Tormenta aprendida

285 15 0
                                    

Porque cuando la tormenta se dirigió hacia ti, yo sin pensármelo fui aquel paraguas que te protegería de esas gotas que tanto te dolían, hasta que pudieras volver a ver el arcoíris que tanto querías, cuando esos colores salieron solo los pudiste ver tú y me dejaste con ese granizo inmenso que impactaba en mis heridas causadas por esa gran tormenta que rompió el paraguas, dejándome tirada.
Cuando viste como me caían esas grandes gotas en mis heridas, decidiste mirar al cielo y salir volando, dejándome en ese infierno del que te ayude a salir sin pensármelo ni un segundo, sin meditarlo ni tres minutos, porque pensaba que tú harías lo mismo, pero nunca reaccionaste para ayudarme.

Me entristece dar mil veces más por alguien y que te dejen en sus tormentas sin protección ninguna, pero quién sabe tal vez tuve que protegerte para aprender una lección permanente.

Aún no he conseguido salir de esta agua que cae constantemente, pero estoy segura de que saldré más fuerte, saldré sola sin necesitar un paraguas, para demostrarme que soy menos débil que tú, que soy más poderosa que cualquier tontería que me dirías para bajar mi autoestima, que no vales nada porque hasta con la ayuda de mi paraguas te costó salir de tu propia agua y aquí estoy aguantando la marea sin ninguna barca.

Aunque, como dicen, el ser humano, es el único animal que tropieza mil veces con la misma piedra y vuelve a pisarla sin darse cuenta y tal vez por eso o por simple estupidez humana, volvería a dejarte mi paraguas para que no te dañaras, aún sabiendo que tú no harías lo mismo ni la primera vez que me dirigiste la palabra.

- Y desde esta perspectiva que las gotas no me dejaban ver la luz del día, puedo decir que estoy segura de que brillaré más por haber ayudado a la que un día fue mi amiga.

Un trocito de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora