Sus territorios estaban siendo quemados, cargo a su cachorro de manera suave para sacarlo de allí lo antes posible sin que se despierte, busco con la mirada a su alfa y no lo veía por ningún lado.
Podía ver como toda su manada corría a los territorios contiguos a los suyos, eran los territorios de la manada enemiga los Todoroki, pero eso a ellos no les importaba es mas importante la vida de sus cachorros y la suya, no se podían dejar atrapar por los causantes de fuego, la omega corría con su pequeño cachorro en su boca, podía sentir el pequeño latido y la reparación relajada del menor y eso la relajaba y le quitaba los nervios.
Pero un disparo se escucho, la omega líder había sido disparada en su lomo, la omega soltó un gruñido de dolor, miro por el rabillo del ojo a un cazador de baja estatura con un rifle, volvió a dirigir la mirada al frente para seguir corriendo con su cachorro en la boca, no dejaría que su pequeño muriera con ella.
Inko se desvió del camino que guiaba a la manada de los Todoroki y se metió en una pequeña granja, coloco a su cachorro entre el medio de unos fardos de heno, le lamio la cabeza a su cachorro y se alejo de allí, dejando a su cachorro. Podía escuchar las pisadas de los cazadores cerca de ella, a lo lejos podía ver como su pareja protegía a unos omegas con cachorros de su manada, Hisashi estaba ganando tiempo para que estos escaparan, los omegas no tardaron en huir con sus crías dejando solo al alfa, un par de disparos se escucharon a la lejanía junto con dos aullidos, la pareja líder cayo en batalla, el alfa por salvar a su manada y la omega por salvar a su pequeño.
(...)
En una pequeña granja los rayos de sol se colaban por las ventanas despertando a una niña de cabellos blancos junto a su padre adoptivo, la pequeña Eri salió de su cama para bajar a la cocina para poder desayunar con su padre.
-Buenos días papa.-Saludo la pequeña al ver como su padre le hacia el desayuno.
- Buenos días Eri.-Le saludo el padre devuelta mientras colocaba el desayuno en la mesa para ambos.
Los dos desayunaron en un silencio cómodo, para ponerse a hacer sus quehaceres de todos los días.
Eri al acabar de desayunar y de limpiar los platos salió de su casa para dirigirse al establo donde se encontraban los animales, pero escucho unos lloriqueos como de un perro, se acerco a los fardos de heno y allí pudo ver a un pequeño cachorro de lobo temblando de miedo mientras buscaba con su olfato a su madre, salió de allí dejando al pequeño para llamar a su padre.
- ¡PAPA!-Llamo la pequeña a su padre, el cual estaba en la sala mientras limpiaba los cristales.
- Eri no grites.-Le regaño su padre.-¿Qué paso?-Le pregunto el mayor para escuchar a su hija contestar.
- En el establo hay como un perro pequeño, me lo puedo quedar.-Le dijo la niña poniendo ojos de cachorrito cosa que el mayor no se puede negar a los caprichos de su bebe.
- Esta bien, pero te vas a encargar de él.-Le dijo el mayor mientras volvía la vista a los cristales para seguir con su limpieza.
- Gracias papi.-Le dijo la pequeña para abrazar la pierna del mayor y salir de allí para estar con el pequeño cachorro.
La pequeña niña volvió hacia el establo y pudo ver como el pequeño cachorro la miraba con curiosidad en los ojos, se acerco de manera suave y le tendió la mano para que la olfateara.
El pequeño cachorro olfateo la mano de la joven y movió la cola, un olor a manzanas acarameladas, se acerco a la niña y se sentó delante de ella.
Eri al ver al pequeño le acaricio la cabeza para poder escuchar un ronroneo del mas bajo, ella jamás se imagino que un "perro" sea tan cariñoso, Izuku al ver los cordones de la niña le jalo de uno y lo empezó a morder.
- No pequeño, eso no se muerde.-Le dijo la niña para quitarle el cordón para volverlo atar.
- *Me llamo Izuku.*-Chillo el cachorro, y eso llamo la atención de la niña.
- Y que nombre te pondré...-Dijo la niña para analizar al cachorro, pero fue sacada de sus pensamientos por los rugiditos de la barriga del cachorro.-Tienes hambre.-Dijo la joven al cachorro el cual movió la cola.
Eri se acerco a una de las vacas lecheras, cogió una banquito y un cubo, se sentó encima de la banqueta y se puso a ordeñar a la vaca, Izuku veía todo con curiosidad, se acerco a la vaca la cual al verlo sintió un escalofrío y movió la cola haciendo que esta pegara a Eri.
- Tranquila, él no te va hacer nada.-Calmo la joven para proseguir con el ordeño.
Cuando Eri acabo de ordeñar a la vaca, tomo un cuenco para ponerlo en el suelo y verter la leche de la vaca en el, Izuku olio un poco y sintió el dulce aroma, tomo la leche con lengüetazos y se sentó en el suelo, seguía teniendo hambre.
Eri pudo ver como Izuku la observaba otra vez, pero no sabia para que, el cachorro se acerco a ella y le lamio la mano, sacando un brinco a la niña, el peliverde se asomo por una pequeña salida y pudo observar a mas gente como la niña, ladeo la cabeza sin entender que eran esa cosas, jamás en su vida vio a esos seres que caminaban a dos patas.
Eri se acerco a donde estaba mirando el cachorro y se sorprendió al ver a los cazadores por allí cerca, agarro a Izuku y lo llevo hacia su casa para que este seguro.
- Papa los cazadores están aquí.-Anuncio la pequeña mientras ingresaba con un cachorro en brazos, el pelinegro al ver al cachorro sintió un escalofrió recorrerle la espalda, pero al ver la felicidad en los ojos de su hija con el canino, soltó un suspiro cansado.
- Lleva a perro a tu habitación y dale algo de carne, para que coja fuerzas y te pueda defender.-Le dijo el mayor con una sonrisa para acariciar la cabeza de ambos. La pequeña acato la orden e hizo todo lo que su padre le dijo.
ESTÁS LEYENDO
Instintos
أدب الهواةUn lobo de pelaje verde oscuro, fue criado por los humanos a una corta edad. Por otro lado una manda de lobos se mantenía alejada de los humanos.