capítulo 52

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-RAPH!- el nombrado volteó enseguida ante el grito.

Apenas tuvo el tiempo de percatarse de la figura oscura frente a él cuando vió de reojo la luz reflejada en el metal de una cuchilla. Solo gracias a sus reflejos pudo esquivar el arma que iba directo a su rostro.

Dió un salto hacia atras alejandose del sujeto unos metros. Enseguida se puso en posición de lucha, con la guardia alta. Hechó un ojo detras de la figura contraluz para asegurarse de que Neal estuviese bien. Lucía como alguien a quien le acababa de dar un paro cardiaco pero no estaba herido. Su distracción no fue desaprovechada. Un cuchillo iba directo a su corazón pero a el menlr moverse este atravezó su hombro derecho. Se maldijo a si mismo por dejar siempre una abertura en su lado derecho. Intentaba corregirlo pero habia pasado un tiempo desde la ultima vez que habia entrenado y eso le estaba pasando factura.
Esa apuñalada rompió por completo su guardia. El puño del hombre estrellandose contra su estomago haciendolo doblarse en dos. El aire se escapó de sus pulmones de forma instantánea y dolorosa antes de que su contricante barriera sus pies haciendolo caer de espalda contra la tierra fria y humeda. Sentia con claridad cada piedrita bajo él mientras veia otra vez ese destello de luz reflejada en el filo del arma. Estaba resignado. Tal vez se rindió demasiado fácil pero eso no le preocupaba ahora mismo...o hasta que escuchó los pasos de alguien corriendo a toda prisa detrás del hombre contraluz. Vió a dicho hombre voltearse para detener con su mano el palo que iba directo a su cabeza. Neal habia intentado golpearlo pero habia fallado. Por un momento la cabeza del hombre quedó perfectamemte alumbrada por el farol tras él mientras miraba a Neal quien realmente no sabia lo que estaba haciendo. Raph lo reconoció. Reconoció al hombre que en la oscuridad de ese edificio abandonado los habia emboscado a él y su gemelo. Reconoció al hombre que habia lastimado a su hermano y le había arrebatado a su madre. Raph sintió la voluntad que brotaba en él. No. No era voluntad. Era sed de venganza y era lo que necesitaba para levantarse y seguir luchando. Owlman pateó en el estomago al castaño haciendolo caer y golpearse la cabeza. En eso Raph sacó de un jalón el cuchillo de su hombro y se levantó de un salto. Se aventó hacia el mayor apuntando directamente a su cuello pero solo logró hacer un corte más o menos profundo en el traje del hombre. A Raph no le importó la sangre que empezaba a manchar toda la parte derecha de su torso. La adrenalina causada por la ira no le permitia sentir dolor en su hombro

-bastardo! Porqué no luchas con alguien que pueda defenderse, tarado!?- le gritò con rabia sosteniendo firmemente el cuchillo en su mano izquierda.

Owlman sacó dos cuchillos del cinturón que atravezaba su torso y lo atacó sin más. Raph evadió y bloqueó todos los golpes que pudo pero eso no evitó que más de uno llegara a él. Algunos más profundos que otros pero todos contribuían a la perdida de sangre. Aún así Raph luchaba con todas sus fuerzas logrando devolver uno que otro ataque pero el espeso traje frustraba sus intentos de ocasionarle heridas que por lo menos hicieran sus movimentos más lentos e imprecisos. Por otro lado la camiseta de tela, jeans y chaqueta eran la única protección que tenía el adolecente, es decir: nada. El más mínimo ataque representaba un corte en su piel.

Raph miró tras el buho viendo como Neal, un poco tambaleante por el golpe en la cabeza, se levantaba, probablemente para intentar volver a atacarlo con la rama de hace unos momentos. Dió un leve asentimiento hacia el chico castaño dandole luz verde para actuar al mismo tiempo que él atacaba de frente. Logró darle un puñetazo en la mandibula seguido de un rodillazo en el costado justo antes de que Neal le pegara con la rama en la cabeza aturdiendolo. El pelirrojo clavó su cuchillo en medio del pecho del buho rezando para que el traje no fuera demasiado espeso como para detener la punta del arma. Owlman cayó al piso sosteniendose la cabeza mientras que Raph corrió hacia Neal empujandolo hacia el bosque

-corre!- ordenó.

En ese momento sintió una fuerte punzada de dolor detras de su pierna lo que lo hizo gritar y caer de rodillas sosteniendose con sus palmas. Trataba de recuper el aliento que habia perdido por el cansancio y el repentino dolor pero Neal enseguida fue a ayudarlo.

Segunda GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora