A fuego lento

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-Sos una genia, me encanta, gracias reina. -me dice Wawa y me abraza. Yo amo abrazarla, estaría toda mi vida abrazándola.

-De nada, para mí es todo un placer trabajar con tus manos. -hago una reverencia y ambas reímos.

-Ahora vení y contame que pasa entre vos y mi amigo. -rio y niego tirándome a su lado en la cama. -mira que soy tonta, pero las miraditas que se dan dice mucho.

-Nada, somos amigos. -levanto mis hombros, pero me mira entrecerrando sus ojos. -bueno, nos besamos un par de veces.

-¡Dennise Anabel Schneider! -grita y suelto una carcajada, menos mal que estamos solas en su casa. -necesito más información ya.

-¿Queres los detalles de cómo besa tu amigo? -digo divertida y ella hace una mueca.

-Boluda, no. -me pega un almohadazo. -¿Cuándo pasó? -muerdo mi labio, me va a matar cuando le conteste.

-Hace dos meses. -murmuro y ella abre grande los ojos, esta vez me tira la almohada.

-Desde abril se vienen comiendo a nuestras espaldas. -dice negando. -bueno los otros son tontos, pero como no me di cuenta antes.

-No es nada oficial tampoco. -acomodo las pelusas del cubre camas. -pero te lo iba a contar igual.

-Me encantaría que sean novios, son re lindos en mi imaginación. -comenta y rio por lo último. -entonces soy la primera en enterarme. -asiento y me asusto cuando suelta un gritito agudo. -quiero ser la madrina en todo.

Rio por su emoción, aunque se está adelantando un poco, con Valen estamos en algo, no somos novios, bueno por lo menos ese título no le pusimos a nuestra relación, pero cuando hablamos hace unas noches quedamos en que nos "estamos conociendo mejor", con besos de por medio.

Para mí está bien, no quiero apurar nada, por eso mismo no quería contarles a los demás, porque compartimos el mismo grupo de amigos, sería incómodo si no sale nada bien entre nosotros.

Ellos me integraron muy bien a su grupo, siento como si nos conociéramos desde siempre a pesar de haberlos conocido hace tres meses, especialmente con la morocha, nos volvimos muy unidas. Y no los quiero perder por algo que puede o no funcionar.

-Para emoción, nos estamos conociendo o algo así. -hablé calmando un poco su ataque de alegría.

-Todavía, porque en un mes seguro ya son novios. -junta sus manos y se tira por mis piernas. -me encantaría a mí.

-Ay, Wawi, que flequillo tan loco tenes. -digo acomodándole el flequillo corto, ella sacude su cabeza y agarra mis manos.

-No te hagas la loca y contéstame. -hace una pausa que asusta. -¿te gusta Valentín?

{...}

-¡Sos re bruta! -grita Tadeo dejándome tirada sobre el pasto. -¡Valentín, controla esta bestia!

-¡Vos sos una bestia! -grito levantándome y limpiando mi ropa. -¡Valentín, controla a tu amigo!

-¡Wawa controla a tus invitados! -grita el castaño, yo miro hacia donde esta Depa que me hace muecas, giro mis ojos y le muestro el dedo del medio.

-Se los voy a decir una vez y es para todos. -aparece la morocha, todos la miramos atentamente. -¡dejen de gritar que no vivimos en medio del campo!

Todos quedamos en silencio, hasta se puede escuchar como Leito traga la saliva, cuando Wawa levanta la voz es mejor callar y asentir.

-Me hizo un tacle. -me apunta Tadeo y yo niego.

-Vos me robaste medio choripán. -perdón, pero era mi comida.

-Tadeo, compórtate por favor. -dice autoritaria la dueña de casa, él abre la boca indignado cruzándose de bazos, por mi parte le saco la lengua. Muy infantil, pero era mi comida.

Siento que estiran de mi buzo, me giro y me encuentro a Valen mirándome con esos ojos celestes hermosos, sonrío y me tiro sobre él colocando mi espalda sobre su pecho, buscando calor porque hace tremendo frío.

Solo a nosotros se nos ocurre hacer fogata en pleno invierno con el cielo totalmente estrellado y el rocío cayendo encima.

-Tu nariz está fría. -me quejo cuando pasa su nariz por mi mejilla izquierda, él ríe y la pasa por mi cuello. -Valen, basta. -al pasar por ahí me estremeció y no es justamente por lo fría que está.

-Se te puso la piel chinita. -susurra encima de mi oreja, justo frente a nuestros amigos empieza a joder. -pero no es por el frío.

-Callate. -aprieto sus manos que están sobre mi abdomen. -sino dormís con Martín.

-No pienso dormir con otro que no seas vos. -murmura y reparte besos en mi cara, suelto una risa porque me da cosquilla.

-Valentín no comas frente a los pobres. -habla Tobo y todos ríen, me da vergüenza y giro para esconder mi cara roja en el pecho del castaño.

-Epa, epa, hay algo que nos tienen que decir eh.

-La parte favorita de la noche. -se frota las manos Leo. -los cuentos de amor, empieza la parejita.

-Sh... dennos nuestra privacidad, eu. -me aprieta más a su cuerpo y coloca una pierna sobre la mía. -sigan con lo suyo, que nosotros seguimos comiendo tranquilos.

Vuelven a reír y mi cara no da más, menos mal que con la luz del fuego no se nota tanto.

-Basta. -murmuro y escucho risitas, me separo del cuerpo de Valen sentándome derecha. -cagaron nuestro momento che.

-Y amor, frente a los pobres no se come. -dice Tobo levantándose a colocar música. -vamos a calentar de otra forma el cuerpo.

"Amor clasificado" empieza a sonar y todos nos levantamos para bailar, hacemos una especie de baile entre todos agarrados de la mano, cosas que se nos ocurre, hasta que termina el tema y empieza otro.

-Para reconciliarnos, amor. -me extiende la mano el Depa, sonrío y la agarro.

Bailo dos temas con Tadeo, aunque fue una combinación de pasos raros y risas, es imposible no reírse si estás con él.

Me hace girar y me deja en los brazos de Valentín, me guiña un ojo y se va a bailar con Wawa, quien nos mira para después tirarnos besos.

-Como me alegran la vida estos. -digo colocando mis abrazos alrededor de su cuello.

-Vos me alegras la vida a mí. -dice y tiro mi cabeza hacia atrás para reír. -posta lo digo.

-Re trolo, pero también siento que vos a la mía. -suelto una risa boba porque eso me puso un toque nerviosa. -y deja de mirarme así que me pones nerviosa, Valen.

-Es que siento que somos inmortales cuando nos miramos fijo.

Miro sus ojos para ver si hay algo de chiste en sus dichos, porque la mayoría de veces lo que dice, lo dice en forma de chamuyo, pero esta vez, se ve serio y en sus ojos hay un brillito lindo, con la poca luz de luna y del fuego que tenemos, el color de ellos se ve muy bonito, un celeste claro hermoso.

Sonrío y le dejo un beso, porque si le digo algo sería solo balbuceos, nadie me dijo algo así en mi vida. Con esa simple frase me hizo sentir muy importante ante él, me removió todo, me hizo temblar, pero sobre todo mi corazón empezó a bombear muy rápido.

Ahora pienso en lo que me preguntó la morocha más temprano, en ese momento no lo sabía, pero ahora si sé. No necesito pensar mucho, porque siento todas esas cosas raras en el pecho y en el estómago por primera vez, y me hace querer sonreír todo el tiempo.

Y si me lo pregunta otra vez le respondería que si.

Me gusta Valentín.

JUGANDO A AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora