capitulo 8

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Wally estaba sentado en una silla a lado de la cama de hospital adonde estaba acostada su esposa aun inconsciente. El mayor tenía su mano apoyada sobre la de Rachel, acariciando la piel lastimada por las astillas de vidrio.

La mujer estaba malherida. Las astillas y el cuchillo le habian dejado profundos cortes que habian sido desinfectado y atendidos con puntos de aproximación, tenía vendajes alrededor de su cuello por las heridas dejadas por el guante de ese sujeto y un enorme parche cubriendo la herida en su pecho.

Todo estaba sumido en un silencio sepulcral hasta que la puerta se abrió y un enfermero dió paso a los tres adolecentes pelirrojos

-mamá!- la llamaron enseguida a lo que Wally le hizo seña de guardar silencio mientras se levantaba de su silla y caminaba tranquilo hacia sus hijos y el enfermero

-gracias por traerlos- le dijo al joven

-no hay problema señor West- el enfermero se fue, dejando a solas la familia

-que le pasó a mamá?- preguntó Darien

-va a estar bien- quiso empezar su discurso asegurando a sus hijos que su madre no estaba más en peligro

-alguien la atacó en su oficina-

-que tiene?-

-porqué no despierta?- preguntaron los gemelos

-no se preocupen. La sedaron. Va a despertar pronto y regresará a la casa pero quiero que ustedes se queden en el monte y no salgan por nada en el mundo. No sabemos si ese sujeto está relacionado tambien a las desapariciónes pero no me voy a arriesgar-

-hay algo más, cierto?- preguntó Keith

-las personas siguen desapareciendo...y el tio Barry es uno de ellos lo que significa que no miran solo a aquellos que estan en carga ahora mismo. No sabemos lo que puede llegar a pasar asi que es mejor que ustedes se queden en un lugar seguro-

-no es justo...queremos ayudar y podemos hacerlo!-

-esto no está a discusion Darien. Nunca les obligo a nada y lo saben pero esto no es algo que podamos manejar fácilmente nosotros con experiencia así que no podemos tambien cuidar de ustedes. Si quieren ayudar haganse a un lado y no se crucen-

-estás diciendo que somos un estorbo?- preguntó indignado Keith.

Lo que dijo en respuesta a la pregunta de su hijo menor le dolio más a él que a los chicos

-en este momento sí- claramente no pensaba eso de sus hijos, jamás lo pensaría, pero esperaba que un golpe tan duro los convenciera de quedarse a un lado.

Wally solo quería hacer su trabajo de proteger a su familia y al mundo en la conciencia de que sus hijos no estaban en peligro y que a pesar de las condiciones en las que él regresara ellos estarían ahí sanos y salvos, sin un solo rasguño pero obviamente los chicos no lo tomaron tan bien que se diga.

Salieron de la habitación hechos una furia pero su padre sabia que no se iban a ir. Estaban demasiado preocupados por su madre como para simplemente irse sin asegurarse de que estubiera realmente bien al despertar.

Los tres hermanos fueron a los distribudores automaticos y compraron unas bebidas

-no puedo creer que dijera algo así- dijo molesto Darien queriendo beber la gaseosa de su lata pero Keith se la quitó de las manos y le entregó la suya que era un simple te frio

-oye!-

-no puedes tomar bebidas energeticas. Estas ya suficientemente alterado y no necesitamos que te pongas a vibrar en el hospital- le regañó su hermano menor

Segunda GeneraciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora