-Descubrí que metía todo debajo de la cama y ahí sí, el señorito aprendió a limpiar. –suelto una risa viendo los cachetes rojos de Valentín.
-Era un nene. –gira sus ojos.
-Tenías once, semejante boludo ya. –lo riñe el papá en un tono divertido, vuelvo a reír y siento la mano del castaño sobre la mía.
-No creas todo lo que dicen. –me mira apretando mi mano. –no es tan así.
Con Valentín pasamos toda la tarde juntos en su casa y justo cuando estaba por ir a la mía, Maia me invitó a cenar. Yo no le puedo decir que no a la comida, además esta mujer cocina las mejores pastas que probé alguna vez.
Siguieron contando un par de anécdotas más, hasta que nos levantamos a limpiar, las chicas lavamos los platos mientras que Valen, su hermano y Ale, secaban y guardaban.
-Ahora tenés todo ordenado. –me burlo tirándome a su cama, él sonríe y se tira encima a lo bruto. –Valen, boludo, me aplastas.
-Mhm. –murmura colocando su cabeza en mi cuello, agarra mis manos y las lleva hasta su espalada. –abrázame. –pide frotando la punta de su nariz por mi cuello.
-Cada vez más trolo. –le digo riendo y paso mis manos por debajo del buzo para acariciar su espalda suavemente con mis uñas.
-Ni siendo mi novia me decís algo lindo. –habla con voz gruesa y suelto una risa tonta. Esa palabra. novia, me hace querer saltar de alegría.
Valentín está haciéndome sentir cosas que nunca pensé que podría sentirlas. Una mezcla de felicidad y alegría.
Me da miedo.
-Ternurita mía. –digo y agarro su cara para besarlo.
Nuestras bocas encajan de manera perfecta, abro mis labios dejando que su lengua pase encontrándose con la mía, suelto un jadeo bajo al sentirlo, llevo mis manos a su cabello y cuello para dejar caricias, su lengua seguía torturándome, me encanta.
Siento una de sus manos acariciarme por debajo de la ropa, subiendo desde el abdomen hasta llegar a mi pecho, se separa de mis labios y va dejando besos por mi mentón y cuello donde deja algunas mordidas, suelto un suspiro sintiendo mi piel quemar por sus besos.
-Valen...-murmuro y agarro sus mejillas para separarlo, pero él vuelve a besar mis labios. –Val. –sigue con sus besos, lo cual es imposible no seguirlo. Pero, tengo que pararlo con la poca cordura que me queda. –Valen. –lo empujo suave desde los hombros, abre sus ojos dejándome ver un color azul fuerte, yo siento mis labios muy calientes e hinchados. –no estamos solos.
-Voy a alquilar un departamento solo para nosotros. –suelta un suspiro y me mira haciendo puchero, asiento y paso mi pulgar por su labio.
-Sexo todo el día, Ternurita.
{...}
-¡Ay, están acá! –grito abrazando a mis amigas. –como no me lo van a decir, idiotas.
-Es que era sorpresa, Den. –me dice Pao girando sus ojos. –tus viejos nos dijeron que estabas triste por no poder ir y bueno, acá estamos.
Es cierto, las extraño muchísimo, desde que tengo memoria somos todas amigas, y nunca nos separamos tanto como ahora y no es lo mismo hablar todos los días a través de una llamada o Skype.
Volvemos a abrazarnos riendo, les juro que estoy muy feliz. Llegar de la casa de mi novio y verlas a las tres, no hay mejor manera de arrancar mi día. ¡Valentín!
-Chicas, él es Valentín. –lo presento ya que lo dejé parado, pobre. –Valen, ellas son Paola, Juliana y Melina.
Las tres lo saludan a él, aunque Meli le da muy poca atención, de las cuatro ella es la que siempre nos cuidó o celó por así decirlo. Es la amiga que es capaz de darle una trompada a cualquiera con tal de defenderte.
ESTÁS LEYENDO
JUGANDO A AMAR
Fanfiction"Ella existió solo en un sueño, él, es un poema que el poeta nunca escribió" Ella se lastimaba sin darse cuenta. Él no quería lastimar, pero lo hacía. Se contaban sueños para que un día se hicieran realidad. Ella era verdadera. Él lo intentó.