capitulo 13

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En esas semanas luego del ataque a Gotham las personas temían salir de sus casas. El sentimiento más comun era el no poder confiar ni siquiera en los heroes. Con miedo intentaron seguir con sus vidas pero había un chico que sin importarle los regaños de sus padres insistía en recorrer la ciudad con su skate en busca de cualquier pista que pudiera encontrar pero todo parecia inútil. Todos los días daba sus vueltas hasta las 11 de la noche y cada día terminaba su vuelta mirando desde la calle la casa de la familia West-Wayne. Cada día llegaba ahí, miraba por un rato el lugar rodeado por la cinta de la policia y se iba. Regresaba a su casa e intentaba llamar a Raph solo para terminar escuchando el mensaje del buzón de voz pero en el día del cumpleaños del menor no se iba a acobardar. Ese día no fue a la escuela, tomó un autobús y fue a Gotham sin permiso de sus padres. Lo unico que llevaba era una mochila con algo para comer y un poco de dinero aparte de su skate.

Neal se quedó fuera de los portales que restringian el acceso a la familia que llevaba el apellido que los mismos portales recordaban al cerrarse y formando esa W. El chico habia visto fotos de ese lugar y era como entrar en otro mundo, otra época. Los jardines y el interior eran tan bien cuidados que parecía imposible que fuera una sola persona a hacerse cargo de todo eso y sabía que si esa persona viera el estado lamentable en el que se encontraba la mansión no habría reaccionado para nada bien. Ahora esa hermosa mansión estaba rodeada por la cinta de la policia, la hierba estaba crecida y amarillenta, los portales no se cerraban, desde lejos se veian las ventanas rotas y la puerta principal entreabierta. Tomó su skate bajo el brazo y pasó debajo de la cinta. Caminó hasta la puerta que chilló cuando la empujó para entrar, algo que el mayordomo no hubiera permitido jamás. Adentro parecia que hubiese pasado un tornado. Los muebles estaban revocaldos y rotos al igual que los objetos más frágiles como vasos, platos y tazas. Las cosas que tenían un valor considerable habían desaparecido. Subió las escaleras y le dolia ver como los cuadros y fotos de familia en los pasillos estaban desgarrados. Alguien los había cortado con una navaja. Entró en cada habitación comenzando por la de Keith, la más cerca a las escaleras. También era un caos, despojado de cualquier objeto tuviese un mínimo de valor y que pudiera meterse en un bolsillo. Revisó las otras habitaciones pero el resultado fue el mismo entonces fue al despacho del anfitrión de la casa y esa era la habitación que peor se la pasó. No había quedado nada ahí ni si quiera la placa dorada bajo el retrato de Thomas y Martha. Neal movió las agujas del reloj y bajó a la cueva. Nunca había estado ahí pero gracias a Raph sabía como llegar a la baticueva. Estaba impresionado. Si entrando a la mansión parecía haber viajado en el pasado ahora parecía que estuviera en el futuro. Se sentó frente a la inmensa computadora y copió en un USB todos los archivos más recientes que encontró. Ahora venia el siguiente problema: como hacer para dárselos si ni siquiera sabia adonde estaba o como contactarlo. Toda su familia habia desaparecido en la nada. Lo pensó un poco y se tardó bastante en pensar que tal vez podría encontrar sus abuelos paternos. Tal vez ellos podrian contactarlo. Neal no sabia nada de los abuelos paternos de su novio, nunca habian hablado de ellos, nunca habia escuchado que alguien de la familia Wayne los nombrara si quiera, nunca habia visto una sola foto en la que aperecieran y entonces le pasó por la mente la posibilidad de que no estuvieran vivos. Abrió en la computadora archivos al azar hasta encontrar uno referido a Flash. Había todo su historial desde que fue Kid Flash, incluso estaba escrito de como obtuvo sus poderes. No había nada escrito sobre sus padres pero habia la dirección de la casa en la que creció. Estaba en Keyston City. Neal miró el reloj de su celular. Ya casi eran las 10.30 de la noche. Tenía que regresar a su casa.

Con la cabeza llena de pensamientos salió de la mansión y con su skate regresó al paradero de buses adonde subió en el primero de regreso a Blüdhaven. En una hora llegó a la ciudad e y le tomó casi media hora regresar a su casa. Ya era medianoche asi que intentó no hacerse oir pero sus padres lo esperaban frente la puerta

Segunda GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora