Capítulo 1

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Masky

Cada vez los golpes no se sentían, porque estaba perdiendo el conocimiento, tan sólo sentía un ardor muy fuerte en la espalda y otros en la cabeza, sólo esperaba a que terminara pronto hasta que inesperadamente los golpes cesaron, seguido de un sonido como si algo se quebrara y finalmente un grito de dolor.

– ¡¡Aagh!! ¡Mierda! - Gritaba aquel chico cayendo al suelo, colocando su mano sobre su brazo.

Débilmente levanté la vista y al hacerlo no pude creerlo, Hoodie estaba de pie frente a ese sujeto, sujetando una bara metálica con su mano.

– ¿Ho-Hoodie...? - es definitivo, ya estoy muerto o quizás estoy alucinando.

¿Qué rayos hacía ahí? Dudo que tenga un sexto sentido para asegurarse de que ninguno de nosotros este apunto de morir.

– ¿Te dolió eso? Bueno, realmente no es nada a comparación a lo que le estás haciendo aquí a mi amigo. Aún no estamos a mano.

Levantó nuevamente aquella bara metálica y lo golpeó un par de veces más, no podía ver muy bien lo que sucedía porque estaba muy débil al igual que la luz, los faros no alcanzan a iluminar por completo la entrada del bosque, lo único que escucho son golpes.

Se detuvo no sé después de cuánto tiempo, pero estoy seguro de que mato a ese sujeto, creo que lo golpeó en la cabeza.

– Genial, ahora mi polera está llena de sangre. - dijo sujetando su polera amarilla.- ¿Y qué hay de tí? ¿Por qué te has dejado golpear por él?

– N-No... lo ví venir...

– ¿Al menos has terminado?

– S-Si... - Creó que no le importa básicamente mi estado.

Como lo había explicado antes, toma muy en serio su trabajo, no se handa con juegos al momento de trabajar.

Se acerca a mi y con cuidado me levanta, pasando mi brazo por sobre su cuello hasta su hombro mientras que coloca su brazo alrededor de mi para sujetarme.

– ¿Puedes caminar?

– S-Si puedo... sólo fueron unos cuantos golpes en la espalda y... en otros lugares.

– Bien, te revisare cuando lleguemos.

Caminaba con dificultad, mientras Hoodie caminaba a mi ritmo para no dejarme caer o lastimarme mientras caminaba, creo que después de todo si se preocupa.

Creí que moriría, pero no, justamente en el momento justo apareció él de la nada, me pregunto que hacía ahí.

Nos adentrabamos más en el bosque, todo estaba muy oscuro, no podía ver casi nada y se veía como el perfecto escenario en donde una bestia saldría a masticarte la cara, pero no tenía miedo, ya me había acostumbrado a esa clase de entornos.

La luna y apenas nos alcanza a iluminar, puedo ver muy poco, por lo cual miraba al suelo para no tropezar con alguna raíz o alguna roca, o bien aveces miraba a Hoodie con curiosidad, queriendo saber que estaba haciendo, quizás le pregunté luego, cuando hayamos llegado a nuestro "hogar".

Tardamos un poco en llegar por el ritmo al que íbamos, nuestro hogar es una cabaña abandonada a mitad del bosque, en lo más profundo; está hecha en su mayoría de madera, el piso estaba podrido así que tuvimos que reemplazarlo y también el piso de afuera. Su aspecto por fuera es de las típicas casas de terror, destruida y con nidos de arañas por las esquinas, con algunas enredaderas creciendo por ahí; pero por dentro es decente, un lugar acogible y cálido, afortunadamente casi sin goteras.

Creo que... me gustas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora