Creo que... me gustas.

Capítulo 13

Masky

Desperté al día siguiente, tenía un ligero dolor de cabeza pero no era nada que una pastilla y un baño no arreglen.

Me intenté levantar un poco para acomodarme, no pude hacerlo ya que alguien me lo impidió, era Hoodie abrazándome para evitar que me fuera.

– No… otros cinco minutos más.- dijo de forma adormilada.

Volví a acostarme sobre su pecho, con cuidado, mirándolo un momento. Recordé lo que había sucedido la noche anterior, eso me hizo ruborizar un poco.

"Aún no me puedo creer lo que pasó…"

Por inercia miré mi cuerpo un momento, tenía un par de marcas pero en definitiva no me arrepentía de nada.

Fue la primera vez que experimenté algo como esto, y vaya que podría hacerlo más veces de las que me gustaría, aunque si es algo cansado y estoy seguro de que cuando me levante de aquí las caderas van a dolerme.

– ¿Qué tanto piensas…? - me dijo él aún en tono adormilado.

– Nada, tan solo recordaba… lo de anoche.

– Oh si… fue genial ¿Lo harías de nuevo?

– Totalmente… aunque sé que me dolerá apenas me levante.

– Pff, eso es lo de menos. Dime ¿Te duele la cabeza de tanto beber?

– Oh joder si, quiero un baño, una pastilla y un café…

– También yo…

– Oh vamos, creí que eras más tolerante al alcohol.

– Lo soy pero me excedí, además después lo hicimos y eso lo hace aún más cansado. Aparte creo que fue algo intenso.

– ¿En serio lo fue? Asumo a qué ya tienes experiencia en esto ¿No es así?

– Me atrapaste. Dime ¿Qué me delató?

– El simple hecho de que me trajeras acá y supieras exactamente que hacer. Solo… espero que te haya gustado, soy nuevo en esto.

– Estuviste genial. Para ser tu primera vez no estuvo nada mal.

Le sonreí levemente, se acercó a mi para darme un beso el cual correspondí.

Sinceramente está situación me pone de nervios, sigo diciendo que si Slenderman lo nota nos dirá algo, o al menos eso creo. Tendremos que ser discretos con los chicos como hasta ahora.

Nos quedamos un momento más en la cama, me sorprendió que está vez Toby no fuera a molestar en la mañana como siempre acostumbra, supongo que él está durmiendo también.

En cuanto me levanté sentí un dolor agudo en mis caderas y parte de mi espalda, lo sabía. Hoodie me ayudó a llegar al baño para que ambos tomáramos una ducha.

– Sin duda ya necesitaba esto… no hay nada mejor que un baño caliente.- dijo él cerrando sus ojos y dejando que le cayera el agua.

Hay más luz ahora, puedo ver por completo su cuerpo y el mío, tengo muchas marcas en el pecho, mis caderas y también en el cuello; mientras que él tiene en la espalda, algunos arañazos.