iban a atrapar ahí mismo, y dudo que Hoodie esté cerca de aquí para que me salve de nuevo. Mis heridas recientes no ayudan mucho, hay algunas que aún duelen.

"Tengo que salir de aquí."

Pensé empujándolo, corriendo hasta la puerta para poder salir de su casa. Corrí hasta llegar afuera, él sujeto me siguió hasta afuera con el bate en las manos, no me iba a dejar en paz hasta que estuviera muerto.

–¡No huyas! - gritaba detrás de mi.

Esto se volvió a repetir, me sucedió lo mismo en la misión pasada, le dije a Hoodie que no iba a fallar esta vez, no pienso hacerlo, tan solo las cosas se me han complicado aún más.

Me alcanzó al final, sentí como el bate de metal me daba un golpe en la espalda, cosa que me hizo caer, y de ahí el chico me dio una y otra vez tan fuerte como podía.

–¡¡No te vuelvas a acercar!!

–¡Agh! - me quejaba de dolor, cubriendo mi cabeza de los golpes que me pudiera dar ahí.

Se detuvo un momento, en el cual intenté arrastrarme lejos de él, pero en cuanto lo hacía me daba otro golpe, tan solo esperaba que me moviera unos cuantos centímetros más y luego me golpeaba.

Soy tan patético.

– Veamos quien está detrás de esa máscara.

– N-No... - puse mi cara contra el suelo, cubriéndome con mis brazos.

– ¡No te muevas! Déjame ver.

Dió un golpe más en mi espalda, después en una de mis piernas, como no iba a ceder él se me acercó hasta colocarse encima mío para intentar quitarme los brazos de la cara.