𝑴𝒆𝒍𝒕 | 𝘠𝘰𝘶𝘯𝘨!𝘚𝘵𝘰𝘯𝘺

XX

『𝕆𝕣𝕒𝕔𝕝𝕖. ℙ𝕒𝕣𝕥𝕖 𝟚』

―Compramos dos botellas de vodka ― Rhodey le enseña los bolsillos internos de su chamarra, y de ahí Steve entiende porque la llevaba. Pero le parecía que si quería ser discreto le había salido todo lo contrario, pues destacaba demasiado cuando la noche no era tan fría ―. O si quieres, puedes comprar algo ahí. Lo que tú elijas ―. Le dice, no es que lo obliguen a poner dinero, sabe que no se enojarían con él si no lo hiciera, solo le comenta por si desea hacerlo.

―Comprare algo en la fiesta ― sonríe levemente, sentía una ansiedad extraña, comparada al hambre que sintió hace unas horas. Se estaba imaginando demasiados escenarios que él sabía nunca se cumplirían. Estaba lleno de expectativas y esperanzas. Dos meses después de su primer beso volverían al mismo lugar. ¿Aquello debía sentirse especial?

―oh là là, nuestro Steve se atreverá a comprar algo ― Nat bromea. Se ve realmente hermosa esa noche, o quizá será que hasta ese momento reconoció lo atractiva que le parecía. Sus labios eran casi del mismo color de su cabello, lo que parecía encajar como debía. Se dijo que realmente no sabía lo que había estado haciendo a la orilla de un lago antes de que alguien casi muriera en lugar de admirar la belleza de la chica o de cualquier otra persona a su alrededor.

Esa noche se sentía correcto dejar a su mente divagar. Como si fuera un perro y el abriera la puerta para que corriera por todo el patio delantero sin importar los destrozos que pudiera hacer o la vida de sus azaleas. Era libre de ejercer ese derecho. Y se va por uno de esos universos alternos, donde a él le hubiera gustado Natasha, y se hubiera visto envuelto en un triángulo amoroso con Bruce, aunque realmente sería más como una cadena, porque el chico de cabello rizado no tenía esos sentimientos. Era más divertido imaginárselo así. O podría haberse enamorado de Pepper, y en ese caso se habría permitido ir directamente con Happy a confrontarlo, aunque era algo muy fuera de su carácter. O tal vez habría desarrollado sentimientos por Bruce, y ahí si se vería dentro de un verdadero triángulo amoroso, peleando con la pelirroja por su amor, y seguramente al final Banner los mandaría al carajo a ambos sin el menor remordimiento. Quizá con Rhodey le iría bien, lo aceptaría rápido y harían cosas en secreto, el moreno le sorprendería con su experiencia mientras él se dejaría abrumar y guiar, hasta que por alguna razón se pelearan y jamás se volverían a hablar. Piensa en que lo más fácil hubiera sido enamorarse de Hope, incluso en esa realidad, pues le recuerda tanto a quien de verdad quiere que no sería difícil amarla, buscando en su piel el sabor de alguien más hasta el amor de costumbre surgiera. Podría vivir con eso, con una sombra que se asemejara. Camina en esas rutas inexistentes donde espera ser feliz mientras en realidad avanza hasta la entrada del edificio.

Lo usual, gente bailando sobre el piso algo desquebrajado, un ruido intensísimo de música de diferentes géneros e idiomas, denotando que cada quien pone lo que quiere desde las mezclas extrañas en sus casets, y que, con tal de que haya ruido de fondo, la gente se balaceara a su ritmo individual sin mayor protesta. Muchas personas en los sillones, quienes seguramente ya no recuerdan ni siquiera su nombre y miran fijamente al techo. Se abren camino en medio de todos ellos llegando a una esquina de la casa. No tuvieron la fortuna de obtener un lugar para sentarse esa vez, así que todos están recargados en la pared. Todos menos Tony. Y se olvida de los futuros, de las posibilidades, de las realidades alternativas, del multiverso y del libre albedrio. Vuelve a la única línea que es capaz de alcanzar, la ruta donde solo se decepciona por tener sentimientos no correspondidos y en donde cosas tan pequeñas lo derrumban.