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Se aseo, se preparó para ir al instituto y después salió hacía la sala dónde vió a sus hermanos hablando con su padre.

-Hola hija -saludó Jin un poco apenado.

Ella se quedó parada mirandole sin expresión alguna.

-Perdón -fué lo único que se limitó a decir el mayor en aquel silencio que se había formado- por favor, no quiero arruinar su día ni nada, pero  escuchenme -tomó aire- sé que he cometido errores y nunca fuí un buen padre. Sé que Sukuna a sido más una figura paterna entre ustedes que yo cuando no debió ser así. Les digo de mi corazón y alma, con todo el amor que les tengo, que me sepan perdonar, pero quiero su perdón sincero y cuando esten listos. Y no pido su perdón para estar tranquilo, pido su perdón para que me den una oportunidad de poder estar a su lado y cumplir mi rol. Porque los amo y son mis hijos. No importa que haya dicho su madre o como actúe, yo nunca los voy a dejar -Hizo silencio al comenzar a llorar con cada palabra que decía- Sukuna, de verdad, nunca tuve el valor de decirte la verdad. Nunca supe cómo decirte lo de tu madre, pero me pone feliz que hayas hecho una relación buena con ella. Y no me molesta, solo me molesta que no supe decirtelo yo. Y la manera en que manejas todo lo que te rodea me sorprende y me deja tranquilo en cierta forma... Yuji, quiero pedirte perdón, nunca tuve el tiempo suficiente para poder verte jugar, buscando siempre mi excusa del trabajo y no ver a mi estrella del equipo jugar en un partido importante. Y sé que en tu primer partido querías que estuviera.... Creeme que fuí,  nunca lo dije, pero fui a verte y fue lo más hermoso que hice. Nunca te dejé sólo, pero después de eso, no estuve más, pero estoy orgulloso del jugador que eres y de lo que te has convertido. Y a ti -miró a Kaori llorando aún más- Siento que te debo todo el perdón del mundo. Fuiste mi primera hija mujer y lo que llenó de felicidad nuestra familia. Cuando naciste juré protegerte con mi vida sin importar que y te fallé. Toda mi vida te fallé y eso no me lo voy a perdonar nunca. Nunca me perdonaré que les fallé...

-Papá -susurró Nara acercandose hasta él.

-De verdad, no quiero dejarlos nunca -rompió en llanto.

Jin tapó su rostro avergonzado de si mismo mientras sus hijos le abrazaban para consolarlo.

-No llores, por favor -suplicó Kaori- no importa que haya pasado, te amo papá -musitó entre lágrimas.

-Sabes que siempre te amaremos -habló esta vez Yuji.

Sukuna solamente se dedicó a consolarlo en silencio. Entendía que debían comenzar de cero, pero él en ciertas cosas, le costaba aún.

-Pido perdón por todo lo que dijo su madre. No quiero que se aferren a sus palabras vacías. Sólo lo dijo por impulso y enojo. Por favor, no le guarden reencor

-Puedo perdonarte a ti, pero no me pidas que perdone a esa mujer -le miró su hija con tristeza.

-Tranquilo, no pienses en esas cosas papá -trató de sonreír Itadori.

-Bien, deben desayunar, se hará tarde -avisó Sukuna.

-Vamos a desayunar todos juntos. Papá invita -les sonrió el pelirosa.

-Está bien, vamos a la cafetería donde hacen el pastel de chocolate -propuso Kaori con una sonrisa.

-No, vamos a donde hacen los batidos -hizo puchero Yuji saliendo detrás de ella.

-Mejor vamos donde sirven ese café amargo magnífico -interfirió esta vez Sukuna.

-Vamos a la primera que encontremos y ya -rió Jin desordenando el cabello de sus hijos.

-Ahhhh -se quejó Yuji.

-De todas formas debes desayunar liviano. Hoy tienes práctica -Habló Sukuna marcando el primer piso en el ascensor.

impossible, teacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora