Instintos

Capítulo 5

La noche cayo, el circo ya abrió el telón para que entraran los visitantes y entregaran cada uno sus tiques, Izuku se mantuvo encondido al lado de la jaula de los leones, no se sentía a gusto con tanta gente, su instinto le decía que estuviera alejado de allí.

El lobo observaba desde lejos las actuaciones de cada uno, pudo percibir un aroma entre plomo y fuego, le dio una mala corazonada, dirigió la mirada al público y pudo ver como dos hombres miraban a cada animal con una sonrisa, un mal presentimiento le llego.

Se puso en alerta, tenia los cinco sentidos activados, pero tendría que defender a su manada de esos hombres y de cualquier amenaza.

Volvía a mirar las actuaciones de cada uno, podía ver como cada persona que hacia cada actuación disfrutaba y se reían entre ellos, miro a los animales y también disfrutaban de las actuaciones con sus dueños, soltó un suspiro y se alejo de allí para ir a su vagón a descansar un poco.

Las actuaciones habían acabado y el lobo peliverde se encontraba dormido en su cama echa de paja, escucho unos pasos cerca de allí, alzo la cabeza y pudo ver a los dos hombres de antes, soltó un gruñido y enseño sus caninos, en ese momento Eri llego.

- Lo siento pero no pueden molestar a los animales.-Le dijo la chica, ambos hombres se vieron y estallaron la lengua para alejarse de allí.

La chica se acerco al peliverde para calmarlo, Izuku se relajo al sentir el aroma de Eri y se volvía a dormir en su cama de paja.

Las horas pasaban y un aullido se escucho en la lejanía, Izuku alzo la cabeza y se asomo por los barrotes y contesto al aullido de manera automática.

(...)

Por otro lado la manada Bakugo se encontraba realizando la cena para todos en la manada, el aullido de los lideres se escucho cerca, pero al escuchar el aullido que no provenía de ninguno de su manada los alerto aquel sonido venia no muy lejos de allí se tensaron, un omega rubio sabia de quien se trataba.

- Izuku.-Murmuro el omega para si mismo mientras comía una pata del ciervo junto a su alfa.

En ese momento los lideres de la manada llegaron al lugar.

- Katsuki.-Llamo la alfa a su hijo.

- Que.-Dijo de manera tajante y seca.

- Tienes que hacer un control adicional ya que han percibido el aroma de un omega cerca de nuestros territorios.-Le dijo la alfa mientras frotaba la frente con su pareja y miraba a su manada.

- Ok, lo hago esta noche, vieja bruja.-Le dijo el alfa para mirar a su grupo de amigos.-Pikachu, Pelos de mierda, Cara plana y Ojos de mapache, venís conmigo ahora.-Ordeno el alfa a sus amigos, los cuales dejaron de cenar y se levantaron para seguir el paso del alfa.

(...)

El olor a humo se hacia cada vez mas presente en los vagones cerca de la cabaña de madera, Izuku se despertó de un sobresalto por el olor a fuego, aulló para que Eri fuera hacia él, pero no la veía ni la sentía, golpeo con su cuerpo la puerta del vagón, la abrió y salió de allí lo antes posible, pudo ver como Eri era amordazada por los hombres, se acerco de manera rápida y mordía a ambos en el brazo para que soltaran a la chica.

- Gracias.-Le dijo la chica con lagrimas en los ojos, Izuku se acerco a ella y le lamio la mejilla.

En ese momento Kouta llego agitado, se acerco a Eri y la levanto del suelo, le quito las cuerdas del cuerpo.

Izuku percibió mas movimiento en las lejanías, pudo ver como los cazadores querían matar a su manada y familia, se acerco de manera rápida que los mordió a ambos pero en ese transcurso de tiempo una bala se le incrusto en el lomo, soltó un gruñido de dolor, al observar a la causante del disparo corrio lo mas rápido posible que le permitieron sus patas al sentir la adrenalina por su cuerpo, se abalanzo a la joven y le mordió la clavilla pudiendo escuchar el crujido de ella sacándole un gemido de dolor.

Ambos jovenes se alejaron de allí con miedo, pero le dieron una ultima mirada a Izuku el cual solo asintió con la cabeza, Aisawa llego junto a los jovenes con heridas por su cuerpo, dirigió la mirada al lobo peliverde y aulló, "Tu puedes mi pequeño omega." era lo que decía el aullido de Aisawa.

Izuku al escuchar el aullido del alfa de su manada se relajo y siguió acabando con cada uno, al ver que su manada se alejo de allí, corrio lo mas rápido que pudo hacia el corazón del bosque para despistar a los cazadores que le seguían, pero en ese momento una chica rubia se le abalanzo encima con la intención de cortarle la yugular, haciéndole perder el equilibrio.

- ¡HAY QUE MONO, SERIAS UNA BUENA ALFOMBRA COMO TU MADRE!-Le dijo la joven mientras gritaba con una sonrisa sádica en su rostro y trataba de clavar la navaja en la yugular del lobo.

Izuku al escuchar esas palabras se le vino un recuerdo de su madre, se zafo del agarre de la mujer y le clavo los colmillos en la garganta matándola en el acto o eso pensó él.

Se volvió a levantar pero un segundo disparo le dio en una de sus patas traseras, soltó un quejido de dolor, y salió de allí corriendo lo mas rápido posible, el cazador se acerco a la joven y le hizo un torniquete en la garganta, la chica estaba muy débil, pero se podía escuchar su pulso.

Corrio lo mas rápido que le permitieron sus tres patas mas el dolor incesante en su cuerpo le nublaba la vista, al estar cerca del rio se dejo caer en la orilla, bebió un poco de agua para calmar el dolor de garganta y quitar el sabor de la sangre de su boca, observo la luna y aulló para llamar a su manada, pero no lo podían escuchar, cerro los ojos, podía escuchar unas pisadas cerca de el, soltó un gruñido de advertencia.