Al borde

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Dennise

-¿En qué pensabas? No, mejor dicho, no pensabas en nada Dennise, te pudiste haber matado por esa locura. –niega mamá retándome, solo agacho mi cabeza queriendo desaparecer, ni siquiera siento vergüenza que me esté retando frente a mis amigos. –mira tus brazos, tus piernas con esos moretones, estabas sin tomar agua y sin comer. –enumera y se sienta en la cama frente a mí. –el resultado fue esto, desmayarte en pleno partido y solo por forz...-

-Ya está, Sandra, basta. –habla mi papá, pero no levanto la cabeza. –creo que no es el momento ni el lugar para retarnos.

-Perdón. –murmuro. –perdón por haberlos preocupados a todos. –suelto un suspiro y muerdo mi labio que tiembla levemente. –no medí las consecuencias, no va a volver a pasar.

-Por supuesto que no, de ahora en adelante tus comidas las controlo yo y no vas a asistir más al gimnasio de acrobacia o vas a tener que dejar vóley. –nuevamente mamá habla. –es uno o nada, Dennise.

-Sandra, por favor. –pide papá.

-Disculpen, necesito que salgan de la habitación todos por favor. –una enfermera habla. –voy a retirar el suero de la paciente y se podrá ir a la casa. –sonríe caminando hacia mí, pero no tengo fuerzas ni para mover un dedo. –los padres deberán pasar por guardia a firmar el alta médica.

Todos salen, sigo sin levantar la mirada y tampoco presto atención a lo que la enfermera hace conmigo. Solo pienso en lo que pasó.

Me desmayé en pleno juego amistoso, la causa fue deshidratación y poca alimentación sumándole que mi cuerpo necesitaba descansar después de tanto ejercicio.

-¿Me ayuda con mis zapatillas? Por favor. –pido en un tono bajo cuando logro sentarme al borde de la cama, ella asiente y me ayuda.

-Tal vez lo que estés pasando sea difícil, pero no lastimes tu cuerpo siendo tan joven. –habla atando mis cordones. –mantener la mente ocupada con otras cosas, a veces no es bueno, podes hablarlo con alguien, nena, siempre habrá alguien para vos, tenés muchos amigos, tus papás te aman y eso se nota. –termina de ayudarme y me mira, la miro y me sonríe. –o podés buscar ayuda profesional, pero no lleves tus angustias sola.

Me bajo de la cama y me paro frente a ella pensando en lo que acaba de decirme, sonrío y asiento.

-Gracias, por la ayuda y por el consejo. –asiente, doy un paso dudando y al parecer ella me entiende porque abre sus brazos y termina la distancia abrazándome.

Es una desconocida, pero necesitaba un abrazo, de alguna forma me alivia un poco.

-No te lastimes por no querer lastimar a los demás. 

{...}

-Nena, te traje jugo de naranja. –dice Valen entrando a mi habitación con un vaso de jugo en la mano. –lo exprimí yo para vos.

-Gracias, Valen. –digo, agarro el vaso y le doy un pico. Bebo un poco y veo como espera ansioso que le diga como está. –está rico, me gusta.

-Me alegro, porque seguro hice todo un enchastre que tu mamá va a querer matarme. –suelto una risa y agarro su mano, él entrelaza sus dedos con los mío y después estira mi mano para besarla.

-¿Salimos? Me estoy ahogando acá. –hablo después de terminar el vaso de jugo, veo como niega y frunzo el ceño.

-No, Denn, tenés que hacer reposo, tuviste un pico de...-

-Vos no, por favor. –suplico negando y reposando mi cabeza sobre el respaldo de mi cama. –suficiente con el sermón de mamá, los chicos, solo faltan vos y mi hermano.

-Pero, nena, nos asustaste a todos. –se acerca y lo observo. –adelgazaste un montón, te exigiste de más en los entrenamientos. –enumera. –te estabas lastimando, ¿por qué?

Porque no quiero enfrentar la realidad, realidad donde vos doles, mi familia duele y yo duelo. Si digo eso sé que explota todo.

-No me di cuenta. –levanto mis hombros y mirando sus ojos. –posta, solo quería. –me quedo callada buscando alguna excusa. –quería disfrutar lo que queda del año porque ya casi lo terminamos y el año que viene empezamos una carrera, que se yo.

Es lo primero que se me ocurre, no me juzguen.

-Pero estamos en octubre, nena. –se mete entre mis piernas sin aplastarme del todo, llevo mis manos a su espalda mientras que las de él van hacia mis brazos dejando caricias. –disfrutemos bien lo que nos queda antes de atormentarnos con lo que se viene.

-Ya sé, pero viste que soy chapita. –reímos. –no medí las consecuencias.

-Ya está, ya pasó y estas bien. –levanta su cabeza y une nuestros labios. Por un momento ese beso lo siento como al primero que nos dimos. Verdadero. Hace mucho no los sentía así.

-Bueno, pero siguiendo con eso del futuro. –hablo cuando nos separamos, solo de labios, ya que seguimos en la misma posición abrazados. -¿qué decidiste estudiar?

-Por el momento, actuación. –sonrío, sabía que iba a decidirse por esa. –creo que después puedo seguir con otra.

-Está perfecto. –digo pasando mis uñas desde su nuca hasta parte de su espalda. –tenés que hacer lo que más te gusta.

-Sí, además me da tiempo para las competencias y esas cosas. –explica sonriente, sé cuánto ama lo que tenga que ver con los artístico.

-Entonces vas a seguir con el free. –sonrío porque me encanta verlo rapear. –me gusta como lo haces.

-Sí, quiero seguir un tiempo. –asiente y sonríe. –te gusta porque te gusto yo.

-Sí, puede que sea por eso. –reímos y besa mi nariz. -¿y la música? Acordate que me prometiste el álbum, ternurita.

-De eso nunca me olvido. –niega apretando mi cintura con su mano derecha. –en la música nunca dejo de pensar, quiero escribir y sacar las palabras de mi mente para los demás.

-Vas a triunfar, lo sé. –asiento convencida. –las frases que me mostraste la vez pasada es puro arte, vos sos arte, Valen.

-Gracias, posta, gracias por siempre tirarme la buena. –agarra mi mano y la besa. –no puedo tener mejor novia que vos.

-Soy la mejor, viste. –tiro mi cabello hacia atrás y reímos. –na, ahora posta, siempre te voy a desear lo mejor porque sé que sos capaz de lograr cualquier cosa en lo artístico.

-Me tiras tanta confianza que ya me siento como para dar un show. –reímos y dejo varios besos cortos en su boca.

-Vas a ser toda una estrella, ternurita. –toco la punta de su nariz con mi dedo y él la arruga sonriendo como un niño. –no te olvides de mí cuando estés en el Luna Park.

-No voy a olvidarme de vos, preciosa. –niega y trepa un poco más para agarrar con ambas manos mi cara. –no voy a olvidarme porque siempre te voy a tener a mi lado, me vas a acompañar como yo lo voy a hacer en lo tuyo.

No digo nada, sus palabras me hacen sonreír porque me tiene en cuenta aún para su futuro. Eso hace que piense en la propuesta de los embajadores deportivos de España, quiero ser jugadora profesional, es uno de mis sueños, pero eso implica dejar todo acá, incluyéndolo a él.

Lo abrazo y reparto besos por toda su cara haciéndolo reír, esa risa rara, pero hermosa.

-Yo también quiero que me acompañes y acompañarte en todo. –murmuro entre sus brazos.

Queremos...pero no se si podemos...

-Te quiero, Dennu, te quiero muchísimo. –dice agarrando mi cara para mirarnos a los ojos.

-También te quiero, Valen, muchísimo. –sonrío y me acerco a besarlo.

En sus ojos, después de mucho tiempo, vi realidad, esas palabras se sintieron real. Hoy sentí que todo fue real junto a él.

Estoy al borde del precipicio, pero no caigo porque él me agarra y si algún día me suelta voy a caer y hacerme añicos, lo sé. Solo espero que eso nunca pase.

No me sueltes, Valentín. 

JUGANDO A AMARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora