Porque aunque no estaba bien, tenía que seguir sonriendo, sonriendo para no contagiar esta "enfermedad" para aprender a vivir una vida "normal".
Tenía que acabar la carrera y ponerme a currar, llegar a casa, no poder hacer nada de lo que me gusta por estar reventada, empezaba a pensar que todo el esfuerzo que había hecho para llegar a ser feliz, para poderme mantener sin morir, no había servido de nada.
Mi cabeza se empezaba a concienciar de cuál sería su futuro, de ese trabajo que al principio sería novedad y al final consumiría mi energía a medida que iba pasando mi vida, que el viajar, el vivir en el presente, el salir de fiesta los puentes, se habían quedado en mi adolescencia y daba la bienvenida a mi vida adulta.
Esa etapa donde las mochilas están llenas, pero las almas vacías, donde los niños se quedaron en primaria jugando aquel partido, donde los recuerdos eran el dolor más fuerte que sentía mi pecho cuando descansaba en su nido.
El pensar en mi futuro está consumiendo mi presente y a la vez ahogándome lentamente. Que ironía que interpretar lo que va a pasar, haga que esté mal ahora, pensar que el final de esta carrera sea el principio de una tortura nueva.
No tenía ganas de seguir sufriendo así, quería coger un tren y salirme del andén, coger un avión y tirarme cuando saliera el sol. Quería vivir mi vida sin trabajar 8 horas al día, haciendo algo que me llenara de verdad y no tener una vida monótona, salirme de esta sociedad y empezar a vivir una vida nómada.
Encontrarme a mi misma y empezar a correr para llegar a la meta, llegar con mil vivencias, con mil experiencias y con una sonrisa verdadera.
No me podía imaginar viviendo en una vida que no quería, en una vida que no era mía, en un departamento, sentada en una oficina, leyendo las cartas que otros escribían.
Quería disfrutar de mi estancia aquí, era consciente de que me quedaba poco tiempo y que debía apreciar hasta el último lugar que me imaginaba visitar.
Pero solo era fruto de mi imaginación, ya que mi destino era tener una vida ordinaria con personas ordinarias sin saber lo que es vivir experiencias desordenadas.- Lo que hubiera sido una sonrisa todos los días de mi vida, se convirtió en una rutina aburrida.
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Un trocito de mi
PoetryMi idea principal es hablar sobre la adolescencia, los sentimientos que voy experimentando y los recuerdos que he tenido al largo de mi vida, lo que quiero es que al leerlo entendáis cada palabra y sobretodo las notéis por todo el cuerpo. Es un libr...