Capítulo 6: Kim

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- Lucas Taylor con Kimberly Wilson.-

Se me paró el corazón. Desde que la profesora Pepper nos dijo que haríamos un proyecto con los de la clase de mi hermano, había deseado que ese momento ocurriera. Lo veía casi imposible, pero ahí estaba yo, siendo compañera de Lucas Taylor. Me contuve la alegría y me senté en el sitio donde antes estaba Dylan mientras Lia me miraba desde la otra punta del laboratorio sonriendo disimuladamente. A ella le había tocado con una chica de la clase de Lucas.

Me senté a su lado, estaba guapísimo. Llevaba una sudadera rosa súper bonita y unos pantalones vaqueros anchos, y el conjunto combinado con unas air force rosas con el logo en rojo. Le miré disimuladamente, intentando que no me pillase haciéndolo, y de repente él sonrió de lado. Se había dado cuenta, oh no, mierda.

-No eres muy disimulada que digamos.-

Me estaba poniendo roja, lo estaba sintiendo. Sentía cómo me sonrojaba y cómo el calor subía hasta mis mejillas.

-Es que no me esperaba que me pusieran con alguien al que conociera y estaba nerviosa.-
-No te preocupes, estaba bromeando.-

La había cagado. Pero bueno, no se había asustado ni había salido huyendo. La profesora Pepper empezó a repartir los temas de los trabajos. A nosotros nos tocó la historia de Estados Unidos. Un tema que me gusta bastante a la hora de investigar, me encanta la historia de mi país. Quería preguntarle algo, sacar tema de conversación, pero sentía que iba a atosigarle, así que me quedé callada. Mientras intentaba no hablarle, pensaba en cualquier cosa, hasta que sentí cómo alguien me tocaba el hombro.

-¿Kim?-

Ay dios, era Lucas. Decir mi nombre le quedaba tan bien. Le miré con los ojos un poco abiertos para demostrar que le prestaba atención.

-Perdona, sigo dormida aún.-
-Te decía si empezábamos a organizar el trabajo al principio del mes. Después del partido contra los Rangers.-

Perdón pero seguía sin asimilar que iba a hacer un trabajo con Lucas Taylor.

-Claro, cuando quieras quedamos y empezamos a organizarlo todo.-

Me había salvado. Justo en ese momento sonó el timbre y me levanté de un salto. Necesitaba salir de ahí para no aterrorizar al chico. Pasé por delante suya, y antes de que pudiera alejarme un poco de él, me coge del brazo haciendo que me gire.

-¿Vas a ir a la fiesta de Dylan?-

Ay madre mía. Sentía cómo volvía a ponerme roja. No quería asustarle con un sí seguido de saltos de alegría y abrazándolo hasta ahogarle, pero tampoco quería sonar muy pasota porque no quería caerle mal.

-Supongo que te veré allí ¿no?-
-Supones bien.-

Acto seguido se fue. Buena respuesta Kimberly, me sorprendes. A pesar de que tu prometido haga que quieras salir huyendo cada vez que te habla porque si no pareces una mariquita, ha sido una buena jugada. Al salir de la clase vi a Lia y Jay esperándome.

-¿Cómo te ha ido con tu compi?-

Con esa pregunta ya podía soltar todas mis ilusiones que le estaba ocultando a Lucas.

-Él ha dicho cuándo quedamos y al final de la clase me ha preguntado si iba a ir a la fiesta.-
-Ahora sí que hay una buena razón para ir. Quiero que os enrolléis ya.- dijo Lia.
-Sabes que eso no pasará. Él es demasiado guay como para fijarse en mí.-
-No creo que vaya preguntándole a cualquiera si va a ir a la fiesta.- saltó Jay.

A ver, Lucas me gustaba, y mucho. Pero no era tonta. Sabía que él jamás estaría conmigo, después de hacer el trabajo cada uno seguiría con su vida y ya. Vale, era raro que un chico como él le preguntara lo de la fiesta a la hermana de su amigo, pero no significaba nada.

Al salir del instituto, como siempre, esperaba a Jackson para poder irnos los dos en coche. Al verle, me fijé en que no iba solo, efectivamente, iba con Lucas. Le había visto muchas veces pero le miraba como si fuese la primera. Al acercarme, Jackson me dio un abrazo, pero Lucas sólo me sonrió. Bueno, eso era ya un avance, antes, ni siquiera mostraba un mínimo interés.

-Lucas viene a casa para recoger su sudadera. Se la dejó en casa ayer.- dijo mi hermano.

Yo sólo asentí intentando que no se notase lo emocionada que estaba por que Lucas Taylor fuese conmigo en coche, bueno, y mi hermano, claro. Al llegar a mi casa, intenté a toda costa no hacer el ridículo al bajarme del coche y caminar. Mientras Jackson abría la puerta, yo sólo tenía ojos para Lucas.

-Kim ¿Puedes ir tú a por la sudadera? Mientras yo pongo la mesa.-

Eso sí que no me lo esperaba. Mi hermano me sonrió después de decirme esa frase. Lo sabía. Qué pillín. Quiere que le dé la sudadera a su amigo. Le dije a Lucas que en un momento se la llevaba, así que subí corriendo al cuarto de Jackson y cogí la sudadera. Olía a él. Después de estar esnifando su perfume por unos segundos, recordé que estaba abajo esperándome, así que bajé y se la tendí.

-Gracias Kim, nos vemos en la fiesta.- espetó Lucas guiñándome el ojo.

Me había guiñado el ojo. Lucas Taylor me acababa de guiñar el ojo. Al cerrar la puerta no pude evitar soltar un gritito de emoción mientras estaba apoyada en ella. Mi hermano apareció de repente con una enorme sonrisa. Hijo de su madre.

-Dime cómo lo sabes para acabar esta conversación cuanto antes.- dije cerrando los ojos para no pasar vergüenza.
-Kim, soy tu hermano, como si no me conocieras. Puede que sea un mentiroso, pero en el fondo conozco a mi hermanita. A parte ¿te has dado cuenta de cómo lo miras?-

Vale, esa fue buena. Le miraba como las adolescentes de las películas que están coladas por el chico más popular del instituto. A ver, que era así, pero por lo menos yo admitía la realidad, yo nunca estaría con él.

-¿Sabes la fama que tiene Lucas? Se ha liado con todas las chicas de mi edad.- Soltó mi hermano dándome otro golpe de realidad.
- Lo sé, Jackson. Lo admití hace tiempo, no hace falta que me lo repitas.-

Suspiros infinitosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora