Terminaron las vacaciones, mi familia y amigas se fueron, por lo tanto, es la vuelta al martirio, aunque los entrenamientos seguían igual, así que tan vacaciones no fueron.
-Nos vemos. –saludo a mis compañeras de equipo y empiezo a caminar para la moto.
-¿Te llevo, muñeca? –escucho que me hablan y lo primero que hago es dar una patada. -¡uy, boluda!
-Boludo vos, Valentín, como me vas a asustar así. –me agacho a su lado, porque si, le di en sus partes. –a ver.
-No cogemos más, Dennu. –me dice con la voz cortada y giro mis ojos.
-A ver, déjame ayudarte señor drama. –estira su mano y lo ayudo a pararse, no le di tan fuerte tampoco. -¿Qué haces acá?
-Vine a buscarte. –me muestra una sonrisa, pero niega. –y me salís a las patadas.
-Vos me asustaste, gil.
-Es que quería ser romántico con vos, pero no me salió. –sonrío negando, él pasa sus brazos por mi cintura y acerca su cara uniendo nuestros labios en un beso tranquilo. –fue una buena patada igual.
-Patada de canguro se llama. –rio y dejo un beso corto en su boca.
-Me la tenés que enseñar. –agarro su mano y lo estiro para caminar hasta la moto.
-Es fácil, si te quedas encerrado en tu pieza y nadie está, le das una patada a la puerta y listo. –levanto mis hombros y siento como sube detrás de mí. –patada samurái también se puede llamar.
-¿Te dije que estás loca? –suelto una risa y asiento.
-Es que no quiero morirme sin volverme loca. –hablo riendo. –y me estoy volviendo loca por vos, mi amor. –digo con vos gruesa lo último. –ambos reímos y arranco la moto para ir a casa.
Al llegar a mi casa no hay nadie así que subimos a mi habitación, me meto a bañar y lo dejo a él mirando tele, trato de no tardar tanto porque tengo hambre y también sueño, pegó fuerte el inicio de semana.
Al salir lo veo a él dejando una bandeja con sándwiches y dos vasos de jugo, acomoda todo y se da vuelta.
-No sé cocinar mucho, pero hice esto porque supuse que tenés hambre. –muerdo mi labio y me acerco hasta él para colocar mis brazos por su cuello.
-Ternurita. –digo y dejo un beso en sus labios. –y si, tengo hambre.
-Siempre lo tenés. –asiento y lo suelto para agarrar un sándwich e ir hasta mi espejo a peinarme. Lo veo a través del espejo y me sonríe acercándose, me saca el peine y lo empieza a pasar por mi cabello.
-Te vi entrenar hoy y me dieron ganas de ir a verte a algún partido. –frunzo el ceño, los entrenamientos son cerrados. –entré escondido y me quedé escondido.
-Si te veían lo máximo que harían es sacarte a los empujones. –levanto mis hombros y termino de comer el sándwich. –pero tampoco lo sigas haciendo, Val, podes ir con mis viejos.
Al ser menor mis papás pueden presenciar los entrenamientos, pero ellos nunca van, solo a los partidos.
-Valió la pena, te vi en acción y me gustó, aunque no entienda nada de vóley. –reímos y me doy vuelta cuando termina de peinarme, el me abraza de la cintura y yo por el cuello. –¿Dónde es el siguiente partido?
-En La Plata, para clasificar a la semifinal de la Copa Chulo Olmos. –explico y me mira sin entender. –mis viejos van si querés ir.
-Entonces me voy con ellos. –asiente y me da besos cortos haciéndome sonreír.
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JUGANDO A AMAR
Fanfiction"Ella existió solo en un sueño, él, es un poema que el poeta nunca escribió" Ella se lastimaba sin darse cuenta. Él no quería lastimar, pero lo hacía. Se contaban sueños para que un día se hicieran realidad. Ella era verdadera. Él lo intentó.