A medida que avanzaba por el camino de pétalos de rosas un aroma dulce y agradable comenzaba a volverse más intenso. Aquella cama tenía hermosas sabanas de seda rojas. Al sentarse sobre esta distinguió que la fragancia provenía de aquellas sabanas limpias. A medida que Bangchan se acercaba más y más los disparos en su mente eran más fuertes, tanto como los latidos de su corazón. Desvió la mirada hacia un costado llena de culpa. Él joven freno su marcha y la observo a detalle, todo su cuerpo temblaba.
- ¿Quieres que te ayude a quitarte el vestido?
- ¿Qué? - dijo extrañada devolviéndole por fin la mirada.
- ¿También estas nerviosa? – le pregunto sentándose a su lado. Su mano aún seguía temblando. Sin dudarlo la sostuvo con fuerza- ¿Pasa algo?
- Solo... estoy muy feliz de ser tu esposa.
- ¿Y por qué no me miras a los ojos?- dijo colocando su mano sobre su mentón y moviéndolo suavemente hasta enfrentarla- ¿Realmente estas feliz?
- No creí que aparecerías.
- Pareces decepcionada. ¿No era lo que esperabas?
- Claro que sí.
- ¿Estás segura? - se acercó a ella lentamente hasta rosar la punta de su nariz. Ella rápidamente corrió su rostro- ya veo.
- No estoy lista, lo siento.
- ¿Es solo eso?- ella afirmo con la cabeza. Sin más se levanto de la cama con la intención de marcharse- junta tus cosas, volveremos al castillo.
- ¿Ya? ¿No pasaremos la noche?
- ¿Para qué lo haríamos? – dijo abriendo la puerta. Del otro lado se encontró con una joven a la que tomo por sorpresa- ¿Qué hace aquí? ¿Quién es usted?
- Lo siento majestad. Soy una de las damas de compañía de la princesa- explico mientras hacia una leve reverencia. Él joven la reconoció rápidamente, ella estaba junto a Sana el día que la conoció. Se corrió hacia un costado dejándola entrar a la habitación- adelante- le indico. Luego tomo de la perilla para cerrar lentamente la puerta mientras sus ojos se posaban en ambas jóvenes. La dama se agacho frente a ella, hablándole entre susurros mientras acariciaba su pierna. Una vez que la cerro por completo se mantuvo inmóvil. Él cuerpo de la joven ya se veía relajado a pesar del contacto, era un cambio abrupto. Los recuerdos de aquella noche volvían a su mente. Nunca había sido tan afectiva con él. Intentaba excusarla, intentaba entenderla, pero cada vez era más difícil ponerse en sus zapatos. ¿Conozco a la persona que esta a mi lado? Tal vez Chan no era el único en hacerse esa pregunta. La cabaña era muy pequeña para juntar tantas tenciones. Los nervios crecían más y más y no había tiempo para dar marcha atrás al plan, la coronación solo era en días. Cualquiera creía que era la razón que tenía a Hyunjin tan irreconocible, pero nada podía estar más alejado de la realidad. Solo pintar lograba distraerlo.
De lo lejos Jeongin lo observaba algo angustiado. Seungmin se acercó a él, curioso de saber que miraba tan concentrado.
- ¿Están peleados?
- Creo que no. Esta extraño desde ayer. Le pregunte si había descubierto algo y dijo que no, pero ni siquiera pudo mirarme a los ojos. Normalmente me abraza cada noche para dormir, ni siquiera me toco.
- No necesito detalles.
- ¿Hablaste con él?
- Solo esta abrumado por la coronación, no lo pienses mucho, ni sospecha de ti. Si sigue empecinado en encontrar un culpable nos traerá problemas. ¿Piensas ocultárselo toda la vida?
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La maldición del ilegitimo
FanfictionHyunjin planeo su venganza por años tras la ejecución de su madre, pero un asesinato no estaba en sus planes. Los ocho príncipes tenían excelentes motivos para matar al rey, sin embargo el tiempo para encontrar un culpable se agota. La guerra por el...