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Kaori fue por el yogurt y vió que su favorito, el danett de chocolate quedaba un solo par. Se apresuró a tomarlo, pero una mano delicada más grande que ella también lo tomó. 

-Disculpeme -se apresuró a decir bajando la mano algo avergonzada.

Puesto que, ella pensaba que esas casualidades solo pasaban en sus novelas. Y por primera vez, sintió un leve sonrojo en sus mejillas y un cosquilleo en su estómago.

-No se disculpe señorita Ryomen -rió leve el pelirubio mirándola algo sonrojado.

-¿Profesor? -se sorprendió- ¿Compra por aquí usted? -preguntó jugando con sus dedos algo nerviosa.

-Hoy es la excepción, ya que mí madre me dejó a cargo su perra y más tarde viene a por ella, así que me trajo hasta aquí -desvió la mirada algo nervioso.

-Oh ya veo. Bueno, tome su yogurt -le entregó el danette Kaori.

-No no, tómelo usted, no se preocupe señorita Ryomen -negó este sin tomarlo- creo que lo disfrutarás más que yo -sonrió.

-m-muchas gracias -agradeció ella y lo colocó en su carrito- Oh, disculpe que le hable aquí en el súper, pero mis padres quisieran que me enseñe hasta que pueda rendir bien. Le pagarán lo que pida y demás, solo debería venir a casa -explicó Kaori algo nerviosa al ver las reacciones del pelirubio.

Nanami se sorprendió, pero por una parte se alegró muchísimo. Sabria que si aceptaba, futuramente le jugaría en contra, pero eso no le importaba ahora.

-Bien. Pero con una condición. No deben pagarme -pidió amable- solamente lo hago para poder ayudarte

-Mmmmm está bien. Muchas gracias -le beso la mejilla Kaori contenta.

Al darse cuenta de tal acto, se sonrojó a más no poder y tomó su carrito con prisa.

-Lo veo después del almuerzo. Gracias y adiós -se fue casi corriendo de allí muy nerviosa.

A estas alturas, Nara no se conocía ni ella misma. No sabía desde cuando ha estado tan calmada a comparación de como solía ser.
Mientras regresaba a casa con su perro, recordó que aún tenía clases, pero por hoy decidió no ir ya que tenía Lengua y literatura, pero no le gustaba. Además tenían dos horas esa materia y eso no le sentaba nada bien. Llegó a casa y encontró a sus hermanos acostados en el sillón de la sala.

-Buenas -saludó alegre Kaori.

-Hola -devolvio el saludo Yuji caminando hacia ella.

-No debes salir sola -la abrazo Sukuna- a la próxima nos despiertas ¿Si? Ahora vamos a desayunar -le llevó las bolsas a la cocina y preparó el desayuno para todos.

-He... Encontré al profesor en el súper. Quedamos en que vendrá aquí, pero no quiere que le paguemos. Solo lo hace porque realmente quiere ayudar -habló Kaori al terminar de comer su pedazo de alfajor.

-Mmmmm está bien -desordenó Yuji el cabello de su hermana.

Sukuna sin decir nada se levantó de la mesa y se fue a su cuarto. Desde abajo se sintió el portazo. Kaori pensó que había dicho algo malo y su rostro expresaba tristeza.

-No hiciste nada. Déjalo -le animó su hermano- ahora busca el material que necesitas para más tarde. Yo me encargo de limpiar. Recuerda que Sukuna se quedará, pero luego se irá hacia la oficina y yo tengo colegio dentro de... Ah, mierda, llego tarde. Bueno, iré a vestirme, luego limpia...

-no. Ve y alista tus cosas y vistete. Yo me encargo -sonrió Nara al pelirosa para luego levantar la mesa.

La mañana transcurrió y Kaori se dedicó a limpiar la casa. Estaba un poco desordenada y quería que todo esté presentable para cuando viniera su profesor. Colocó en el equipo de música sus canciones favoritas y comenzó a limpiar mientras bailaba y cantaba. Desde las escaleras, alguien la miraba divertidamente queriendo unirse a ella. Nara conectó mirada con su hermano y ambos comenzaron a bailar Shake of de Taylor Swift.

-¿Y como dice? -gritó Kaori mirando a su hermano arriba del sillón.

-Cause the players gonna play, play, play, play, play
And the haters gonna hate, hate, hate, hate, hate
Baby, I'm just gonna shake, shake, shake, shake, shake, I shake it off, I shake it off -bailaba y cantaba el pelirojo arriba del sofá como si estuviera en un escenario y la escoba era su acompañante como el micrófono.

Ambos estallaron en risas cuando terminó la canción. Sukuna fue a la cocina por agua y su celular comenzó a sonar. Kaori miró su pantalla y en este salía el nombre Megumi. Ella se sorprendió y se alejó ya que el mayor regresó. ¿Qué tenía que ver Sukuna con el amigo de su otro hermano? Esa pregunta se hacía Nara algo avergonzada.

-Debo contestar, ya regreso -se fue caminando por el pasillo.

Kaori fue a la cocina a preparar el almuerzo ya que era cerca del medio día. Sacó la verdura de la heladera y la cortó para ponerla a pre cocinar en la sartén con un poco de aceite. Fue en busca de la lenteja en la heladera y por la puerta apareció su hermano.

-Linda, no comeré en casa. Saldré ¿Si? Luego iré a la empresa, no me esperen capaz esta noche. Cuídense. Te amo -Besó la frente de su hermanita.

-esta bien. Cuídense... Digo, cuídate -trató de disimular algo avergonzada- te amo -besó la mejilla de su hermano.

-si... Adiós -achinó los ojos el pelirojo dudando de algo.

-Sukuna -llamó la atención su hermana- tu y Megumi...

-¡Ajá! -la señaló este- sabía que querías estar de chusma -le sacó la lengua- pues verás, hace un año que somos novios -se rascó la nuca algo sonrojado- pero no quiero decir nada aún. Ni Yuji lo sabe. Pensaba presentarlo en una cena familiar de ambas partes -se sentó y se vió como un niño pequeño.

Kaori muriendo de amor, lo abrazó y le proporcionó caricias en su cabellera.

-Está bien. Te ayudaré con eso. Somos muy amigos con los Fushiguros -comentó ella- en especial el padre profesor -dió un suspiro Nara mirando a la nada.

-¡Hey! Es casado. Además grande para ti -regañó el mayor dándole un golpe suave en su cabeza.

-Lo se, lo sé. Solo decía -rió ella- en fin, deberíamos organizar la cena aquí en casa. Cuando nuestros padres regresen de su "luna de miel"

-Esta bien. No te preocupes. Me encargaré de todo -sonrió Sukuna abrazandola- eres la mejor

-Bueno, ya. Ve que se te hará tarde y no creo que quieras hacer esperar a Megumi -bromeó y carcajeó acompañando a la puerta a su hermano para despedirlo.

Kaori fue a la cocina y siguió preparando su comida. Una rica tarta de verduras con legumbres le había quedado muy bien y de rico sabor. Almorzó y dejó todo limpio en la cocina. Subió a su habitación y buscó sus útiles para dejarlos en la mesa del living.

-¿Y si me baño? Corrí como nunca con Jacques -pensó en voz alta- ¿A qué hora llegará el profesor?

Kaori subió a ducharse rápidamente por si llegaba su tutor. Al terminar de secarse, escuchó el timbre sonar por toda la casa. Se maldijo en voz baja y trato de vestirse rápidamente. Se colocó un short cómodo y un remeron rosa sin llevar sostén abajo. No le gustaba usarlos en casa. Bajó ya peinada y abrió la puerta media agitada.

-Buenas tardes. Disculpe la demora. Pase por favor -le sonrió Kaori al pelirubio.

Lo miró detalladamente y consigo llevaba una camisa color azul arremangada hasta sus codos. Un pantalón beige y unos zapatos oscuros. Su cabello estaba perfectamente peinado y se podía sentir su colonia que, para Kaori, era una debilidad de ella que poseian los hombres.

-Buenas tardes Señorita Ryomen. Permiso -sonrió amable y pasó.

-Por aquí. Póngase cómodo. ¿Quiere algo de tomar? -preguntó ella algo sonrojada.
Nanami miraba atentamente a su alumna y no podía dejar de mirarla sin articular palabra alguna.

-¿Profesor? -llamó la atención Kaori al ver qué no obtenía respuestas.

-¿Me decía señorita? -despejó sus pensamientos y le prestó atención.

-¿Quisiera algo de tomar? -rió ella ante la reacción del pelirubio.

-Un café estaría bien si no es molestia -se sentó en el sillón.

-No, por favor. Al contrario. Ya traeré su café -fue a la cocina a prepararlo.

impossible, teacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora