capitulo 27

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Emma transcurría sus días en el silencio y aburrimiento más absoluto de su habitación. Tenia una estanteria llenas de libros y siendo lo unico que podia hacer los leía sin particular interes, solo eran su forma de contar el tiempo que pasaba ahí al no tener un reloj pero no podía seguir asi para siempre o seria demasiado tarde para salvar a cualquiera. Ahora que era parte de la corte tenia que comportarse como tal y no como una prisionera más. Se levantó de su cama y abrió la puerta de la habitación para poder hablar con el talón que la estaba vigilando. Ya no era Cobb quien lo hacía pues al parecer tenía mejores cosas que hacer.

Salió y fue a la habitacion de la pareja. Recordaba el camino al no estar muy lejos de su cuarto. Sin decir una palabra, como de costumbre, el talon la siguió. Tocó  la puerta y esperó a que le respondieran antes de pasar. La habitacion era similar a la suya solo más grande. Sentados en el pequeño sofá estaban una pareja de ancianos. Logró reconocer al hombre, por su voz, como el mismo hombre que solia llevar la mascara blanca pero por primera vez lo veía a la cara así como también a la mujer. Al parecer ya no les importaba de que supiera quienes eran. No fue dificil para ella reconocerlos en sus verdaderas identidades. Todos en la corte eran personas muy conocidas en Gotham pero los Powers estaban a la par de los Wayne por lo que respecta su popularidad en la ciudad. El Powers Hotel era conocido en toda la costa este de los Estados Unidos. Powers Tech conocida en todo el País. Su abuelo rechazó muchas veces los intentos de los Powers en querer fucionar ambas empresas

-Emma, que sorpresa. En que te podemos ayudar?- preguntó la que ahora la chica identificaba como Maria Powers

-me pidieron ser parte de lo que la corte está creando pero ahora simplemente me hacen a un lado. Yo acepté porqué quiero ser parte de algo que realmente haga algo bueno para este mundo-

-me da gusto escucharte hablar de esta forma y no te preocupes. Estábamos pensando en algo adaptado para ti- dijo Joseph Powers

-ven a sentarte- la invitó.

La albina se acercó y sentó en el sillon a lado del sofá y la mujer le dió una taza de lo que parecia ser té. Emma tomó la taza entre sus manos y observó detenidamente el liquido humeante. El mismo que la pareja estaba bebiendo

-sé que su mayordomo es ingles y que él se encargaba de cocinar así que me imagino que no es la primera vez que pruebas el té- comentó el hombre

-todo lo contrario. Me encanta- admitió tranquilamente

-no es propiamente té ingles pero espero que te agrade-

-gracias- entonces Emma levantó la taza y la acercó con elegancia a su boca para tomar un sorbo.

Tuvo que esforzarse mucho, muchísimo para no regresarlo a la taza

~que asco. Esta es agua sucia. Siquiera se acerca al té que hace Alfred~ pensó disgustada pero logrando mantener su expresión tranquila y educada

-que tal?- preguntó Maria

-no está nada mal- respondió con una sonrisa

-hay más- la menor asintió haciendole seña a que le sirviera un poco más mientras pensaba

~perdoname Alfie por traicionarte de esta forma~

-queriamos esperar a que te acostumbraras un poco al lugar pero ya que estás tan ansiosa...hay algo que se te da bien en particular?-

-en estos dias he pensado mucho en lo que le pasó a mi papá y tengo razones de creer que fue por el chip que usan para controlarlo y creo poder ayudar para mejorarlos y que no lastimen sus portadores-

-sabías de los chips?- preguntó Joseph escondiendo su molestia

-lo supuse cuando noté algo en su cuello. Parecía el tipo de chip que usa Jarvis Tetch-

Segunda GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora