Montaña perdida

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Llevo días intentando volver a ser yo, quitándome ese peso de encima, intentando volver a sonreír como solía hacer, sin poderlo conseguir, intentando ser yo misma sin obligarme a serlo, intentando pensar en positivo y seguir creciendo. Viendo como todo se me escapa de las manos, pero abriendo caminos nuevos sin encontrar aun un destinatario con quien poder compartirlos.
Siento que me voy rompiendo por dentro, que hace mucho que no soy yo y no sé si esa ilusión podrá volver a mis ojos como esa última vez en la que sonreí sintiéndolo dentro de mí, no sé si te podré tenerte tan cerca que se me acabe la respiración y ahogarme de la emoción y no por frustración.
Quiero volver a ser yo, le repetía a esa estrella que me miraba cada noche cuando intentaba dormir sin poder conseguir aquello que me había propuesto vivir, cuando lo único que creía mi mente era que no podía seguir con esos pensamientos que me destrozaban lentamente, que debía seguir caminando aunque mi mente fuera por independiente.
Pero volvías una y otra vez dejándome un vacío que no podía llenar incluso cuando estabas a una gran distancia de mí, cuando parecía que por fin volvía a revivir, aparecías en mi mejor pesadilla para darme los buenos días.
Estaba tan acostumbrada a tus críticas que se convirtieron en esa gasolina que me ayudo a subir esa subida que creías que era tuya y acabo siendo mía, incluso subí 20 quilómetros más para demostrarme a mi misma que esa montaña ya no te pertenecía.
En la cima escribí està gran escritura que tachaba todos esos comentarios negativos y escribí un SI más grande que mi propia valentía.

- Mi mente aprendió una gran lección de vida que fue proporcionada por sí misma.

Un trocito de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora