Diario de una adolescente.

Otro día más.

Sí, y un día tras otro suman muchos días, muchos días en la mierda, no se cansará de decir que esta harta, quizás ha madurado antes de tiempo aunque cuando ve a sus amigas le da pena no ser como ellas. Ya todo da igual, últimamente se siente débil, no es esa chica autodidacta que era, es insegura.

Se ha dado cuenta de que las promesas que le han echo no han se cumplido, que esos 'para siempre' acaban en menos de un minuto, que 'te no te quiero perder' significa 'mañana te olvido' y no se quién eres, que las palabras escritas, escritas se quedan, que un sentimiento quizás pueda morir o que siempre estuviera muerto, que quien se va de tu vida ten por seguro que no vuelve y si vuelve no como antes, que todo puede cambiar a veces para bien y otras para mal en un abrir y cerrar de ojos, la vida da muchas vueltas.

Noelia se está dejando llevar por sus impulsos y sin pensar en las consecuencias que le vendrán después, supone que sus padres ya saben que fuma, total como para no darse cuenta, llega a casa con olor a tabaco, sus padres le encuentran mecheros por todos lados... Cada vez fuma más, está volviendo a saludar a la depresión; tiene ese sentimiento de llorar sin derramar una sola lágrima, de estar muerta para todos, pero seguir respirando, de que no siente nada pero sabe que el dolor sigue ahí, está rozando el límite. Una parte de ella está deseando que su mala racha de casi un año acabe por completo, es penoso no poder decir 'joder, me siento bien' de ser feliz, de no cometer tantos putos errores de quedarse con quien debería, y querer a quien en realidad se lo merecía..

Pero ya eran las 21:43 de la noche, volviendo a la asquerosa realidad acababa de llegar de la calle relativamente hace poco tiempo, hoy era vierna, un viernes cualquiera, de cualquier mes; se encerró en su habitación después de saludar a familia, se tiró en la cama y cerró la puerta rápidamente no quería hablar con nadie a veces sentía como sus propios amigos la marginaban es una sensación extraña, le encantaría vivir en otro sitio y hacer nuevas amistades, pero cuando Noelia escuchó 'vamos a cenar', no tenía ganas de nada hizo oídos sordos, conectó los auriculares a su móvil, puso aleatorio y comenzó a sonar 'Mariposas - Rayden' no es una canción que le disgustara, más se asemejaba a su situación actual.