ℂ𝔸ℙÍ𝕋𝕌𝕃𝕆 𝟙𝟚

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"¡Yaaa!... ¡Enciéndela!" Gritó el rizado terminando de enchufar las últimas conexiones de alambres en una terraza ajena a él.

Al instante se vió iluminado todo el lugar. La terraza antes solamente estaba llena de plantas ornamentales, ahora se veía deslumbrante y poseída por miles de luces que le daban vida a ese hermoso lugar. Velas colgándose de tendederos adornados por las guisadas lianas de algunas plantas de enredaderas, pasando por el fondo: La Torre Eiffel. Lucía hermosa tal y cómo era frente a ellos.

Todo estaba perfecto.

"Wow..." se expresó la chica pelinegra llegando a su lado, de dónde por cierto, no se había movido por lo impresionado que estaba.

"Lo sé... se vé genial" dice admirando el destello de las estrellitas artificiales.

La chica percibió la luz en los ojos del hombre.

"Nunca te ví hacer algo cómo ésto, Marcos. Seguramente ese chico es alguien especial para tí" habla atrayendo la atención de Emilio al instante.

"¿Qué? No... es decir, sólo... sólo quiero que conozca París" bufó respondiéndole y dándole la espalda.

"Oh, vamos, Emilio... Pero ni siquiera tú te la crees" dice volviendo a encararlo "Yo llevo conociéndote casi 19 años y no me puedes venir a decir que no sientes nada por Joaquín"

"No sé de qué hablas, Leima... Yo podría ser un padre postizo para ese pequeño. Sólo trato de ser bueno con él, de... mostrarle las cosas que él no ha visto" dice entre nervios y "enojo".

"Yo sé que él te gusta, pero realmente quería escucharlo de tí y espero que pronto tengas la valentía de hacerlo.. ¿Cómo vá el dicho?... Hmm..." suena recordando "El amor no tiene edad, ¿No es así? Si tú estás enamorado de él deberías decírselo, no estás cometiendo un pecado por amar a alguien, ¿Ó crees que sí?

"Yo..." Emilio ni siquiera tenía palabras para seguir discutiendo. Todo era verdad y todos aquí lo sabemos.

"Porque... si es así te lanzaré por el borde de ésta terraza para que mueras y no sigas sufriendo por el tipo de amor imposible que te estás inventando por miedo a descubrir que es el verdadero amor, Emilio" interrumpió el concentrado debate de sí y no en la cabeza del hombre.

"No sé, ¿Bien? No sé si estoy simplemente confundiendo las cosas, ó estoy buscando la medicina para curar heridas ó... difícilmente me estoy enamorando de alguien a quién apenas he conocido hace un par de meses, Leidy... Pero, si es la tres de tres... estoy realmente solicitando la muerte por amor"

Se estacionaron frente a la enorme mansión, dónde yacían varios electricistas modificando algunos ajustes para la decoración de luces artificiales en el jardín, meseros poniendo la mesa y jardineros dando los últimos detalles a las plantas

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Se estacionaron frente a la enorme mansión, dónde yacían varios electricistas modificando algunos ajustes para la decoración de luces artificiales en el jardín, meseros poniendo la mesa y jardineros dando los últimos detalles a las plantas.

Todo se miraba en pura acción.

Bajaron del auto al mismo tiempo que Diego seguido por Joaquín y se acercaron a ellos.

Bajo El Mismo Cielo // Adaptación EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora