MOONLIGHT

Bienvenidos a España. - 66

Aldo enjuagó su boca y salió del baño, tomó su mochila y salió del cuarto para bajar y subir el carro de Chris.
Aldo abrió la puerta de la casa y salió para subir al auto de chris. — listo?— Aldo lo miró y dijo que si.

El carro de Chris salió de la casa de Aldo y se dirigían directo al campus. Durante el transcurso Aldo miraba los árboles pasar, era imposible de no recordar a Steve.

¿Donde diablos estás Steve? — se preguntó en su mente. —

El avión había llegado a la ciudad de Madrid España. El avión comenzó aterrizar, Steve miraba el paisaje por la ventana, de su mente no se podía sacar la sonrisa de Aldo. — Donde estás amor mío?— se preguntó.

Los Cantú comenzaron a bajar del avión para llegar por sus cosas, Steve fue el primero en bajar del avión. Miró que no era Douglas. Bajo las escaleras y camino hasta el aeropuerto para ir por su equipaje.

Chris y Aldo habían llegado al campus. Estacionó su auto y comenzaron a bajar su cosas para ir a clases, desde una banca Thiago miró a Aldo junto a chris. No sabía si Cantú ya había desaparecido.

— Donde está Cantú? — se preguntó bajando sus gafas.

Aldo pasó por un lado de Thiago y notó que estaba algo triste, al parecer Cantú se había ido. Thiago se puso de pie y alguien lo jalo. Este giró para ver quien era.

A donde vas Thiago? — preguntó Chris
Ahora resulta que tú eres quien lo cuida o que? — preguntó Thiago.
Si así lo quieres ver si. — respondió
Donde está Steve? — preguntó
No lo se, nadie sabe donde está Cantú. — dijo chris

Thiago abrió los ojos al escuchar lo que chris había dicho, era obvio que Steve se había ido a España por la acusación que se hizo hacia el. Thiago se quitó la mano de chris de encima y se fue caminando poco a poco. Chris miró a Thiago irse sabía que tenía que estar al pendiente de él ya que sin Steve Thiago podría hacer muchas cosas. Inclusivo atacar a Aldo.

Los Cantú salieron del aeropuerto y vieron una camioneta, a fuera de ella estaba un chofer con un cartel y en él estaba escrito Fam. Cantú, Carl se dirigió hacia él y comenzaron a subir las maletas a la camioneta. Steve tenía Algo de miedo. No sabía que pasaría con él y su familia.

La camioneta arrancó y se fueron directo al castillo donde vivía la Realeza vampiresa. Steve miraba él paisaje, era algo antiguo donde estaba ubicado el castillo de los Barrón. Al llegar al castillo, la camioneta se detuvo y abrieron unas puertas gigantes. La camioneta entró y al poco tiempo se detuvo en la entrada del castillo.

Ya puede bajar sus cosas, los Señores los están esperando. — dijo el chofer.

Steve bajo y camino hacia la cajuela para abrirla y sacar sus maletas. Todos bajaron sus maletas y caminaron a la puerta principal. Donde estaba uno de los mayordomos esperándolos. Steve y su familia se acercaron despacio.

Bienvenidos a España. Los señores Barrón los están esperando, síganme por favor. — dijo el mayordomo mientras caminaba por el pasillo principal del castillo.

Steve junto a su familia comenzaron a caminar detrás del mayordomo. Caminar hasta el fondo del pasillo, llegaron a un pequeño espacio donde el mayordomo presionó un botón y el piso comenzó a bajar... al parecer era un ascensor que los llevaría hasta donde estaban los Barrón.

El ascensor llegó hasta el fondo del castillo donde un camino con antorchas iluminaba el pasillo. Carl comenzó a caminar por el pasillo y detrás de ellos fueron todos, era algo oscuro y tétrico el camino, al fondo estaba una puerta con las iniciales de los Barrón, Carl tocó la puerta y está se abrió. Steve miró al abrir la puerta una mesa en forma de Luna. Comenzaron a caminar, el espacio era algo grande, parecía una corte. Steve volteaba a todos lados observando aquel lugar.

Estimados Cantú pero que gusto es tenerlos por aquí otra vez. — dijo Patrick. — Carl, Lia, Giselle, Danny y Steve. — lo miró fijamente —

Hemos venido desde Douglas, Washington porque nos has llamado a juicio. — dijo Carl.

Es correcto, están aquí por qué les hemos llamado a juicio. Al parecer alguno de lo nuestros los ha acusado de romper una regla. Bueno más bien a uno de los tuyos Carl. — dijo Patrick

Se puede saber cual regla fue la que se rompió? — preguntó Lia

Claro Lia, la regla que se rompió es una de las más importantes ya que es la que mantiene a nuestra especie como algo secreto, uno de tus hijos mantiene una relación con un humano del condado donde viven, esto es algo inaceptable para nosotros, los humanos son nuestra comida, no nuestros amigos, no nuestras parejas. — dijo Patrick

Entendemos su señoría. — dijo Lia
Ahora, díganme quien fue el que se atrevió a romper esta regla tan valiosa para un vampiro. — preguntó Patrick

Todos se quedaron callados, Steve miraba a sus padres y Carl lo miró a él, Steve levantó la mirada y camino hacia la mesa donde estaba Patrick.

Con la mirada fría lo miró... — Fui yo, Yo rompí esa regla.— dijo Steve

Patrick se puso de pie y camino hacia el, su mirada se clavó dentro de sus ojos.

Con que valentía te atrevéis a romper una de nuestras reglas Steve, no te quedó claro desde aquella vez que tu hermana pasó por lo mismo? — dijo Patrick

Mis intenciones nuca fueron mantener una relación con ese humano. Mis intenciones eran otras.. — Patrick puso su dedo en la boca de Steve. —

Calla, eso lo escucharemos en el juicio, ahorita de nada te servirá tus excusas. — dijo Patrick

Entonces cuando será el juicio? — preguntó Carl
No se, tal vez dentro de un mes, 2 o 4 quien sabe — respondió Patrick

Entonces nos podremos retirar? — dijo Lia
Patrick sonrió y los miró, — claro que no, aquí se van a quedar hasta que llegue el día del Juicio.— dijo Patrick

Como? Todo ese tiempo nos vamos a quedar aquí? — preguntó Steve

Así es mi querido Steve, hasta que no se junten las pruebas de que ustedes son inocentes podrán irse a su casa. — respondió

Es mucho tiempo Patrick, No tenemos donde quedarnos  aquí en Madrid, en donde nos quedaríamos? — preguntó Carl

Por eso no se preocupen, se pueden quedar en una de las casas que tenemos aquí en Madrid. — respondió Patrick

Steve cerró los ojos, no sabía cuánto tiempo estaría encerrado en Madrid esperando el día de su juicio.