Doce, doce junio de cualquier junio, de cualquier año, a cualquier hora; solo hay que echar una vistazo a cualquier lado para ver cuantas personas estamos y sin embargo que pocas somos en realidad, también hay que ver que el alma de Noelia está hecha de susurros ajenos, de los ojos color café de alguien y del llanto de otros, o al menos esa es la sensación que da cuando camina;
Camina a un lugar al que hacía un mes que no iba, al psicólogo, su madre lo llamó cuando vió que Noelia se llegaba a pesar hasta 13 veces un día, Noelia llegó a la sala de espera donde había caras familiares para ella pero solo de intercambiar alguna que otra mirada cuando iba, no de hablar seriamente; se aproximaba la ahora de entrar a consulta y a Noelia le ardía la cabeza siempre le pasa eso cuando sabe lo que va a suceder cuando entraría, lágrimas y más lágrimas. Pero de pronto sus pensamientos cesaron cuando escuchó aquella aguda voz de la secretaria decir 'Venga guapa, pasa.' aquella mujer de unos cuarenta y algo años de edad parecía simpática aunque no es la que está acostumbrada a ver Noelia cuando va.
Dos toques en la puerta, y se siente desde dentro de aquella consulta una grave voz que decía 'Adelante', un adelante infernal, Noelia esperaba que esta vez fuera más ameno, cuando entró Ginés comenzó a decir 'chica, la sociedad...' pero Noelia lo cortó siempre iba a decir lo mismo de siempre la sociedad, la sociedad... 'Se que no soy bonita, se que no tengo buen cuerpo y también se que no soy lo que la sociedad quiere, lo siento.' sentenció Noelia. Ginés la miró y comenzó a girar la cabeza de un lado para otro riéndose sabía que Noelia no iba a cambiar nunca y sus respuestas eran a veces bastantes bordes y ella solo se limitó a forzar una falsa sonrisa.
Ya estaban en terapia cuando Ginés dijo 'Quiero que te imagines cuando tenías 9 años, sentada en este mismo sillón, esa chica que al principio creía que estaba gorda, dile que está gorda.' un gran silencio invadió aquella consulta cuando Ginés volvió a insistir 'Dile que está gorda, díselo.' lo único que respondió ella fue 'No voy a hacerlo.' 'Dile que es fea.' siguió insistiendo Ginés, mientras Noelia apretaba las manos clavándose las uñas y gritó '¡No quiero!' 'Dile a esa niña que da vergüenza y que es una inútil, por que eso es lo que haces cada día cuando te lo dices a ti misma, cuando te convences de que eres una vergüenza y una carga, bueno ¿Y crees que esa niña es fea?' 'No' respondió Noelia con lágrimas '¿Y gorda?' 'No' volvió a responde ella, '¿No? ¿Y una vergüenza? ¿Y una inútil?' '¡No, para ya! Tu no sabes lo que es cuando sientes que tu cuerpo es asqueroso. Cada estría , cada cicatriz es asquerosa, mi barriga es horrible, tres veces más grande de como a mi me gustaría que fuera. Mis piernas son horriblemente grandes al igual que mis brazos.' y con esto Noelia acabó la terapia, se levantó, abrió la puerta y sintió una puñalada de miradas en la sala de espera pero no tenía tiempo de pensar en esas personas, se marchó tan rápido sin despedirse si quiera, ella sabe que se siente incluso peor cuando va a un psicólogo.
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Diario de una adolescente.
Teen FictionUna chica de 16 años, Noelia. Afronta sus problemas adolescentes del día a día, con una gran sonrisa. Pero.. ¿Qué hay detrás?