Segunda Generación

capitulo 46

Apenas salieron del aeropuerto de Gotham Bruce y Tim se acercaron al auto negro estacionado cerca de la salida. Hay los esperaba el mayordomo para llevarlos a la mansión pero Dick se detuvo en seco

-que pasa? Tenemos que ir a la mansión- dijo el menor

-no se preocupen, estaré en la mansión en cuanto haya arreglado un asunto- aseguró y dicho eso se volteó saludandolos con la mano mientras se alejaba

-nos vemos luego- Tim estaba muy molesto por la actitud del chico.

No tenia paciencia para lidiar con él en ese momento ya que estaba preocupado por su cuñado y amigo. Solo queria ver como estaba Wally y luego terminar con todo eso de una vez por todas en todos los tiempos y mundos que pudieran salvar. Solo esperaba que Dick no se retractara en ayudarlos. Eso sería realmente problemático. Él era el unico que sabía como estaban organizado, adonde se escondían y, con siete, algún punto débil.

Tim y Bruce subieron al carro y fueron hacia la mansion mientras que el circense paseaba por la ciudad hacia una dirección precisa.

Caminaba sin prisa por esas calles más peligrosas de lo que aparentaba. Eso tenia dos razones: primero porqué aun faltaban algunas horas hasta que llegara la medianoche lo que le daria hasta tiempo de sobra para llegar puntual a la mansión y segundo porqué no estaba muy entusiasmado de llegar a su destino pero sentia que se lo debia luego de no verlos desde hace muchos años.
Pasó por una tienda de flores y enseguida se le acercó a la chica que estaba regando las flores. Era una joven de tal vez 17 años que tenía el cabello rubio atado y un delantal verde con cocido con hilo rojo el nombre de la tienda de flores

-hola- saludó cortés llamando la sueno de la menor

-buenos días, puedo ayudarle?- preguntó la chica dejando a un lado la regadera

-sí gracias. Podria hacerme dos ramos de flores con rosas blancas y campanillas por favor?-

-enseguida- mientras preparaba los dos ramos de flores a la chica le ganó la curiosidad

-son para tu novia?- preguntó un poco apenada pero curiosa

-no, estoy yendo a visitar a mis padres. Llevo mucho tiempo sin hacerlo-

-estas seguro de las campanillas? Sí sabes cual es si significado?- ahora sobaba un poco preocupada por cómo se lo tomados si cliente pero también por como se lo tomarían las personas que recibirían las flores

-por supuesto- dijo con una sonrisa triste

-las elegí por eso. Las campanillas son símbolo de duelo- fue suficiente esa mirada, ese tono para entender

-lo siento. Acepta mis pésame-

-gracias-

-se como te sientes. He perdido a mi hermano por culpa de un robo, ya sabes, Gotham. Es un dolor que nunca pasa pero espero que puedas sentirte mejor-

-gracias- volvió a repetir

-también lamento lo que le pasó a tu hermano-

-descuida. El resonante ya no puede hacerle daño a nadie. Esta en la cárcel- Dick guardó silencio.

Pagó y la chica le dió el cambio devolviendole más dinero de lo que había calculado. Iba a decírselo pero la rubia le sonrió

-un pequeño descuento. Llevarles saludos a tus padres de mi parte- dijo con una leve pero dulce sonrisa

-como te llamas?-

-Maureen-

-Dick- los dos se estrecharon la mano y de saludaron.

Así el chico siguió su camino pensando en la chica, en Darien y en sus padres.

Luego de tanto caminar llegó al cementerio de Gotham y se detuvo frente a tres lapidas aunque la tercera no tenia razón de existir ya que él seguia vivo. Dick apoyó los ramos cerca de las lapidas que llevaban los nombres de sus amados padres: John y Mary Grayson

-puedes salir de tu escondite. Se que me has estado siguiendo todo el tiempo- el hombre se acercó al menor quien estaba agachado frente a las tumbas

-nunca pude agradecerte por encargarte de su entierro...y al parecer tambien del mio- habló sinceramente

-tus padres eran mis amigos. Se los debia...y en serio queria adoptarte-

-lo sé pero fuiste un idiota al no investigar mi supuesta muerte- y ahí estaba de vuelta su rencor

-tal vez tienes razón pero la verdad es que no queria prolongar otro sufrimiento. Era más facil actuar indifirente si eras su hijo y no el mío- Bruce decidió ser totalmente sincero con Dick y consigo mismo

-tranquilo, ambos estamos aliviados. Me quedé solo desde su muerte, el circo es todo lo que me queda de ellos y sí, me ilusioné pensando que te importaria de mí y que entendias por lo que pasaba pero a fin de cuentas es mejor que haya ido de esta forma- Dick se levantó y encaró a Bruce.

Tenia una expresion neutra, como si no le importara pero los puños estaban apretados dentro de los bolsillos de su pantalón

-tal vez hubiera necesitado alguien que cuidara de mi y que me hiciera sentir parte de una familia pero prefiero la soledad a ser el remplazo de tus dos niños. No habría funcionado una familia entre nosotros dos porqué estabas demasiado centrado en tus hijos y me hubieras hecho a un lado apenas iba entrando a esa mansión. Seguramente nunca hubieras sido sincero conmigo diciendome quien eres realmente. Probablemente me hubieras dejado a cargo de alguna niñera porqué te recordaría a tus hijos perdidos. No pretendia ser el unico en tu vida pero cada que me mirabas a los ojos sabia que no me veias a mi si no a alguien más. No hubiera podido vivir de esa forma- habló con también con sinceridad.

El rencor era mucho más leve de lo que ambos creyeron. No quitaba su mirada de los ojos del mayor quien suspiró

-tal vez las cosas fueron exactamente como debieron hacerlo. Yo no estaba listo para tener otro hijo y hacerme cargo de la forma que merecias y tú no me necesitabas como padre en ese momento. De todos modos ahora las circunstancias son muy diferentes. No es solo mi familia la que está involucrada si no que toda la población y esto te incluye Richard. No sirve de nada llorar sobre la leche derramada ahora lo que corre riesgo es el futuro y tenemos que hacer algo. No pretendo que olvides el pasado, se que te fallé. Lo acepto y lo lamento pero te pido que lo hagas a un lado por el momento. Vas a ayudar o no?-

-lo haré- respondió sin dudar

-gracias. En cuanto todo esto termine me aseguraré de que puedas regresar con bien al circo-

-descuida. Esto de huir y esconderme se acabó-