1987, Steve Rogers aprovecha una oportunidad para salir adelante sin saber que al entrar en aquella universidad su vida cambiará. Al conocer a su compañero de habitación y volverse parte de su grupo de amigos un panorama diferente se abre ante él. T...
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『𝕀 𝕗𝕒𝕝𝕝 𝕚𝕟 𝕝𝕠𝕧𝕖 𝕥𝕠 𝕖𝕒𝕤𝕝𝕪. ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟚』
Steve y Tony estaban alejados de la multitud buscando un par de tragos para todos. Rhodey se había vuelto fanático del tequila desde que su Tío llevo una botella a la cena de navidad y su otra tía se emborrachó revelando secretos indecorosos que hicieron a todos avergonzarse hasta el punto de que su abuelo comenzó a gritar y tiraba la comida de la mesa. Rhodes tuvo tiempo de tomar lo poco que quedaba de la botella entre los gritos y se enamoró de la bebida mientras su familia caía en el caos; y cuando se enteró de que había de ella en la fiesta decidió que la regla de los dos tragos no debería aplicarse hasta después de tomar un shot, cosa con la que todos concordaron.
— ¿Te gusta el tequila? — le preguntó Stark mientras servía los tragos en los vasos que Steve le iba pasando.
—Sólo lo he probado una vez y sentí que la garganta me quemaba — Steve toca esa parte de su cuerpo por instinto.
—Siento que el Whisky es más fuerte, pero el tequila más duradero — el castaño dejó los vasos en fila a su derecha.
—Nunca he probado el whisky — el rubio habló de su inexperiencia en ese mundo.
—Cielos, te pierdes de mucho — Stark término de servir y tomó la mitad de los vasos en sus brazos —. Yo odio el champán —. Arruga la nariz cuando dice aquello.
— ¿Por qué? — Steve tampoco lo había probado.
—Es una bebida que todo el mundo cree que es sofisticada y de clase, pero al final es como aquellos que la beben — Rogers en verdad le prestaba atención —. Después de un tiempo pierden toda la gracia. En cuanto las burbujas desaparecen sólo queda lo aburridos y vacíos que son detrás del dinero —. El más alto asintió y cuando sus amigos volvieron a su campo de visión Hope los saludó.
La fiesta era afuera de uno de los edificios abandonados, pero éste estaba más lejos de la escuela, a diez minutos a pie. Los chicos estaban sentados sobre el pasto, que a diferencia de los demás, este estaba verde y parecía cuidado, algo que a Pepper le parecía extraño ya que significaba que alguien le daba constante mantenimiento al lugar y que no estaba del todo abandonado. Natasha llevó una manta pues ya conocía el lugar, Rhodey la felicito y hasta la abrazó por ello.
—Siéntense en los asientos VIP — Hope cruzó sus piernas para que todos alcanzarán. Los chicos se sentaron manteniendo el equilibrio en sus brazos para no derramar sus bebidas, formando un círculo.
—Brindemos por Nat, aquella chica que se fija en los pequeños detalles — Tony pasa los vasos mientras hacia el brindis —. Y que esperemos que lo siga haciendo —. Los chicos brindaron y después dieron un trago a su bebida.
—Sólo por esta vez — también alzó su vaso de plástico sonando un poco modesta.
Tomaron en sus "elegantes copas" como una vez los llamó Bruce en reclamo cuando estaba borracho, pero ahora la broma se había gastado y se había quedado como nombre común para esos simples vasos. Como casi siempre, nadie llevaba comida, ni siquiera alguna botana. Todos iban directamente a tomar o drogarse. Algunas veces Tony y los chicos iban a comer cualquier cosa al pueblo si había algún establecimiento abierto, por si acaso siempre guardaban comida ya que les daba hambre en la madrugada cuando regresaban a sus cuartos. Era parte de su vida y habían intentado acoplarse a ello para que les resultará más cómodo, algo que para la mayoría es una molestia y una estupidez, para ellos era un ritual nocturno. En definitiva, el más ordenado y metódico era Tony, pues estaba preparado para no tener una sobredosis o una intoxicación.
