Capítulo 8

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Masky

Hoy era el día en el cual iba a probar que el entrenamiento con Hoodie había valido la pena, que por está vez no dudaré en nada.

La misión como dijo Hoodie no era nada fuera de lo que acostumbramos, tenía que acabar con un sujeto que parecía algo sospechoso en lo que hacía, parecía una especie de traficante o algo por el estilo.

Sinceramente encargarme de esta clase de personas no me resulta para nada complicado, a diferencia de las otras personas que no tienen culpa de nada está si que lo merece en algún aspecto.

Seguramente me eligieron está misión porque sabían que era más fácil que lo matará, aunque también comencé a preguntarme ¿Por qué Slenderman quiere que lo elimine? ¿Que habrá hecho para meterse en semejante lugar?

Dudo que espere esto.

Ya era tarde, Hoodie tuvo la amabilidad de pasarme por está vez algo de información de este sujeto, a que hora solía dormir en ciertos días, a que hora salía normalmente y también en qué días. Hoy es domingo, según la información que me dió Hoodie este sujeto suele dormir hasta muy tarde los domingos, solo se queda en casa a ver televisión y beber un poco.

Cuando esté muy ebrio lo mataré.

Es un lugar que se ve no muy transitando, las casas están alejadas cada una por el patio de cada casa, es silencioso.

"Hagamos esto rápido, estoy cansado y en domingo odio salir tan tarde."

Pensé atando mi máscara tan pronto estaba ya frente a la casa, a pesar de que una de las ventanas está cubierta por la persiana se ve la luz de la televisión.

– Ahí está... será rápido si está durmiendo ya.

Antes de acercarme más a la ventana miré a los alrededores, recuerdo que Hoodie me dijo que estaría cerca para ver qué tanto iba progresando. Eso solo me pone aún más nervioso.

"Joder... deteste de inmediato esa maldita idea, que me mire estando en el trabajo solo me pone muy muy nervioso. Ahg, da igual... no fallaré está vez. Es un blanco fácil."

Me daba ánimos a mi mismo, dejando de mirar hacía el bosque para caminar hasta la ventana.

Mire dentro de la casa, la televisión estaba encendida y si, en el sofá frente a esta se notaba que el blanco estaba ahí.

Suspiré de forma pesada y silenciosa, sujete mi cuchillo de forma firme y con pasos silenciosos comencé a acercarme. Lentamente me fuí acercando más y más, hasta estar prácticamente detrás del sofá, fue entonces cuando me dí cuenta de que... él no estaba, era una almohada grande que estaba en el sofá.

– ¿Qué mierda...? - me dije confundido.

Escuché un par de pasos acercándose, al mirar en esa dirección vi al sujeto con una botella de cerveza, quien al verme se confundió.

– ¿Quién carajo eres y como entraste aquí? - se ve molesto.- ¡Lárgate de aquí!

"Oh genial... ahora sabe que estoy aquí, no es momento para lamentarse, ahora será más complicado, pero igual no puedo fallar."

El sujeto miró hacia mi mano, notando el arma, entonces se alarmó. Me lanzó la botella de cerveza, la cual logré esquivar por suerte.

– ¡¡Aléjate fenómeno!!

– No intentes resistirte, solo lo harás más difícil.

Creo que... me gustas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora