Un trocito de mi

Coral profundo

Porque llegue a ese punto donde las lágrimas se quedan vacías y el cuerpo se siente sin vida. Donde la mente no para de pensar que no eres suficiente para este mundo, que eres un fallo del sistema operativo mal construido, que debería irme de aquí para llegar a ser feliz.
Llega un punto que te cuesta respirar, que no entiendes la humanidad y no sabes como expresar lo que sientes. Que estás vacío por dentro y se empieza a notar por fuera, que las ojeras hablan por sí solas, que los órganos ya no quieren funcionar y que te quieres ir a casa, pero no sabes dónde está.
Dónde está esa persona que sabía sacarme una sonrisa cuando sentía una tormenta dentro de mí, cuando no me gustaba reír.
Dónde está esa mascota que me miraba como si fuera un alma viva, donde estará ese recuerdo que me está dejando sin vida.
Nunca supe expresar lo que me estaba pasando porque es algo muy raro, no soy del todo yo, hace meses que no soy yo, ni él, ni ella, simplemente existo, hace meses que sobrevivo, hace meses que mi vida no tiene sentido.
Mi cuerpo continúa sin sentir esa sonrisa, sin tener una razón considerable para seguir la corriente de aquel río que hace tiempo que se había salido del recorrido, de aquella marea que llego un punto que no podía llegar a la deriva, de aquellos peces que se quedaban sin agua, pero seguía nadando para sacar adelante a su familia.
Sentía como mi pecho ardía cada noche cuando miraba ahí arriba, cuando la luna iluminaba mi cara, para no dejarme sola en la oscuridad del día, para no dejarme sola contra mis propios pensamientos que ahogaban esa armonía.
Se repetía una y otra vez, todo saldrá bien, sentirás esa risa otra vez, caminaras por la costa del mar cogida de esa mano que tanto dejaras de extrañar, miraras a esa mascota correr hasta que te vuelvas a llenar.
Sentirás el olor a bien estar, al perfume que ella solía llevar.

- Porque en los únicos momentos que tocas el fondo del mar, es cuando encuentras ese bonito coral.