Me gustaba, me gustaba porque era diferente, creí que se convertiría en mi hogar permanente.
Era como un libro, me sentía atraída por su portada y cuando lo abrí me enamoré de cada página, dicen que las imágenes valen más que mil palabras, pero contigo no las necesitaba, cada frase que leía me ponía la piel de gallina.
Me acuerdo cuando me daban ataques de risa cuando te leía, cuando parecía que estaba en otro lugar, cuando cruzaba los dedos para no llegar al punto final.
Me volví adicta a leer cada letra que estaba en esa mente, me volví adicta a leerte e imaginarme tu sonrisa enfrente.
Hasta que un día se volvió monotonía, dejó de tener su peculiaridad y se volvió una lectura normal. Cerré el libro para vivir mi propia realidad.- Como dicen, lo más difícil es pasar la página sin más, y quien sabe tal vez lo debí acabar y conocer nuestro destino final.
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Un trocito de mi
PuisiMi idea principal es hablar sobre la adolescencia, los sentimientos que voy experimentando y los recuerdos que he tenido al largo de mi vida, lo que quiero es que al leerlo entendáis cada palabra y sobretodo las notéis por todo el cuerpo. Es un libr...