Capítulo 3: Lucas

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Menos mal que antes de abrir la puerta del baño me había secado las lágrimas. Seguro que la hermana de Jackson habría notado algo, pero no creía que me preguntara. La ansiedad había vuelto a apoderarse de mí. Esa presión en el pecho, esa inseguridad al hablar, esa dificultad al dormir. Nadie lo sabía, y quería que siguiera siendo así. No soy mucho de expresar mis sentimientos, así que me lo trago todo yo solo. Al ver a aquella chica bajita con esos ojos tan bonitos, me recorrió una sensación de nerviosismo por el cuerpo. Me admiraba con la boca un poco abierta, era obvio que le gustaba, pero no sabía desde cuándo ni por qué.
Volví a la piscina con mis amigos y menos mal que no se fijaron mucho en cómo tenía la cara. Así que, antes de que me dijeran nada, me metí en el agua y me sumergí para que no se dieran cuenta. Al salir, pude fijarme mejor en ellos, y vi que todos tenían un cubata en la mano.

-Ey tío, te hemos preparado nosotros el cubata.- Dijo Thomas tendiéndome el enorme vaso.

La verdad era que yo siempre era el que bebía en una fiesta. No la liaba, simplemente bebía. Dylan me miraba extrañando al notar que puse una cara de asco hacia el cubata en cuanto me lo pusieron delante.

-No tío paso, mañana hay clase y no quiero tener resaca.- dije intentando que no se notase nada de lo que de verdad me pasaba.

Los chicos se miraron entre sí como si les hubiera dicho algo en coreano. Se quedaron con los ojos abiertos. Si que es verdad que era muy raro que lo dijese, pero no quería beber. Al volver en sí, los chicos ni me preguntaron y siguieron con lo suyo. Yo me senté al borde de la piscina a mirar las ondas que había en el agua mientras fingía escuchar a mis amigos. Sentía que volvía a escuchar aquellas voces, las que me presionaban cada vez más y más. Cada día que pasaba me costaba más que la ansiedad no se apoderara de mí. Estaba desesperado. Mi psicóloga dice que se me acabará quitando porque no dura toda la vida, pero seguro que eso lo hace sólo para animarme. Sé perfectamente que se quitará, pero no así de fácil, no aún recordando la muerte de mis padres las 24 horas del día. Cuando me dio un golpe de realidad, me metí en la piscina para poder relajarme un poco y volver a donde estaba, en una piscina con mis amigos. Al sacar la cabeza a la superficie, sentía cómo caían las gotas de agua desde mi pelo a mi cara. Cerré los ojos un momento, hasta que mis amigos se dieron cuenta de que no estaba al 100%. Dylan me pone la mano sobre el hombro y me mira preocupado, pero con cara de saber perfectamente lo que me está pasando.
De repente, él se levantó y todos le miramos para ver qué hacía.

- Chicos yo me voy, tengo que estudiar para el examen de álgebra. Lucas, si quieres te llevo.-

Abrí los ojos un poco y posteriormente asentí y le di las gracias. Recogimos las cosas rápidamente, nos despedimos de los chicos y, posteriormente, de Kim y sus amigos. Al sentarme en el asiento del copiloto del mercedes de Dylan, empecé a tensarme pensando en lo que me pudiese preguntar. Él lo sabía perfectamente, pero no me gusta hablar del tema, con él me cuesta, pero termino contándole mis cosas porque él ha pasado por una situación psicológica parecida, aunque mucho peor. Al meterse en el vehículo negro y cerrar la puerta, Dylan arranca y mantiene la mirada fija a la carretera. Yo me miro las manos y juego con mis dedos, hago eso cuando estoy nervioso o cuando estoy con ansiedad, algo de lo que se dio cuenta. Odio que me conozca tan bien.

-Se te notaba la ansiedad desde que volviste del baño.- dijo sin mover su vista.
-No estoy especialmente bien últimamente.- dije cerrando los ojos un breve instante
-¿Qué tal con la psicóloga?- añade mientras gira su cabeza para esta vez mirarme.
-No sé Dylan, bien, supongo. Cada vez me ayuda más con la ansiedad, pero no se enfoca en el tema principal, la muerte de mis padres ha sido el detonante de mi ansiedad y mi depresión, y eso lo está dejando algo de lado.-
-¿No habláis sobre ello?- dijo extrañado.
-Saco el tema muy poco, y hablamos a veces, pero sobre todo hacemos ejercicios y dinámicas para controlar y reducir mis emociones negativas.-
-No te preocupes tío, son muchas cosas las que te están pasando, a lo mejor va por partes.-

Intenté convencerme con las palabras que me dijo mi mejor amigo. Quizá tenga razón, y quiera enfocarse primero en mis problemas antes de hablar de mi trauma psicológico. Pero es que ni siquiera diciéndolo así me convence.
Al llegar a mi casa, me despido de Dylan y entro para ir directamente a mi habitación. Mi tía no estaba allí, trabajaba hasta tarde, así que esa noche cenaba solo. Me puse a estudiar álgebra, porque me lo había recordado Dylan, no soy así de responsable.
Cuando miré el reloj que estaba colgado en mi pared, me di cuenta de que eran las diez de la noche, así que me duché con agua templada mientras escuchaba "I was made for lovin you" de Kiss. Mi canción favorita. Necesitaba huir de mi realidad, y el rock era mi única vía de escape. Me puse mi pijama y recalenté algo de pollo que había comido a mediodía. Luego me puse un capítulo de "The big bang theory" y posteriormente me fui a dormir.

Suspiros infinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora